𝕊𝕋𝔸𝕐 𝕌ℙ

𝕀

𝑩𝒂𝒆𝒌𝒉𝒚𝒖𝒏 

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Hay cosas que disfruto de la vida. Cosas simples y sencillas que logran satisfacer mi retorcida existencia. Una buena comida, libertad para hacer lo que quiera, sexo delicioso y placentero, dinero y por su puesto, cargarme al que se ponga en mi camino.  

— ¡Puta madre! — Golpeo mi pelvis con fuerza en el redondo culo que tengo en mis manos. Entro y salgo viendo como mi miembro se pierde una y otra vez en su orificio. Simplemente delicioso. 

— ¿Te gusta? 

La persona que me estoy follando, de la cual ya no recuerdo el nombre, responde asintiendo con la cabeza y con freces inteligibles. Sigo estrellándome, fuerte y conciso hasta que me derramo dentro del cuarto condón que he usado esa noche

Salgo con cuidado, lento porque tengo el pito sensible, pero no importa, me siente relajado después de tanto estrés y trabajo.

— Eres tan increíble como siempre. — Dice el chico acomodando su pantalón y regulando su respiración, en sus caderas logro observar las marcas que dejaron mis manos. 

— No necesito halagos, si quieres volver a follar solo escribeme. — La noche esta fria, asi que saco un cigarrillo y lo enciendo . — Si estoy de buen humor volveré a hundirme en ese lindo culo. 

Con una sonrisa lasciva y observando el culo en cuestión, le doy una calada al cigarrillo antes de indicarle al chico que salga de mi oficina. Como todo un puto me guiñando un ojo y menea las caderas para que lo observe, y claro que lo hago. 

Cuando la puerta se cierra me dejo caer sobre la silla de mi escritorio, estoy molido, Llevo muchos dias sin ir a casa, adelantando trabajo y encargandome de los malditos que no dejan de joder a cada momento. 

— ¿Ya terminaste de follar? 

Suho, uno de mis compañeros ingresa al lugar con las manos en la cara, es un cotilla que solo quiere joderme de vez en cuando, un buen camarada y amigo, pero también es ese grano enconado que te sale en el culo cuando se te bajan las defensas. 

— ¿Me ves la polla afuera? 

— Tendría que buscarla. Y mi querido amigo, no traje la lupa conmigo. — Se burla terminando de entrar al lugar. 

— Ya quisieras tener la polla igual a la mía. — Gruño con gracia, es una real fastidio, pero una distracción dentro de tanto estrés. Lanzando la colilla del cigarrillo al suelo al recordar que el humo lo incomoda, debido a su vicio anterior. — ¿Qué quieres?, hasta donde sé, el trabajo terminó. 

— Tu polla ha tocado mas culos que ropa interior en lo que llevas de vida, no quiero eso para mi pobre pene. — Dice ignorando la pregunta que le hice.

— Te rescato de lo "pobre pene", pero deja de joder y de hablar de mi polla y dime que quieres Suho.  

— Para haber follado tienes un carácter de la mierda. 

— Se supone que estoy de buen humor. — La sonrisa de medio lado se hace presente en mi rostro haciendo que mi amigo me mire mal. — Suho, ¿qué mierdas quieres?

— Hay unos narcos que andan vendiendo cosas que no deben en la zona de Marcos. — Empieza sentándose sobre la mesa. — Tienen a una pandilla de idiotas prácticamente regalando su mierda y Marcos no está feliz con eso, así que habló con el jefe, quieren que les demos una bienvenida a la ciudad y les dejemos claras las delimitaciones.