𝐄𝐥 𝐂𝐔𝐄𝐑𝐏𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐃𝐄𝐒𝐄𝐎《Inuyasha》

𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 είκοσι οκτώ

es difícil de comprender a los humanos por que pasan demaciado tiempo de su vida tratando de encontrar una explicación a la existencia de el amor, nosotros nacimos con la capacidad de sentir amor en cada fibra de nuestro ser, en especial. El corazón que late 70 veces por minuto lo que supone 100.000 latidos diarios, así consigue bombear en un minuto 5 litros de sangre, y en un día 7.500 litros, que recorren unos 100.000 kilómetros de arterias y venas.
Ahora imagina que ese amor recorre todo esto cada 365 días durante 8760 horas
¿Que serian los mortales sin el amor?
Zeus hizo al hombre a su imagen y semanjanza, creando desde la raíz su capacidad para ser inteligente y con miles de capacidades, sin embargo carecían de amor pero abundaba el odió en sus corazones.
Zeus, creo a una mujer la única con la capacidad de hacer que los seres humanos sintieran amor, ya sea del que dura toda una eternidad o del que es por corto tiempo pero que en el fondo de tu alma permanece enraizado y luego del que es tan apasionado capaz de hacerte arder en los 5 ríos del inframundo, por ultimo el amor que es el más hermoso pero que termina causando te el dolor más grande en el mundo.
Sin su existencia o más bien después de su triste desenlace, todo volvió a ser lo que en un principio odio y resentimiento al borde de llevar a la extinción a la raza humana

Era por esa justa razón que ella regreso a este mundo por que el amor, la mantenía atada a un hombre por el cual estaba dispuesta a entregarlo todo sin pedir nada a cambio, que incluso con su sola presencia bastaba para que ella se sintiera feliz

Sentía pena y vergüenza de si misma por que su propio poder le había jugado en contra y se había enamorado hasta la médula espinal de Inuyasha, en su momento hace 100 años y después.

Ahora cuando había pasado tanto tiempo y cuando ya no son los mismos sentimientos ni el mismo pensamiento, ahora que parece ser que le hubieran cambiado a su adorado Inuyasha, al grado de

-veo que aún sigues buscando a Kikyō - afirmó la rencarnacion de la diosa al ver de nueva cuenta al oji dorado en aquel prado

-deseo aclarar las cosas para que ella se pueda ir en paz - respondío y se sentó en el suelo pastoso

- ¿ya no sientes nada por ella? - pregunto y se cruzó de brazos, mirándolo con seriedad

- aún no se donde se encuentra, no se si esta viva o muerta después de lo que Naraku le hizo - respondío otra cosa a la pregunta de la mujer, ______ simplemente volteó su rostro de lado y negó levemente con una media sonrisa

-Inuyasha, ¿si yo hubiera lastimado de alguna manera a Kikyō aún me seguirías queriendo - pregunto y regreso su mirada a Inuyasha

-¿por qué me preguntas eso? - respondió con una pregunta y el cuerpo del Hanyōu se puso rígido

-solo simple, curiosidad - respondío, los ojos de Inuyasha la miraron y ella respondío de la misma manera era como ver dos energías completamente diferentes pero iguales y hacían honor a la frase de los polos opuestos se atraen

-¿que has hecho durante todo este tiempo que no estuviste con nosotros? - pregunto de nuevo el Hanyōu

- estuve ayudando a algunas personas - respondío y le sonrió, ahora más que nunca sabía que tenía que cuidarse la espalda tanto de Naraku como de Inuyasha, por el simple hecho que el oji dorado aún guarda un lugar en su corazón para Kikyō

Ella no odiaba a la sacerdotisa pero si le tenía leve rencor por haber aparecido en la vida de Inuyasha antes que ella, por haberlo herido. el Hanyōu se puso de pie y camino hasta ella ante su acercamiento ella retrocedió hasta que su espalda quedará pegada a un árbol

-entonces también cuidaste del estupido de Naraku o ¿es que acaso me lo vas a negar? -pregunto a unos centímetro de los labios de la reencarnación de la diosa, su pregunta logro hacer que la joven mujer se pusiera rígida ella no quito su mirada de la de él - también se que fuiste tu quien mandó matar a Kikyō - añadió haciendo que la piel de la oji _____ se pusiera fría en un segundo, Inuyasha llevó su mano al vientre de ella y acaricio con ternura así hasta llevar sus caricias por enmedio de sus senos hasta su cuello donde envolvió su mano alrededor de este con un poco de rudesa

-¿y qué, piensas lastimarme por herir a tu querida sacerdotisa?- hablo con un poco de dificultad debido a la falta de oxígeno pero con un tono burlesco en su voz

- Kikyō, no es de mi importancia, hermoso sol - respondío subiendo la intensidad de su agarré - eres tu quien me es importante, si no, no estaría aquí detrás de ti como un perro al que puedes tratar a tu antojó, por el simple hecho de que te amo de una forma tan diferente, es un amor tan transtornado - añadió y rozó sus labios con los de la mujer robandole el alma si es que esos dos seres tan despiadados la tenían - que acaso no entiendes que te doy el poder de destruirme cuando tu lo desees, si esa mujer vive o muere no es algo que me incomode, por que la que me importa eres tú

-¿entonces por que haces esto? -pregunto ella turnando su mirada de la de Inuyasha a sus labios

- por qué, me lastima, que te
acerques a ese maldito hijo de puta, por que siento celos - dijo y llevó su mano contraria al pulcro vestido lila que poseía la reencarnación de la diosa y lo arranco dejándola desnuda ante el

- me gustaba ese vestido - respondío jadeante, el Hanyōu solo sonrío, ahora sabía que el demonio era hermoso y tenía una bonita sonrisa

-no me importa te ves mucho mejor con mi Hitoe - respondío y ahora su nariz acaricio con ternura su mejilla- y te juro que si alguna vez llegas a fallar me, estoy dispuesto a arrancarte la vida con mis propias manos y seguirte hasta el mismo inframundo de ser necesario, por que tu eres mía tanto como yo soy tuyo -respondío los ojos de la rencarcarnacion de la diosa sentellaron en pura pasión, ahora sabía que ella no era la única con la idea de amar de una manera tan desquiciante, el Hanyōu quito su mano del cuello de la mujer y estampó sus labios con ella provocando un choque con sus dientes debido al impacto y comenzaron a jadear debido a lo intenso del beso y ______ mordió el labio del Hanyōu