Narra USA.
Después de tal vez unos veinte minutos de espera, escuché que una puerta fue abierta.
Levanté la mirada curioso, pues quise ver de dónde salía Méxi. Al parecer el baño estaba más al fondo del departamento, pues Sweet regresó a la sala desde un pasillo.
Ésta vez, él estaba vestido con unos jeans rasgados y sudadera blanca; me miró por un breve instante y luego volvió a agachar la cabeza.
Me levanté de la silla por instinto y también tomé la mochila que había dejado en el suelo, para luego acercarme con cautela hacia el contrario.
Por su parte, México no dijo nada y solamente fue a sentarse en el sofá de un principio. Se mantuvo inclinado hacia abajo, ocultando su rostro con las manos y se puso el gorro de la sudadera.
No dije nada y simplemente tomé la iniciativa de sentarme al lado suyo. Luego puse la mochila a mi izquierda.
—Lo siento —me dijo una vez que estuve junto a él.
—No tienes de qué preocuparte —respondí, sabía que él contrario estaba avergonzado por lo sucedido—, es tu trabajo y lo respeto mucho.
—Ese no es el punto —suspiró aún con las manos en la cara—, eres mi amigo y no quería que tuvieras esa impresión de mí.
Entendí a lo que se refería, pero la verdad era que no estaba tan interesado en ello; fue incómodo que nuestras miradas se cruzarán justo en aquel momento, pero eso no me hacía pensar cosas malas de él.
Tratando de animarlo, posé mi mano sobre su espalda y masajeé un poco.
—Exacto, somos amigos y es por eso mismo que te digo que no te preocupes —le dije—, los amigos están para apoyarse.Aún así, parecía que no le había servido tanto de apoyo, pues solamente quitó sus manos de la cara un breve instante para mirarme y luego volvió a cubrirse.
Aparté mi mano de su espalda y agaché la mirada, había cierta incomodidad en el ambiente y no sabía qué hacer.
Miré de reojo mi mochila y recordé que había llevado algo de comida para desayunar con él. Fue así como jalé la maleta y abrí el cierre de la misma, para luego sacar las dos bolsas de papel que tenían las hamburguesas.
—Te traje algo de desayunar —le dije al mexa, quién me miró de rojo—. Olvidemos lo que pasó y solo desayunemos.
Me di cuenta de que eso le ayudó a tener más confianza, pues apartó sus manos de la cara y se enderezó.
Le entregué aquella bolsa de papel que estaba levemente grasosa y él la recibió con una leve sonrisa.
—Gracias —me dijo.Después, saqué los refrescos al igual que la fruta picada y las puse sobre el suelo mientras estábamos ocupados comiendo las hamburguesas.
—¿Por qué viniste hoy? —preguntó el de piel morena.
Suspiré un tanto frustrado antes de decirlo.
—Mi familia quiere que vaya a Miami —contesté—, el problema es que serán varios meses.—Entonces, ¿no vas a volver?
—No estoy seguro —lo miré de reojo—, sé que si no voy mis padres podrían perjudicarme de algún modo.
Volví la vista hacia la hamburguesa y miré con detalle la parte que ya había mordido, todavía me mantenía muy pensativo respecto a la idea de irme.
—Te voy a extrañar —soltó en un suspiro, a lo cual, yo levanté la mirada—, me resultaste muy agradable y en verdad agradezco las veces que viniste solo a charlar conmigo.
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Sweet • Countryhumans • USAMEX
FanfictionMéxi Sweet, el nombre artístico de un afamado stripper que se prostituye en uno de los antros más caros de las Vegas. No hay reglas allí, mientras tengas el dinero suficiente, todo es posible dentro de ese edificio lleno de lujuria, alcohol, erotism...