𝐄𝐥 𝐂𝐔𝐄𝐑𝐏𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐃𝐄𝐒𝐄𝐎《Inuyasha》

𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 είκοσι τρία

No entendía que es lo que había hecho mal, como es que de un momento a otro el amaba a otra mujer como había jurado amarla a ella hace tantos siglos atrás.
La odiaba demasiado, con toda su alma que en más de una ocasión le deseo la muerte con todo el coraje que albergaban su alma y corazón deseando que ella nunca hubiera aparecido en la vida de Inuyasha. Pero tampoco podía culpar la por amarlo tanto como ella, amabas compartían un sentimiento tan hermoso como capaz de destruir a una persona.

-¿a que has venido Inuyasha? - pregunto al sentir la presencia un tanto diferente a la cual el es poseedor - o acaso vienes a insultarme de nueva cuenta, como viene siendo ya tu costumbre - no recibió respuesta, de un momento a otro dejo de sentir su aura al que de escuchar sus constantes pisadas -¡¿Inuyasha?!- pregunto de nueva cuenta y como respuesta solo logro sentir un cálido aliento en la curvatura de su cuello y hombro

-eh vuelto por lo que es ¡mio! - el susurro que salio de sus labios solo fue audible para ella-lo recuerdas, así como en los viejos tiempos- añadió esta vez abrió sus labios sus afilados colmillos acariciaron con un desbordante deseo de encajarse en la tersa piel correspondiente de la reencarnación de la diosa

-si - respondío en un pequeño murmullo -lo recuerdo perfectamente - añadió y su cuello se inclinó hacia un lado para darle más espacio a él oji dorado - como si fuera ayer

- antes que cualquier cosa se llegue a dar entre nosotros -aclaro y paso saliva con nerviosismo haciendo que su manzana de adán se moviera -quiero pedirte perdón, por mi mala acción hace unos momentos atrás, no merecía que yo te tratara de esa manera - la tomo de los hombros con ambas manos y le dio la vuelta para que ella quedara cara a cara con el ambos mirándose fijamente

- eso ya no importa ahora, lo que realmente importa es que te tengo devuelta - dijo desesperada sus manos se colocaron en ambas mejillas del peli plata y acaricio estas con ternura los ojos de la mujer se nublaron de lágrimas de felicidad -¿como es que, recuperaste tus recuerdos? - pregunto con la voz cortada de la alegría tenía tantas ganaste de besar lo abrazarlo, en fin un mil de cosas

- no se, solo sentí un pequeño dolor de cabeza y me desmalle - mintió sus pupilas se dilataron al recordar la manera en que recuperó su cuerpo sin que la reencarnación de la diosa se diera cuenta - cuando desperté, yo ya recordaba hasta el más mínimo detalle de todo lo que ah pasado - añadió y puso su mano derecha sobre la de, la joven para que esta no se alejara de su mejilla y acariciara de nueva cuenta

-no importa como hayas recuperado tus recuerdos lo que importa es que estas aquí que de nueva cuenta eres tu mi amado Inuyasha, mi más amado Ares - dijo y el oji dorado se inclinó hasta quedar a la altura de la rencarcarnacion de la diosa y que esta dirigiera sus labios a la frente del hombre, besando lo en el acto

-te prometo - dijo y quito las manos de la mujer y las mantuvo en las suyas, después las llevó hasta sus labios y beso los nudillos de ambas con ternura - No. te juro que esta ocasión será sumamente diferente a las otras esta vez no habrá nadie que se entrometa entre nosotros, ¿de acuerdo? - continúo y le sonrió de vuelta esta vez estaba completamente seguro de que sería sumamente diferente a todas aquellas desastrosas ocasiones

-¿que pasara con Kikyō? -pregunto y quito sus manos de las de Inuyasha, sus ojos ______ sentellaron en frialdad y se separo de el, alejándose unos pasos hacia atrás

-¿que pasara con ella? - ahora pregunto el oji dorado con desconcierto no entendía a lo que se refería así que camino un poco para hacercarse a ella pero de nueva cuenta se alejo de él

-si ¿que pasara con ella?,¿ cuando de nueva cuenta aparezca? - pregunto y el solo la miro con los ojos apagados y los labios entre abiertos -¿iras de nueva cuenta tras ella?, ¡¡Así como hacen los perros para ir tras sus dueños!! -comenzó a alzar la voz con coraje y su mirada se volvió retadora ante el hombre frente a ella

- ¡¡BIEN!! De acuerdo quieres que responda a tus preguntas, ¡perfecto! lo haré -contesto con coraje en su voz, entonces sin esperar más tomo a la rencarcarnacion de la diosa y la besó con brusquedad, ella tardó en responder pero al final lo hizo y pudo seguir el ritmo tan apasionado de Inuyasha, ambos sintieron la falta de aire por lo que se separaron jadeando

-por que no entiendes que me rompes a pedazos cada vez que estas serca de esa mujer - susurro con tristeza y coraje en su voz, no esperó a que el oji dorado respondiera y lo volvió a besar, la reencarnación de la diosa del amor lo empujo con brusquedad haciendo que el peli plata callera sobre el pasto de aquel prado donde ambos se encontraban y ella con una fiereza digna de representarla se subió sobre el a horcajadas

Nota. Los deje con la intriga verdad