- Buen día, hija.
- Abuelo, buen día.
- Veo que ya vas de salida.
- Sí, no quiero llegar tarde - toma su bolso.
- Disfrutas la escuela. Es bueno.
- ¿Querías algo, abuelo? - levanta la vista para mirarlo. Alto, realmente alto, con su cabellera blanca, que refleja el paso de los años, bien peinada.
- Quiero que después de tus clases vayas al reino de la Literatura. Creo que te encantará.
- ¡Claro que sí! - da un salto de alegría.
- Anina - Daisy aparece en el umbral de la puerta - Buen día, señor Ed.
- Buen día, Daisy.
- Nos vamos, abuelo.
Ambas caminan por la ciudad. A pesar de ser temprano hay acción. Los autos andan de acá para allá y las personas caminan a paso apurado para llegar a sus empleos.
Desde el día del gran ataque, ya hace 4 años, la necesidad de empleados y encargados aumentó causando casi un completo caos. La población disminuyó y no había quien ocupará esos puestos.- El reino de la Literatura - observa la luz del amanecer que se refleja en las ventanas de los negocios - Me preguntó, ¿qué cosas interesantes habrá?
- Sé que te gusta leer - sonríe - Iremos después de clases con los chicos.
Anina calla un momento. Marco y Luis siempre están con ellas. A cada reino que viajen ellos irán. ¿Y si tienen amigos y no pueden pasar tiempo con ellos? ¿No sería egoísta apartarlos solo para que vayan con ellas?
- Daisy, ¿no crees que Marco y Luis prefieran quedarse?
- ¿Por qué?
- Ellos deben tener amigos.
- Aunque nunca los he visto hablar con nadie más.
- ¿Qué tal si ya no han salido con ellos por estar con nosotras?
- ¡Es verdad! Nunca les preguntamos.
- Hay que hacerlo entonces.
Enfrente sus amigos ya estaban en la entrada esperándolas.
- Hola chicos. ¿Qué creen? Saldremos de nuevo. Esta vez al reino de la Literatura.
- Súper. He escuchado que es interesante ese lugar. ¿Cuándo? - habla Marco sin dudar.
- ¿Seguros? ¿No tienen planes o algo así?
- No. Tía nos dejará ir.
- ¿No tienen amigos con los que quieran pasar el rato? No sé... ¿Ir a comer o jugar videojuegos?
- No. De hecho, no tenemos.
- Ustedes son... Nuestras únicas amigas - confirma Luis.
- ¿¡Qué!? ¡Estrellas!
- Claro que hemos tenido amigos pero se mudaron o se fueron a cumplir sus sueños.
- ¿No han intentado hacer nuevos? - cuestiona Daisy sintiendo lástima.
- Sí. En la Tierra éramos diferentes. Al participar en deportes habían quienes nos creían presumidos por nuestra habilidad. Cuando llegamos aquí y al tener estos poderes es difícil ocultarlos - cuenta Marco sin aparentar tristeza.
- Así que mejor nos alejamos un poco. Pero no significa que estemos solos - Luis sonríe.
Ambos atraviesan un brazo por los hombros del otro.
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STARLIGHT
Pertualangan" El universo guarda secretos... " En un mundo diferente al nuestro con personas no tan distintas a nosotros... Una joven princesa, Anina, quien tuvo su infancia en la Tierra hasta que llegó el momento de volver a su hogar. Un día, pierde a sus padr...