Rubatosis

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Algo martilleaba en sus costillas, pecho, en sus oídos, fuertemente, tan nítido como cuando viertes un chorro con agua en algún contenedor vacío... Era constante, rápido, furioso, se encontró sin aliento, miró al que sostenía sus manos, parecía un poco sorprendido observándolo directamente a los ojos, hasta que la enorme mano del tío Jiang Cheng los cubrió y sus manos fueron tomadas por su otro tío.
-¡Qué bromista rabanito! Aunque no sea tu primo de sangre, no es educado decirle algo así como juego ¿Eh?-Fue su único comentario mientras arrastraban al castaño hacia afuera.

Lan Sizhui vió como se alejaban, hablando en la lengua que nadie entendía ni conocía, nadie excepto él. Palabras inconexas llegaron a su cerebro "Ibas a quemar todo" "cálmate, sólo era una broma" "aún tienes el núcleo, reacciona" "si quieres volver..."

Jingyi seguía estupefacto, mirándolo atento, el Lan mayor tomó un pedazo de lechuga y  lo metió en la boca abierta de su primo, provocando la reacción del menor que masticó.
-Acabas de pedirle matrimonio-Susurró... -Frente a todos... -Continuó
-Él lo hizo -Corrigió Sizhui
- Y te rechazaron-Jingyi abrió los ojos con más asombro - A ti... Al más perfecto de todos-Murmuró ido

Sizhui negó con calma, en realidad lo tomaron como la broma que era, así que no hubo rechazo, estaba más intrigado por lo que vió: en las pupilas café, por un segundo le pareció ver una llama dorada, como si el sol se hubiera reflejado dentro de las oscuras pupilas, miró sus manos, sentía aún el ardor... Cuando terminó de comer apenas escuchó el sermón de su tío abuelo, cavilando todavía por los acontecimientos, sabía que debía copiar 60 veces parado de manos... Sólo eso, porque dentro de su cabeza, recordaba el poema que su madre una vez le recitó...

"Blanca piel, luminosa tez, arribó de las estrellas... dama fiel que un deseo de amor a la tierra la condena..."

Cuando terminó el castigo, caminó directamente a su recámara, meditando... Jin Ling no apareció, había caído literalmente del cielo, por otro lado, tenía una piel pálida y cuando lo tuvo en brazos además de notar el esbelto cuerpo, pudo ver una extraña luz en su piel y ropa...
Si vió correctamente y seguramente fue así... El brillo en las pupilas no era su alucinación.

Escuchó ruido, sin pensarlo se ocultó, el castaño salió a mirar el cielo, con el ceño fruncido.

En el silencio, con la fría brisa, Sizhui sintió dolor, algo en su pecho que ardía, dolía y quería solamente abrazar al muchacho, decirle que todo estaría bien... Se sintió conmovido, la luna llena parecía apuntar su luz directamente a su piel volviéndola aún más blanca y luminosa... Como si esperara que de esa forma alguien notara la presencia del chico, era demasiado desolador

Lo que en un principio Sizhui pensó era solo un cuento de hadas de pronto le pareció real. Y si era cierto tal vez ese muchacho... Era un hijo de las estrellas, como en la historia. Todo tendría sentido entonces, se había enamorado, lo que aparentemente era un tabú, provocando que fuera exiliado del mundo de donde venía, por otro lado indicaría que tanto su madre como el tío también venían de ahí...

-Es el destino... Destino mi abuela-bramó el castaño, luego levantó ambas cejas e hizo una ligera reverencia, asustado o arrepentido, fingió una sonrisa cálida -Ahora estamos comprometidos- Imitó, Sizhui apretó los labios con una sonrisa sardónica -¿Quién quisiera comprometerse con alguien que aún cree en cuentos de hadas? ¿Mm? Tan infantil...  una broma como esa... ¿Qué edad tiene? ¿Cinco?

Lan Yuan se mantuvo al margen, no iba a entrar en el juego...
-Tiene el mismo sentido del humor que el cara de muro de su padre, es decir ninguno -Soltó el Jin, Lan Yuan cerró los ojos, exhaló, caminó lentamente en dirección a la recámara del tío Qiren...

-Entiendo que es un invitado... Pero en el receso de las nubes tenemos costumbres-Lan Qiren acarició su barba, Jin Ling apretó los puños en sus rodillas -El toque de queda es a las nueve, no debería estar fuera de sus aposentos, pero ya que es nuevo en este lugar... Tan sólo le haré saber las reglas -Qiren desenrolló el papel que se desplegó según el castaño hasta el fin del mundo... Y pasó alrededor de 8 horas escuchando las 4001 reglas del clan Lan que ya conocía porque las escuchó cada vez que asomó desde el firmamento, todo gracias al tonto muchacho que parado de manos realizaba la laboriosa tarea de transcribir las mismas reglas citadas una a una por el otro aburrido hombre.
- Y finalmente... No asociarse con Wei Ying -Finalizó, Jin Ling tenía el cuerpo entumecido
-Es mi tío -Resopló el castaño
- ¿Qué dijo?-Preguntó el hombre, Jin Ling tuvo ganas de morder su lengua, mas ya estaba harto
- Es mi tío-Repitió simplemente -Esa regla es absurda para mí -Completó -Mi jiujiu y Wei Wuxian ¿No hacen mucho por su secta? Mejores mapas, aparatos novedosos, incluso los espejos bifocales de sus telescopios... el clan Gusu Lan no sabe agradecer -Farfulló, el de la barba se puso rojo de ira -Ah pero debo corregir- Jin Ling sonrió maliciosamente -Wei Wuxian ya no es mi tío marcial... Es mi suegro -En voz fuerte y clara, delante de otros miembros jóvenes de Gusu, el tío y después de que A-Yuan tuviera que colocar estrepitosamente la palma que sostenía su pincel para no caerse...
Entre varios tuvieron que sostener a Lan Qiren... Que murmuraba un "no de nuevo ¿Qué tienen los hombres de tierras lejanas con nuestro clan?"

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