Ésta es la historia de temibles piratas a la búsqueda de grandes riquezas y ansiosos de cofres llenos de oro y plata, los cuales descubrirán también, que hay otros tesoros que no son de metal, sino que son de carne y hueso.
Este será el caso del val...
Al llegar al Alma Furiosa de nuevo, el capitán y AA, tumbaron a Mix en una de las mesas del camarote de este pues su hamaca sería aún peor para su adolorida espalda y acto seguido le levantaron la camisa para verle el gran moretón que tenía.
...—¡Ese maldito monje le dio un mal golpe!— gruñó Earth furioso.
—Tranquilo mi capitán... unos días de reposo y el aprendiz volverá a dar la tabarra con sus sermones— dijo AA revisándolo con detenimiento.
Luego de dejarlo solo mientras contaban sus riquezas, en la noche al exmonje le subió la fiebre y el moretón se volvió más visible y púrpura, por lo que apenas pudo descansar.
En sus delirios decía cosas y a su lado, el capitán permaneció haciendo guardia a su sueño, mientras algunos se fueron a descansar y otros estaban bebiendo y cantando en cubierta.
...—N-no, no D-Dios... no me abando-nes, no quiero ir al infier-no—hablaba este.
—Ssssh.. tranquilo no pasa nada, descansa—le decía Erath acercándose mientras cambiaba el trapo húmedo de su frente.
El chico estaba bañado en sudor y su cuerpo desnudo ardía pero ese era el método más eficaz para combatir la calentura, aunque AA también le había dicho que debía pasarle el paño húmedo por el cuerpo, acariciando suavemente.
El mayor no sabía en que momento aquello le empezó a parecer erótico, si fue el rozar del precioso cuerpo del exmonje con el húmedo paño, si los suaves gemidos de alivio que este, los cuales se escapaban de sus labios febriles pero cuanto más le aliviaba la fiebre, más calor sentía este en su cuerpo y su más que necesitada polla, palpitaba dentro de sus pantalones, deseosa de ser atendida.
—Oh joder chico, eres tan bonito que incluso febril y bañado en sudor, enciendes mi pasión —susurró este jadeante mientras lo contemplaba.
—No, no padre An-Ángel, per-perdoneme—Seguía diciendo el castaño en sus delirios.
—Maldito hijo de puta... el monje que te hizo esto, lo mataría una y mil veces más si pudiese, ¿por qué tuviste que entrar?, ¿por qué no te quedaste fuera, virgen rebelde?, ¿Qué querías demostrar?
El capitán estaba muy preocupado por él, ya que este le despertaba cosas que hacía años que no sentía, cosas que había querido ahogar enterrandolas con la barbarie pero verlo así, tan frágil y desvalido, hacía que el corazón se le estrujase.
A lo largo de los meses, el extraño monje había pasado de ser un molesto rehén, a un empleado muy eficiente y finalmente s un marinero leal y eficiente.
Al llegar el alba, ya mucho mejor, Mix abrió sus ojos y se encontró al pie de su improvisado lecho, al capitán dormido con el paño húmedo en una mano y una botella vacía en la otra.
—Se ve tan bien así dormido—susurró este incorporándose—… no parece el rudo y distante capitán que es cuando está despierto.
Este se moría por tocarlo, ya que sus dedos le picaban por sentir el tacto de la tostada y sensual piel de Earth, también quería enredar los negros cabellos de este en sus dedos.
Su boca entreabierta, adornada con sus atrayentes labios carnosos, lo hipnotizaban e invitaban a pecar y por un instante, el castaño pensó en besarlos pues el mayor seguía sumido en los brazos de Morfeo.
—Está dormido, ni se dará cuenta.
Siguiendo el impulso, Mix inclinó su cuerpo, aproximando su cara a la del capitán y entonces sintió su cálido aliento en las mejillas.
—Solo será un beso de agradecimiento, no sería extraño.
Earth respiraba fuerte, ya que estaba profundamente dormido y este quería agradecerle que le salvase la vida y que lo cuidase toda la noche.
—No pasará nada, ni lo sabrá
De repente, el capitán se humedeció los labios y eso hizo que una corriente eléctrica azotase el cuerpo del hipnotizado castaño, entonces no pudo resistirse más y se inclinó del todo presionandolos con los suyos.
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Un fuerte golpe tras la puerta lo hizo separarse rápidamente, aunque sus pensamientos y su nerviosismo permanecieron un buen rato.
La puerta se abrió.
—Saludos, Mix. Veo que has amanecido mejor...nuestro capitán ha cuidado bien de ti— dijo Tay, caminando hasta Earth y moviéndolo, el cual sonrió feliz al ver al castaño despierto y sin fiebre.
—Que bien que estés mejor
Mix se derritió al ver la amplia y hermosa sonrisa que el capitán esbozó pues muy pocas veces lo había visto sonreír de esa manera y ahora era gracias a él, sorprendentemente estaba sonriendo por verlo mejor.
—Me alegro de verte bien muchacho, nos has dado un buen susto— habló nuevamente el mayor levantándose para irse—… emm, AA tomará mi relevo, yo debo supervisar el rumbo.
El aprendiz soltó un suspiró, en el cual se le fue el alma también.
