Recuerdos; Hinata

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Estaba asustada, no sabía cómo reaccionar después de haber recordado todas aquella escenas las cuales no dudaba fuesen cierta, —Sasuke—, nunca antes pensar en su nombre le hacía sonreír. Se dejó caer en su cama observando el techo, sus lágrimas seguían cayendo de sus ojos y una vez más el mismo dolor de cabeza la obligó a sostener su cabeza entre ambas manos como si de aquella forma pudiese mitigar la fuerza del dolor.

—Ya...por favor ya...—termino haciéndose un ovillo en su cama sin dejar de llorar.

Ambos se miraban con aquel tímido sonrojo impreso en sus mejillas, nunca antes habían sido tan atrevidos como para cruzar aquella línea pero Sasuke simplemente le había dicho que ella era su novia y al ser mayor ambos estarían juntos. En Konoha existía la tradición que durante la primera nevada una promesa se haría igual de fuerte que el invierno, ese era el pequeño deseo de sus corazones; estar juntos.

Por lo que Hinata termino recibiendo un beso fugaz en los labios de parte del azabache y a pesar del miedo de ser visto así como los nervios se atrevió a decir que aquel atrevimiento le gustó hasta el punto que deseaba volver hacerlo cuando fueran mayores  y sus padres no fuesen capaces de castigarlos de por vida.

Sasuke desvío la mirada evitando verla, ese pequeño gesto hizo sonreír a Hinata pues ella amaba ver ese tipo de facetas del Uchiha menor.

—¡Niños!la pequeña ojiluna dio media vuelta al oír la voz de una de las mujeres que servían a la familia Hyuga. Sasuke sin soltar su mano camino con ella hasta la joven mujer que los observaba con una genuina sonrisa—: Hinata–Sama, su padre la necesita en la habitación de su madre.

—¿Pasó algo?—la castaña se acercó tomando su mano libre.

—Su madre rompió fuente, su hermana está por nacer—Hinata le dio una mirada a Sasuke antes de soltarlo y correr a la habitación principal de la mansión. Sasuke la siguió de cerca pero fue interceptado por su hermano quién lo tomo de la mano impidiendo que avanzará.

Hinata observaba a su yo más pequeña avanzar entre el grupo de Hyuga's en el pasillo, recordaba aquella sensación de miedo y tristeza al avanzar en busca de su padre aquel día. Hiashi la miro, extendió su mano hacia ella quién temerosa la tomo sintiendo en la mirada de su padre el miedo. Desde la interior de la habitación podía oír los gritos de su madre sufriendo los dolores del parto, quería ir a su lado y darle apoyo pero la fuerte mano de su padre lo impidió. El llanto de un bebé nacer rompió el silencio que se había formado después del último grito de su madre. Las puertas corredizas fueron abiertas por una mujer de cabellos y ojos azabaches.

Hina–chan, Hiashi es mejor que entren—la mujer levantó la mirada hacia el grupo encontrándose con unas orbes oscuras—: Fuhaku, tú también.

Hinata miro al hombre alto de cabellos negros pasar a su lado siguiendo al grupo, —mis recuerdos no eran de esta forma, ellos no existían en ellos—. Aquel pensamiento la confundió, aún así decidió seguir mirando.

Su corazón se agito al ver a su madre con un semblante palido, su frente perlada de sudor con algunos cabellos adheridos en ella. En sus brazos sostenía un pequeño bulto, sonreía a su pequeña hermana a pesar del dolor.

—Ella debería descansar, perdió mucha sangre la bebé venía en una posición complicada—al ser tan pequeña Hinata no entendía que sucedía, pero podía ver en la expresión de su padre que era algo grave. Sin prestar mayor atención se acercó a su madre, está le tendió la mano pidiéndole sentarse a su lado.

—D–Debes cui–darlas Hiashi y tú Hina...—Hinata asintió al igual que su padre, las lágrimas inmediatamente comenzaron a derramarse de sus ojos perlas.

Deseo navideño ☄️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora