La pareja había tenido un fin de semana romántico que jamás olvidarían, pero en su regreso a casa, como era de esperar, la familia aún no había regresado. Por lo tanto, decidieron pasar una última noche juntos antes de volver a la realidad.
Lex y Nikki pasaron la tarde del lunes viendo películas, cocinaron juntos y hablaron sobre sus proyectos personales. Nikki bailó para su chico, y Lex tocó la guitarra cantando para ella. Estuvieron relajados la mayor parte del tiempo.
Los dos habían dado por hecho que después de pasar todo el fin de semana teniendo sexo estarían cansados y solo buscarían algo de descanso. Un auténtico autoengaño, pues pasaron sus últimas horas juntos sumergido en la lujuria.
A la mañana siguiente, Nikki y Lex se pusieron de acuerdo para saber exactamente lo que iban a decir a sus padres que llegarían en pocas horas.
Nikki estaba lista para contarles que se había encontrado mal y que por eso no había viajado con la compañía de baile. Lex a su vez se justificaría diciendo que su viaje no había salido como esperaba y por no dejar a Nikki sola en la casa había decidido quedarse para hacer compañía a su hermana.
Se besaron antes de salir para recibir a sus padres y lo hicieron como si aquel beso fuera el último... el último de la fantasía que habían montado, pero que tristemente había llegado a su final. Ahora era el momento de actuar con precaución y mantener en secreto la relación.
Juntos salieron de la casa cuando el auto que manejaba Sasha entró en la propiedad. Nikki y Lex estaban listos para recibir a sus padres, cuando unas patrullas de policía también atravesaron la entrada de la propiedad de la familia Hoffman.
Sasha se bajó rápidamente junto con su mujer para ver qué ocurría.
-¿Agentes en qué podemos ayudarles? -Preguntó Sasha y Nikki se agarró a Lex instintivamente.
-¡Estamos buscando a Alexander Hoffman! -Contestó el policía mirando toda la propiedad, estaba claro que se trataba de una familia de alta alcurnia.
-¡Yo soy Alexander Hoffman! -Contestaron padre e hijo a unísono.
El agente miró a uno de sus compañeros y este le entregó una hoja. El hombre la miró atentamente y después señaló a Lex. Uno de los agentes prontamente se dispuso a esposar el muchacho.
Sasha reaccionó defendiendo a su hijo, sin entender lo que estaba pasando.
-¿Por qué quieren llevarse a mi hijo? -Inquirió Sasha y el corazón de Sol se le subió a la garganta.
-¡¡Yo no hice nada!! -Rugió Lex mientras lo apoyaban en el capó del auto.
-¡¿Lex?! -Exclamó Nikki nerviosa, ella sentía que todo su cuerpo estaba temblando.
-Está usted arrestado por la agresión de Benjamín Harris. -Notificó el agente con seriedad y Nikki forcejeó con el policía para que no se lo llevarán a la vez que su padre discutía con ellos sin entender cómo aquello podía haber pasado cuando Ben y su hijo llevaban años siendo grandes amigos.
-Tranquilo hijo, no te voy a dejar a solo. Ahora mismo llamaré a nuestros abogados y aunque tenga que poner Londres cabeza arriba no permitiré que pases la noche en comisaría. - Aseguró Sasha con vehemencia y Sol abrazó a su hija que estaba a punto de atacar a los agentes.
Nikki vio como se lo llevaban y su corazón se estrujó por Lex. Lo habían detenido como si fuera un delincuente y ella se sentía la mayor culpable. A Lex lo estaban llevando preso por haberla defendido de la furia de Ben.
-Mamá dime que lo traerán de vuelta, por favor dime que no le pasará nada malo. -Suplicó agarrándose a Sol.
-Nada le pasará a mi hijo, de esos puedes estar segura. A mi niño no le van a hacer nada. - Afirmó Sol con un dolor en su pecho, ninguna madre quería ver a su hijo en aquella situación.
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Entre hermanos (COMPLETO)
Teen FictionNikki Hoffman podía tener a cualquiera, todos los chicos que pertenecían a la alta sociedad de Londres arrastraban la baba por ella, pero Nikki puso sus ojos en el único hombre que no podía tener, el hijo adoptado de sus padres, Lex Hoffman. Para L...