𝐟𝐨𝐫𝐛𝐢𝐝𝐝𝐞𝐧 || 𝚝𝚊𝚎𝚔𝚘𝚘𝚔

capítulo 13

Caída la noche, Jungkook llevaría a cabo una de las cosas que desde hace un tiempo anhelaba hacer.

¿A donde vamos con tanta prisa?- preguntó Taehyung, quien estaba siendo apurado por el mayor que lo tenía agarrado del brazo-

Ya lo verás- contesto sin más , haciendo que esas palabras abrieran una intriga aún más grande en Taehyung -

El muchacho solo se quedo en silencio, siguiendo a Jungkook hasta que en un momento, el camino comenzó a ser conocido para este, entonces supo inmediatamente donde se dirigían.

La Iglesia de su padre.

¿Qué carajos quieres hacer aquí? -cuestionó nuevamente- sabes que está prohibido Jungkook, mi padre...bueno en si el pueblo enloquecera.

Jungkook bufó, pues lo sabía perfectamente pero todo esa le importaba una reverenda mierda, se había propuesto algo y no iba a irse sin antes cumplirlo.

Sea con el consentimiento de Taehyung o no.

Al acercarse a la puerta, pudo divisar que esta estaba cerrada con un candado. Impidiendoles así aún más el poder abrirla.

Busco a su alrededor algo con que romper el candado pero fue inútil, nada sería completamente resistente o fuerte como para romperlo. Parecía ser de un material muy sólido para que cualquier cosa lo rompa.

Pero Jungkook no iba a rendirse fácilmente.

Entonces se le ocurrió otra idea

Entrar por la ventana.

¿Estas demente? - interrogó en ese momento- mi padre se infartaria si se entera. Vamos Jungkook.

El hombre volvió a hacer caso omiso al castaño, agarrando la perilla de la ventana y moviendo frenéticamente esta hasta fundirla, para que con facilidad pueda abrirla.

Kook...no deberia...-balbuceo pero fue interrumpido por aquel pelinegro.

Este es el lugar en el que más odiabas, piensa que esto es lo correcto, dejarás ir lo que siempre te ha molestado, porque ya ni siquiera le tomaras importancia pequeño, sólo Piénsalo. - comentó Jungkook, llamando inmediatamente la atención del castaño.

Venganza, ese sentimiento que es motivado por la ira y enfado por todos aquellos aún tienen vivos sus recuerdos de humillación y dolor. Para Taehyung, la venganza parecía darle un sentimiento de gran satisfacción.

Tan sólo pensaba en aquellos días en los cuales sus padres lo obligaba a ir vestido con los pantalones negros que no le quedaban por ser más grandes, esa sofocante camisa la cual debía de prenderse hasta el último botón, perfectamente peinado para ser la humillación entre toda la gente.

Aquellos días en los cuales era incomodado por Jae Bum y su grupo de perros falderos, recibiendo cada tipo de insultos y maltratos físicos y mentales, donde sólo debía de quedarse callado, donde el no podía defenderse porque era un completo inútil.

Aquellos días los venía a llorarles a sus padres por protección, porque lo habían golpeado y humillado a tan forma, que para un pequeño niño, tan sólo buscaba eso, protección. La cual sus padres se negaban al decir que todo era culpa suya, que debía aprender a defenderse si no quería seguir siendo un perdedor toda su vida.

En aquellos días que Taehyung tan sólo necesito un abrazo , necesito ser escuchado, donde necesita que alguien le diga que no estaba sólo. Sabía que era en vano el pensar en eso, más no existía una persona en ese asqueroso lugar que pudiera satisfacer sus deseos con simples palabras.

Hasta la llegada de Jungkook, donde pudo sentirse como siempre había anhelado. En este instante, los malos recuerdos habían inundado la mente de Taehyung por completo, sentimientos de compasión y misericordia no era lo que podía llegar a sentir en ese momento. Bajando la guardia y aceptando.