Deseo navideño ☄️

¿Dudas o celos?

Campo de entrenamiento - Equipo 8

Un kunai...

Dos kunais...

Tres kunais...

Hanabi perdió la cuenta de todos los que su hermana ya había lanzando contra el pobre árbol frente a ella, dio una mirada a su alrededor viendo los troncos destruidos por haber usado su técnica de rotación y es que seguía sin entender cómo por una salida a comprar los kimonos para la cena del día siguiente acabo en un entrenamiento que comenzaba asustarla por la forma en que miraba a todos lados con el byakugan activó, por más que deseaba detenerla y preguntarle lo que sucedía no se atrevía pues si algo sabía de su hermana era el miedo que podía dar al estar enojada.

Que Dios se apiade de la pobre alma que causó su enojo.

Pensó con gran preocupación esperando que no fuese nadie de su clan el culpable.

La morena termino por lanzar el último de sus kunais mirando sus manos heridas por haber sido una descuidada al usarlos. Se dejó caer al suelo mirando el cielo de esa mañana, —¿Cómo acabé así?—, sonrió irónicamente al recordarlo. Ese día su padre le había pedido ir con Hanabi al pueblo para comprar sus respectivos kimonos para la cena del día siguiente, Hiashi deseaba que sus hijas resaltarán y no solo se hablará del compromiso si no de lo bellas que eran, al final del día su padre era un orgulloso respecto a ellas. Acepto ir pensando en pasar por los territorios del clan Uchiha, quería ver a Sasuke después de comprar lo que necesitaba y ayudarlo con cualquier cosa que necesitará en su nuevo hogar. Con esa idea salió del complejo en compañía de Hanabi, ambas reían entre sus conversaciones atrayendo las miradas de los aldeanos y por una vez no se sintió cohibida debido a la atención.

Todo iba normal hasta que llegaron a unas de las tiendas sugeridas por Ino, la castaña estaba feliz al estar junto a su hermana y Hinata no podía ocultar sentirse igual, sin embargo mientras elegía su kimono una conversación atrajo su atención:

¿Lo viste? Sakura y Sasuke se estaban besando en el puente.

Aquello rompió su corazón, de inmediato recordó lo sucedido con Naruto obligándose a no llorar.

No se supone que está comprometido con Lady Hyuga.

Es cierto, se suponía que ambas eran amigas pero mira; ya Haruno le quitó un hombre más.

Entonces Sakura tiene algo que Hinata no.

No termino de escuchar la conversación al oír a su hermana llamarla y eso fue suficiente para que ambas mujeres dejarán de hablar al percatarse de que habían sido escuchadas por Hinata Hyuga. Después de eso salió de la tienda sin comprar nada, Hanabi apenas había podido alcanzarla en el campo de entrenamiento y lo primero que vio fueron las bolsas con los kimonos que posiblemente ella había elegido para ambas.

—¿Qué Sakura que yo no?—abrazo sus piernas como una niña ocultando su rostro en ellas. Hanabi no entendía su pregunta—: es cierto, no soy la mejor de mi generación y mis conocimientos médicos son pocos pero...me esfuerzo cada día por mejorar...

—¿Por qué me preguntas eso?—el sonido de un sollozo atrajo la atención de la castaña—: ¿Qué pasa Hinata?

—M–Me du–duele...—Hanabi dejo caer las bolsas al escucharla, corrió a su lado abrazándola con fuerza—: porque... porque no me deja ser feliz...¡No puedo entenderlo!