Capítulo veintiuno

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La plata y el oro para Earth ya no eran tan brillantes como antaño pues ya no disfrutaba de los botines, ni de la lucha.

Era​ como si se estuviese ahogando en un mar de dolor o como si estuviese en un abismo que no se acababa nunca.

Este se pasaba el tiempo en su camarote y cuando salía se sentada en unos de los barriles de ron y miraba al horizonte sin decir nada, en total silencio.

Los hombres sabían que el Capitán ya no era el mismo, la ausencia del exmonje lo tenía así, ya no tenían dudas pues a pesar de que tenía una hermosa mujer y hasta un hijo en camino, este seguía sumido en la tristeza y el desánimo.

En cada uno de los puertos en los que desembarcaron, este se quedó en el barco, ya que ni siquiera iba a la cantinas a celebrar con los demás.

Este ya no se distraía, ni divertía, era como un espectro del bravo capitán que un día había sido.

La mayoría de la tripulación creían que seguramente Mix ya no estaba vivo pues era imposible que sobreviviese él solo, compadeciendose de él pues pudiera ser que su Capitán estuviese llorando un amor que jamás se había dido y que jamás se daría.

Los amargos días fueron pasando uno, tras otro y Earth cada vez sentía que esa vida ya no lo llenaba, no sentía ningún tipo de placer al encontrar tesoros o riquezas, así que finalmente un dia decidió regresar a Bangkok antes de tiempo.

Este ya no aguantaba más y quería estar con su hijo, el cual seguro ya habría nacido y aunque hubo discordia a bordo, regresaron.

Janis dio a luz en su fecha correcta, ya que los nueve meses se dieron, aunque tan solo habían pasado ocho desde que se había metido en el lecho de Earth, por lo que pagó muy bien a la partera para que apoyase su mentira de que el niño se había adelantado.

May y Pam se creyeron que era ochomesino, al igual que las gentes del pueblo, aunque la única que no se lo creyó fue Griselda, además de que esta vio que el bebé no se parecía en nada a Earth cuando este había sido recién nacido.

El niño tenía el pelo castaño al igual que sus ojos, era grande y blanco de piel, cuando el joven capitán había nacido con el pelo totalmente negro, una naricilla muy particular, igual a la de su difunto padre, pequeño y moreno de piel.

Meses después, con sus bodegas llenas el Alma Furiosa atracó y la noticia de que Earth era padre de un hermoso niño que ya contaba con cinco meses , por lo que este corrió desesperado hasta su casa pues quería conocer a su hijo.

Este sintió que estaba en un sueño, ya que su hijo era precioso y perfecto, entonces lo cargó en su regazo y lo acunó con mucho cuidado, deslumbrado pues ningún tesoro, oro o plata se podía comparar a poseer un pequeño trozo de él.

Este sintió que estaba en un sueño, ya que su hijo era precioso y perfecto, entonces lo cargó en su regazo y lo acunó con mucho cuidado, deslumbrado pues ningún tesoro, oro o plata se podía comparar a poseer un pequeño trozo de él

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La sensación de ser padre por primera vez, teniendo una pequeña vida en sus manos era increíble por lo que no pudo evitar que varias lágrimas recorrieran sus mejillas.

Janis sonreía satisfecha pues su plan había culminado con gran éxito y su hijo tenía un padre que si lo quería y lo protegería para siempre, mientras  que Angelo tan solo era historia.

Sin embargo esta se quedó muy débil del parto, así que permaneció reposada, por lo que el feliz papá y la abuela se ocupaban del baño del bebé y de su manutención, procurando que no le faltase nada.

Phupha era un bebé amado.

En cierto modo, parte del gran vacío en el corazón que el capitán se llenó y su vida tuvo una nuevo sentido, una ilusión y le dio un motivo para no desear morirse a cada paso.

Finalmente, Earth tenía un motivo por el cual volver a sonreír.

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1. Mi ardiente capitán - EarthMix TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora