012

782 53 5
                                    

Perseverancia.

"Estoy dispuesto a seguirte y convertirme en una mota de polvo"


La citara de Islazandi se había detenido varios segundos antes, la mujer se había levantado y escondido detrás de uno de los guardianes de Dragón.

La razón era sencilla, los dos cachorros se habían acercado tanto y se permanecieron mirando a Aegon fijamente, el más pequeño, rasgó con su pequeña pata y garra uno de sus muslos, llamando la atención, moviendo su cabeza de izquierda a derecha, abriendo y batiendo sus alas, emitió un chirrido, parecido a un ronroneo felino, mientras que "tormenta", solo le lamió la mejilla, y se echó a un lado cerca de su muslo, resoplando humo oscuro por sus fosas nasales, moviendo su larga cola escamosa lentamente, estaba de muy buen humor.

Reanudaron la ronda de atrapadas del día de ayer, siendo un poco diferente, pues los cachorros de dragón también apreciaron haber sido invitados a jugar, haciendo un poco de "trampa" al posarse sobre las ramas de los arboles. Y mientras Aegon les da algo de ventaja para huir y "esconderse" se encargó de despedir a Islazandi. También ha hecho tantas muecas para no reírse al ver correr también a los guardianes de Dragón detrás de los niños, planea disculparse con ellos apropiadamente más tarde.

Luego de varias horas de juego, los pequeños príncipes estaban muy cansados, Egg había jalado de la mano a su nueva hermana y la convenció de sentarse a su lado, como resultado los dos niños se habían acurrucado junto a la cálida barriga de "tormenta" quedándose dormidos, mientras que Aelyx estaba buscando un cojín cómodo donde sentarse, aunque ninguno parecía gustarle, sus manos se hundían entre ellos, hacía una mueca y los descartaba.

Un poco somnoliento, tomó una gran bocanada de aire y bostezó, pero, derrepente abrió los ojos otra vez, y en estado de alerta, dio un vistazo alrededor, ya no se echó en las sabanas, ni en el gran cojín alado de Aegon, en su lugar salió corriendo y se "estrelló" contra los arbustos, una pared del jardín que también tenía enredaderas floreadas, las hojas revolotearon y se esparcieron por todos lados, incluidas algunas flores.

— ¡Papá!

Aegon iba a levantarse para ir a buscarlo, pero viendo que ninguno de los guardias se movió un centímetro, descartó la idea, rápidamente creyó que ellos debían saber que él príncipe heredero estaba allí. El pequeño príncipe llevó de la mano a su padre, sacándolo de los arbustos. No tenía buena cara, por alguna razón; parecía incomodo desde la perspectiva de Aegon, aún así, lo recibió con una sonrisa.

Después de algún tiempo, las sirvientas se habían llevado al Pequeño Aegon y Sori, los guardianes llevaron de regreso a los cachorros a pozo dragón. Y una vez que Aelyx se durmió profundamente abrazado al pecho de Jace, también lo llevaron de regreso para bañarlo y dejarlo tomar una siesta cómoda.

Al final, se han quedado solos.

Con la compañía del viento de la tarde, y Maelor que dormía sin ser consciente de nada más que su propia existencia descansando en su "cuna de Canasta", Aegon no recuerda cuantas veces ha pasado por la misma situación con Jacaerys, el mismo silencio incomodo, las miradas esquivas y una que otra mueca, estaba esperando que se levantara y se fuera, como ya estaba acostumbrado a ello, no tenía por que ser diferente esta vez.

Un pensamiento tranquilo, una palabra tranquila, el silencio de dos almas tratando de conocerse fue lo que dio paso a una cariño complicado, pero no menos importante que el "amor."

¿Como podrían haber previsto las cosas que se interpondrían entre sus sueños?

Más de cinco minutos del limite que recordaba Aegon tenía Jacaerys para estar en silencio con el se habían evaporado.

Albie Bamves - (Lucemond- Jacegon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora