𝐟𝐨𝐫𝐛𝐢𝐝𝐝𝐞𝐧 || 𝚝𝚊𝚎𝚔𝚘𝚘𝚔

forbidden

Mi nombre ha sido manchado por tu culpa.

Te he esperado.

Un mes.

Dos, tres...

Incluso un año.

¿Sabes lo difícil que es vivir de esta forma? Haga lo que haga, diga lo que diga, en todos lados soy recordado como el asesino de su propia familia. Como aquel hombre que perdió la cabeza y cometió uno de los crímenes más horribles en los últimos años.

Perdí la cuenta de cuantas veces me han negado un puesto de trabajo debido a mi expediente criminal, nadie quiere trabajar al lado de un maldito asesino. Las personas murmullan con miedo y rechazo en las calles como si pensarán que no me doy cuenta de ello. Alejan a sus niños de mi, no puedo hacer más que mirarlos con un rostro serio y distante, aunque en el fundo pienso en ese sentimiento de paternidad, en querer formar una familia.

Pude haber tenido una familia con ella...pero quizás yo era un joven estúpido como para tomar un papel importante así como lo era ser un esposo y un padre a la vez. Nadie puede culparme, teníamos solo diecinueve años cuando decidieron unirnos en el sagrado matrimonio y hasta hoy en día, te llevó presente como un dulce tormento, un tormento que ni siquiera me permitirá mirar a los ojos a tu familia algún día.

A veces recapitulo, veo lo estúpido que es el hombre, lo estúpido que soy como hombre. Tuve una oportunidad en mis manos pero decidí pensar en mi y en un hombre que logró corromperme, no pude mirarte de la forma que tu hubieses deseado, como esposa no te veía con esos ojos cegados de amor, pero como mujer nunca pude negar lo mágica y sublime que eras. Lamentare todos los días el no haber sido el esposo que hubieses esperado.

¿Crees que algún día pueda encontrar a alguien más?

¿Crees que pueda ser capaz de amar como lo hice?

¿Crees que pueda ser capaz de amar?

Taehyung se encontraba viajando en tren desde Seúl hasta Ulsan, una ciudad metropolitana, la cual sería su próximo destino. Durante el viaje miraba el paisaje boscoso con detenimiento, admirandolo por completo, era algo que le encantaba, detenerse a admirar las cosas, siempre la perspectiva de cada uno era diferente, sentía que encontraba belleza en eso que lograba contemplar con detenimiento. Algo dentro de él solo deseaba que el Ulsan pueda comenzar de nuevo una mejor vida.

"Atención pasajeros, el tren 101 con destino a Ulsan llegará pronto a su destino, por favor, al llegar desciendan en orden. Gracias." - Hablo la joven al micrófono-

Taehyung bajo del tren, admirando lo que ahora sería su nueva vida, soltó un ligero suspiro y camino fuera de la estación de tren. La gente se amontonaba en cada rincón como un gran rebaño, le hacía acordar a esos tiempos en los cuales su madre le pedía que ingrese el rebaño antes de que llueva, pero este cada vez se hacía más extenso y complicado, para que luego entren una acaparada al lado de la otra.

Un escalofrío recorrió su cuerpo, su piel se erizo tras el frío clima del lugar, no iba a mentir, la ciudad de Ulsan era muy hermosa aunque también debía ser muy costosa, se preocupa incluso de pensar si iba a encontrar un lugar para quedarse aquella noche, no podía darse el lujo de pagar un lugar muy caro por el momento, entonces debía rebuscar en lugares más económicos.

pero en cuanto comenzó a recorrer residencias buscando una económicamente barata, sus expectativas se fueron por los suelos al escuchar que estos pedían más de 1millon de wones mensuales. Preocupado y con un vacío por dentro, se retiro sin éxito alguno.

Se sentó en un banco en la calle, con el rostro entristecido, no quería tener que dormir esa noche en las frías calles. Sin embargo, una esperanza apareció dentro suyo al leer un aviso en un folleto pegado en un poste.

Se trataba de una residencia no muy lejos de donde se encontraba, donde podía leer que el precio era mucho más accesible que los anteriores y sin más nada que perder se motivo, dirigiéndose a dicho lugar.

Taehyung pensaba que las cosas buenas que solían pasarle últimamente eran como un milagro, una señal de Dios, quizás para algo mejor. Si, del viejo hombre que no era creyente en lo absoluto, evolución a lo que desde el principio debió convertirse, un hombre de fe.

Pero jamás sería un hombre como su padre.

Al llegar al lugar, se fijo en la recepción, una pequeña señora de avanzada edad le sonrió al darse cuenta de su presencia.

"Hola jovencito" -hablo amablemente sin cambiar esa sonrisa de su rostro-

"Hola" -respondió Taehyung, dando una educada reverencia a su mayor- "vine por el aviso del cuarto, si es que aún esta disponible..." -dijo este mientras mostraba el folleto en sus manos-

"Oh si, pasa por aquí." -al darse cuenta de su nuevo inquilino, la mujer dio un salto de felicidad mientras caminaba hacia la habitación con las llaves. "No creo que encuentres otro lugar como este y a este precio en Ulsan, de igual forma no te preocupes, tanto hombres como mujeres viven aqui."

Al abrir la puerta, Taehyung se dio en vuelto en otra decepción más, el cuarto era pequeño, solo había espacio para el solo, las paredes estaban llenas de moho y solo había una ventana que apenas si entraba el viento. Pero dándose cuenta de su situación, no le quedó de otra más que aceptar.

"Disfrute su estadía señor...?"

"Taehyung, Kim Taehyung " -respondió con una ladina sonrisa.

Este se adentro al cuarto y cerró la puerta, se sentó en el borde de la cama y comenzó a divagar por sus pensamientos.

Ya no podía negarse, quizás no fue un buen comienzo, ni un buen lugar, pero ya no puede pasar nada malo ahora.

¿Verdad?