𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 τριάντα πέντε

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—¿por qué precisamente eres tú quien viene a pedir mi ayuda?, ¿que acaso no es más que suficiente con tus poderes? — pregunto — y por lo que he escuchado también están involucrados la bestia y sus amigos, al igual que su medio hermano con ellos es más que suficiente para exterminar a ese demonio Naraku

—como ya lo había mencionado antes, sé que para ti también es de vital importancia encontrar a Naraku y destruirlo, todos tenemos en común una motivación para acabar con su existencia. Si tu deseo es ayudarnos, eres bienvenido si no hazlo por tu cuenta.

El silencio se instaló alrededor de ellos, siendo solamente interrumpido por el débil zumbar de las hojas de los árboles que danzan con el viento y el débil berrido de algún ciervo escondido entre la espesura del bosque 

—hum—entono con una sonrisa burlona de lado —ya no es algo del cual tengan que prescindir de mi presencia — respondió cortante, lo cual me ayudó a llegar a la conclusión de que el sujeto era un total fanfarrón ególatra. Yo sabía más que nadie que él deseaba exterminar a Naraku por ser la principal mente maestra y a Kagura por ser quien perpetuara los planes macabros y acabar con la mayoría de los compañeros de Kōga e integrantes de otras manadas—después de todo Inuyasha y su equipo han logrado enfrentarse a Naraku innumerables veces y ha logrado salir ileso, por lo que vez mi participación no es requerirá 

—bueno, quisas ya no sea de tu importancia el vengar la muerte de tus compañeros y amigos, solamente te recuerdo que fuiste tú quien los mando como carne al matadero —respondí la expresión en su rostro, cambio de manera drástica a una molesta —¡¿qué?! no esperabas que te dijera la verdad de ello fuiste tú el principal culpable — añadi burlona y cruce mis brazos sobre mi pecho

Mi intención era provocar ese enojó en él, que él sintiera la necesidad de cobrar venganza por su propia mano que en lo profundo de su corazón existiera el deseo de venganza.

—es una verdadera lástima que tus compañeros no puedan ser vengados, gracias a tú patética cobardía

su movimiento fue rápido casi como el viento al chocar con mi rostro, de un segundo a otro ya estaba frente a mi y su mano derecha estaba sujetando con fuerza mi cuello como si deseará arrebatar me la vida con ello, de inmediato sentí como mis pies se despegaron del suelo pastoso. Mis manos no tardaron en tratar de forcejear con la mano que me sostenía de una caída dolorosa

—no soy ningún cobarde — gruñó entre dientes, las venas en sus brazos se marcarán aún más por la fuerza implementada para apretar mi cuello, la cual ya esta causando la falta de aire en mi, sin embargo rogar no estaba entre mis planes por lo que no rogaría para que me libere

—déjame decirte que si lo eres, has perdido todo por nada — dije con dificultad ante la falta de aire sin embargo eso no me impidió que sonreirá con burla — al final de cuentas vas a terminar muerto como tus compañeros solo por tu maldito egoísmo y lo peor de todo es que será a manos de Naraku

Mis palabras parecieron haber perforado una parte de su memoria una donde aún permanecían presentes los recuerdos de sus compañeros y amigos, la fuerza en su mano se esfumó y con rapidez me dejo de pie sobre el suelo.

Lleve mi mano derecha a mi pecho como si de esa manera pudiera calmar mi respiración agitada y la velocidad con la cual mi corazón latía — supongo que el que haya venido aquí solo fue una perdida de tiempo, buena suerte cobarde — respondí con más calma después de unos minutos de silencio en los que el permaneció callado y yo con la respiración agitada como para poder hablar

—supongo que Inuyasha no es un cobarde ¿no? — pregunto llamando mi atención

—no, no lo ha sido por que te recuerdo que a tratado de proteger a cuanta persona se le pone enfrente incluso a pesar del odio que te tiene has logrado salir beneficiado también tú, ¿o quieres que te recuerde las ocasiones en las que él te ha salvado la vida?, cuando has estado así — hice una pequeña seña con mi mano — de perderla y la verdad es que no comprendo, ¿cual es tu problema con Inuyasha? — pregunte y vi que agacho la cabeza y negó

—te voy a demostrar, que yo no soy ningún cobarde — gruñó cuando creí que me atacaría sus dos brazos se posaron de manera ágil alrededor de mi cintura pegándome a él con fuerza, mis manos se volvieron puños y golpe con fuerza su pecho, llevo su mano derecha detrás de mi cabeza sosteniéndo mi cabello entre sus dedos acercó su rostro al mio — un cobarde no haría esto — susurro sobre mis labios para después pegar sus labios a los míos en un beso brusco y hambriento

Si momentos antes había perdido el aire por la fuerza de su mano sobre mi cuello ahora podría decir que el poco oxígeno que quedaba dentro de mis pulmones se había escapado por cada poro de mi piel, un suspiro se escapo de sus labios, sin embargo de manera brusca logre separarme de él, Kōga tenía las mejillas teñidas de un rosa semejante al fucsia su pecho subía y bajaba como si acabará de correr miles de kilómetro, aun que dudo que si hubiera corrido no tendría la misma reacción de ahora

—¿que acaso te comió la lengua el lobo? —pregunto con burla, sin embargo eleve mi mano en el aire y con fuerza la estampe en su mejilla dejando la misma marcada en ella y su rostro estaba hacia un lado

— ¡eres un cobarde! Y por lo visto veo que tengo razón — respondí con enojo, como respuesta él solo se río y su mano izquierda tomó con fuerte mente mi ante brazo izquierdo acercándome a él de nuevo puso su mano en mi barbilla ejerciendo presión.

Sus labios golpearon los míos podía comparar su beso a la fuerza de una tormenta con la misma intensidad con la que lo había hecho la primera vez y podría decir que incluso hasta más, hasta que volví a revolver mi cuerpo para safarme de su agarré, mi mano contraria golpeo su otra mejilla esperando causar el mismo dolor que con la otra y como resultado solo obtuve una carcajada de el

—yo escojo a quien beso y a quien no— respondí y girando sobre mi propio eje para marcharme de ahí

𝐄𝐥 𝐂𝐔𝐄𝐑𝐏𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐃𝐄𝐒𝐄𝐎《Inuyasha》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora