Primavera

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Hinata abrió la ventana de su habitación mirando el cielo de esa mañana, el azul del cielo y aquellas nubes blancas le inspiraban a dar un paseo por la aldea en compañía de sus amigos pero ese día Kiba saldría de misión con Shino y Akamaru, ella por otro lado tuvo que permanecer en el complejo Hyuga debido a que Hanabi y su padre estaban de visita en la aldea vecina. Se dejó caer en su cama nuevamente mirando los árboles del exterior, el manzano junto a su ventana comenzaba a florecer recordándole la llegada de la primavera.

Decidió que esa mañana sería mejor quedarse en el complejo y ayudar con la limpieza de primavera, lo menos que deseaba era tener tiempo libre y pensar en él o extrañaría nuevamente estar a su lado. Dos toques en su puerta la obligaron a salir de la cama y abrir la puerta encontrándose con unos ojos iguales a los suyos

—Buenos días Ko, ¿Paso algo?

—Tiene una visita Hinata–sama—Hinata no recordaba haber quedado con nadie para ese día, sus amigos no estaban y Sasuke le había escrito diciendo que estaban muy lejos de encontrar el experimento—: es la señorita Haruno.

—¿Sakura?—un escalofrío recorrió su piel al recordar la última vez que se vieron y como la atacó frente a su familia.

—Señorita—Ko la sujeto de los hombros al ver el miedo en su mirada, no permitiría que nadie viniese a lastimarla—: le diré que se vaya, no tiene porqué recibirla.

—Yo...no debo tenerle miedo, Sasuke dijo que ella no intentaría lastimarme de nuevo aún así...ya no siento confianza con Sakura—el castaño termino soltandola, se inclinó acariciando su cabello—: ¿Eh?

—Señorita Hinata usted es fuerte y no lo digo por sus habilidades ninjas, su corazón es fuerte porque ha sabido soportar innumerables pruebas desde muy pequeña. Si el joven Sasuke le afirmó eso, confíe en él—un suave sonrojo apareció en las mejillas de la morena—: si no confía en ella confíe en las palabras del joven Sasuke.

—Gracias Ko, por favor dile que iré en un momento.

El castaño asintió, hizo una reverencia dando media vuelta para regresar al recibidor. Después de la muerte de Neji él se había encargado de cuidar de la princesa Hyuga, sabía que siempre era blanco para que las personas jugarán con sus sentimientos debido a su buen corazón y esa era una de las muchas razones por las que Neji acababa enojandose y es que el genio Hyuga no comprendía como su prima caía una y otra vez, —tiene mucha fé en las personas—, no evitó recordar las palabras de Neji en uno de los entrenamientos del dojo cuando Hinata término exhausta en el suelo junto a Hanabi, ambas reían a pesar de sentir que sus cuerpo no daban para un movimiento más de sus extremidades. En ese momento entendió que la primogénita de la rama principal de la familia Hyuga era diferente y no por su cabello o el tono lavanda en sus ojos, no. Hinata Hyuga no guardan rencor ni mucho menos algún otro tipo de maldad, ella siempre buscaba la parte buena en las personas que la rodeaban y era por causa de su extrema confianza que terminaba con el corazón roto como ocurrió al aceptar al rubio como su prometido.

Observó a la joven de cabellos rosados en la entrada de la mansión, Sakura observaba al suelo como si fuese lo más importante en ese momento, sus ropas no eran la típica vestimenta que usaba para sus misiones esa vez usaba un vestido color magenta con bordados en color blanco, sus sandalias ninjas y su cabello que después de la guerra había crecido un poco se encontraba atado en una coleta alta.

—Por favor siga, Hinata–sama la recibirá.

Escuchar las palabras de Ko le trajo alivio pues por un momento pensó que no la recibiría y a decir verdad no la culpaba si terminaba negándose a verla. En silencio el castaño la llevó hasta la oficina de Hiashi, pensó que sería el lugar más privado de toda la mansión para que ambas pudieran hablar.

Deseo navideño ☄️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora