Capítulo 11: Lo olvidaremos.

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Lex estaba pegado a la puerta de la habitación donde tenían a Nikki, sin que nadie lo viera. Cada palabra que le decían los médicos y escucharla llorar solo aumentaba su culpa…su desesperación de no poder abrazarla en aquel momento. Cada explicación que daba el doctor eran como dagas atravesando su corazón.

—Pero ¿no hay nada qué se pueda hacer doctor? –Preguntó Nikki mientras que su madre la abrazaba.

—Lo siento señorita, pero no. Los embarazos ectópicos no llegan a término. Por eso le había comentado a sus padres que necesitábamos hacerle más pruebas. Los primeros resultados eran claros, claramente está usted embarazada, pero con el ultrasonido que le hicimos encontramos que el embrión está localizado en la trompa de Falopio.

—¿Cuánto tiempo podría estar con mi bebé? –Indagó Nikki con un dolor horrible en su pecho.

—La estructura que contiene el feto suele romperse en las primeras semanas, mucho antes de que pueda vivir por sí solo y es un peligro esperar a que eso suceda. Que se haya descubierto antes ha sido una suerte para usted señorita.–Explicó el doctor y Sasha se puso delante de él.

—¿Por qué es tan peligroso doctor? –Preguntó Sasha preocupado por la situación de su hija.

—Si no se hubiera descubierto a tiempo su embarazo el óvulo fecundado seguiría creciendo y terminaría rompiendo la trompa. Eso provocaría una hemorragia arriesgando en este caso la vida de la madre. Podría ser mortal. —Contestó el doctor sin rodeos y Nikki se rompió en un llanto.

A Lex se le cayó el alma al suelo. La había dejado embarazada y ese embarazo amenazaba su vida. Él no se había sentido más desgraciado en la vida, que en ese momento.

—Haremos una intervención. Cuanto antes se haga mejor señor y señora Hoffman. — Comunicó el médico y Sasha se puso al lado de su hija junto con su mujer para darles todo su apoyo. —Sé que es duro, pero es una mujer joven y podrá tener hijos más adelante. Ahora si me disculpan debo retirarme.

Lex se fue a otro lado antes de que el doctor saliera y se escondió en las escaleras de emergencia para llorar. Sentía que lo había hecho todo mal… y que estaba pagando un alto precio por ello.

Al volver a la sala de espera Lex se encontró con su padre que buscaba por él. Sasha le explicó la situación de Nikki y Lex tuvo que reunir fuerzas para no derrumbarse.

—Ella no me quiere decir quién la dejó embarazada. –Habló Sasha exasperado y Lex intentó tragar el nudo que tenía en la garganta. —¿Tú sabes algo hijo?... Tu hermana estuvo saliendo con Ben, pero ella niega que él sea el padre. ¿Fue por eso que te peleaste con él?

—No papá, lo que pasó entre Ben y yo no tuvo nada que ver con Nikki. –Mintió Lex con un peso en la conciencia.

—Ustedes tienen muchos amigos en común, ¿no sospechas de nadie? —Insistió Sasha deseando saber quién había sido el miserable que había dejado a su hija sola en aquel momento tan crítico.

—No tengo ni idea papá, no se me pasa por la cabeza con quién Nikki podía haber estado relacionándose. Yo no sé nada. —Lex estaba roto por dentro, tantas mentiras que ya habían sido contadas y él seguía sumando más.

Sasha y Sol regresaron a casa para estar con las gemelas. Al día siguiente le harían la intervención a Nikki y ellos debían estar descansados para estar a su lado.

Estrella se quedó con su hermana y Lex también se quedó en el hospital. Durante la madrugada Estrella se fue a buscar un café y para no dejar a su hermana sola llamó a Lex para que le hicieron compañía.

Cuando él entró ella estaba despierta mirando el cielo desde la cama y cuando lo vio entrar su corazón se encogió.

—Me gustaría decirte que lo siento, pero me siento tan miserable que hasta me parece una falta de respeto hacerlo. —Declaró Lex y Nikki se limpió las lágrimas.

Entre hermanos (COMPLETO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora