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Nota; Este capitulo contiene algunos fragmentos que podrían incomodar a algunos lectores.



Estanque de hielo nostálgico.

"Trataré de ser leal a mí mismo, corriendo o volando hacía los ideales de libertad con las estrellas de cristal y la luna amarilla"




Aegon no quería dejar solo a su hijo, pero si Jacaerys traía consigo un pequeño cadáver, tampoco quería que Aelyx lo viera. Así; temeroso, dejó al niño al cuidado de la mujer.

Corriendo al salón principal, estaba nervioso, lo primero que podía pensar su mente era un funeral, lo ultimo, era recuperar su vida tranquila a lado de sus niños, aun así, cuando llegó hasta allí, vio a Daemon, llevando a Aegon menor con el, y cuando pasó a su lado, chocó dolorosamente contra su hombro, el metal de la armadura le hizo un rasguño en el brazo.

Pero lo único que miraban sus ojos era a Jacaerys, estaba herido, a su olfato llegó el intensó olor de la sangre, no podía caminar del todo bien, y se apresuró a ir a su lado, quiso sostenerlo y ayudarlo, pero lo primero que hizo su esposo fue darle un par de sabanas algo tostadas, y manchadas de hollín, pudo sentir su cansancio, su dolor, y su respiración temblorosa, luego lo vio precipitándose al suelo, debajo de sus pies, escuchó el sonido de la armadura y el cuerpo chocando contra el suelo. Aegon no supo como reaccionar, y le tomo un poco de tiempo revisar lo que estaba cargando, pero el buen Maelor llamó la atención sin dudarlo, y lloró tanto que Aegon creyó que estaba herido, pero no lo estaba, solo un rastro de sangre vieja en la frente del bebé, un solo rasguño, que parecía haberse hecho hacia algún tiempo.

Por la tarde, antes que la noche cayera, ya sabía lo que había ocurrido, a medias. Ni Rhaenyra ni Daemon tenían idea de que pudiese haber pasado mucho antes de encontrar a Jacaerys y porque estaba tan herido.

Solo supo que lo habían perdido, hasta la mañana del día de ayer pudieron encontrarlo, y cuando llegó la noche, encontraron a Vermax, escondido entre unos rocales y una cueva poco profunda, no muy lejana al cuerpo del príncipe, estaba el dragón alerta, y enroscado en su propio cuerpo, reacio a salir del rocal, solo cuando escuchó la voz de su amo, levantó las alas, y no dejó que la mujer y el otro hombre se acercaran, ahí cuidándolos del frio, el pequeño Maelor y Aegon habían sido protegidos.

Eso era lo único que sabía.

Habían dos cunas dentro de la habitación de Aegon, mientras que en su cama dormía Jacaerys, él había ordenado que lo llevasen allí para descansar, el yacía en el sofá al otro lado de la habitación, cerca del fuego, amamantando a Maelor, viendo la pequeña cicatriz en su frente, parecía haberse hecho intencionalmente, pero los maestres le habían dicho que estaba bien, solamente estaba deshidratado y desnutrido, recomendaron dejarlo dormir todas las noches con su cría de dragón, el maestre Gerardys aseguró que les haría bien, y le ayudaría a recuperarse más rápido.

Todo lo contrario a su esposo, el que había sufrido de profundos cortes de espada en el cuerpo, en la espalda, y en la pierna siendo esas las mas preocupantes, algunos otros superficiales en el resto de las extremidades. Pero afortunadamente, la fractura de su pierna no había sido grave, solo necesitaría guardar mucho reposo.

Por otro lado, no pudieron encontrar a Viserys por ningún lado, su hermana se lo había dicho, reanudarían la búsqueda, pero a pesar de la determinación en su voz, vio en los ojos de Rhaenyra que había perdido las esperanzas, al igual que el antes, podía asegurar que ella también esperaba un funeral.

Albie Bamves - (Lucemond- Jacegon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora