𝐟𝐨𝐫𝐛𝐢𝐝𝐝𝐞𝐧 || 𝚝𝚊𝚎𝚔𝚘𝚘𝚔

capítulo 40

"Padre nuestro que estás en los cielos; no nos dejes caer en la tentación, y libranos del mal"

Esa tarde, Jungkook había liberado a Taehyung, dejando que sea libre de rondar por cualquier parte de la casa, exceptuando la habitación en donde los hombres estaba trabajando. Taehyung miro extrañado, se preguntaba por qué estaban trabajando tanto en esto a lo que Jungkook sólo respondió que iban a celebrar un evento importante para todos ellos.

Taehyung se convenció en que no era asunto suyo, ya no quería ser un entrometido en cosas que no eran de su incumbencia. Aprendió la lección a la mala. En ese momento pudo percatarse como las puertas y ventanas se encontraban cerrada con seguro. Estaba atrapado junto a todos ellos.

"Hoy es una noche especial para nosotros tambien, cariño" -Dijo Jungkook palmeando el hombro de su pequeño-

Este solo dio una sonrisa ladida, algo incomodo pero sin decir una sola palabra, no se fiaba en ninguno de estos hombres y mucho menos en Jungkook. Pues sabía que el tampoco confiaba en él y que detrás de este manso comportamiento que mostraba se escondían sus verdaderas intenciones con él.

Debo resistir, es mejor que estar atado como un perro en ese lugar hediondo. -Pensó Este.

[...]

Cuando la noche cayó, la verdadera tortura comenzaría para no sólo para Taehyung si no también para Sana y SeokJin. Sin saberlo, los tres se encontraban atrapados en el mismo infierno, donde sus cuerpos serían usados para saciar el placer de aquellos hombres. Estos se encontraban sedientos de deseo o sangre, con meras ganas de destruir sus cuerpos de una manera exorbitantemente tortuosa y traumatica.

Finalmente lo terminarían esa noche.

Jungkook le había dicho a Taehyung que aguarde en la habitación, iba a chequear como se encontraban los demás y le prometió que no tardaría mucho. Pudo escuchar como este cerró la puerta con seguro para evitar que el joven salga y eso logró inquietarlo aún más.

¿Qué podrían estar festejando esos enfermos?

El pelinegro bajo hasta el sótano, abriendo la puerta de la habitación de Sana con brusquedad, la figura de la joven parada frente a él fue lo primero que pudo observar, su rostro miraba hacia abajo mientras su pelo le tapaba el rostro, solo podía escucharla sollozar de miedo, se encontraba totalmente desnuda de los pies a la cabeza, mientras su cuerpo temblaba como nunca antes. Esta tenía un collar alrededor del cuello, amarrada como un perro mientras Jungkook sostenía la cadena.

Jungkook se acercó a la mujer lentamente y se posiciono frente a ella, inclino la cabeza y tomó delicadamente su mentón para que levantara la mirada, cuando por fin pudo ver bien su rostro no pudo evitar sonreír ladinamente, sus ojos estaban cristalizados y perplejos del miedo, su rostro empapado de lágrimas que no paraban de salir y su nariz se había tornado roja contrastando el color pálido de su piel. Jungkook tomó el cabello de Sana y con delicadeza lo amarro para que su rostro fuera completamente visible.

"Mucho mejor ¿no?" -Jungkook volvió a mirarla fijamente con ojos autoritarios y mostrando superioridad ante su imagen tan bulnerable-" ahora camina" -ordenó con firmesa, estirando bruscamente la cadena sin importarle en lo más mínimo las quejas de dolor de la mujer-

Mientras tanto, los tres hombres se encontraban de pie en la habitación que fue especialmente preparada para la ocasión, aliniados uno alado del otro, mostrandose totalmente desnudos de los pies a la cabeza, esperando impacientes por la llegada de la femina. Era la noche en donde podrías hacer lo que les plazca a aquella mujer. Tal y como Jungkook se los había permitido.

La puerta se abrió, observaron como Jungkook arrojaba a la mujer al suelo como si de un pedazo de carne se tratase. Sana a duras penas observo a los tres hombres frente suyo totalmente desnudos,se encontraba completamente asustada que no le importo el llorar de miedo mientras abrazaba su delgado y maltratado cuerpo, sin dejar de temblar. La puerta se cerró fuertemente, Jungkook se había ido dejandola completamente sola con todos ellos.