𝕊𝕋𝔸𝕐 𝕌ℙ

𝕏𝕀

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𝑩𝒂𝒆𝒌𝒉𝒚𝒖𝒏

Todavía puedo escuchar a mamá gritando sobre el ataúd de mi hermana. A papá preguntándose una y otra vez cómo fue que sucedió aquello. La familia estaba reunida en un salon lamentado la perdida de mi hermana, llorando, algunos en realidad y otro llenos de hipocresía.

Entre ellos mis padres.

Mi hermana pudo ser lo que quisiera, una mentirosa de mierda y la mujer más interesada que hubiese conocido, pero en algo tenía razón y era que a mis padres les importaba una mierda ella y lo que hiciera, no les importaba que fuera mitómana ni mucho menos que eso la llevara a los extremos, a la manipulación e incluso a la misma muerte. A ellos no les importaba ni un poco su hija mayor.

Mi hermana vivió bajo mi sombra toda la vida porque para mis padres yo era todo lo que estaba bien y ella todo lo que estaba mal. Su forma de hacerla a un lado era complaciendo todos sus caprichos, dándole dinero para que no hiciera más con su vida que gastar y mentir fingiendo y creyendo que tenía más de lo que poesía.

Para ellos ella nunca importo, y ahora tampoco lo hace. Están llorando frente a todos como padres destrozados pero solo hace un momento estaban planeando cómo terminar el velorio lo antes posible para poder irse a un viaje de negocios.

Malditas ratas asquerosas.

Como lo charlaron cuando los escuche, así mismo actuaron. Cuarenta minutos después decidieron dar por finalizado el acto y se excusaron en que mamá se sentía mal y quería ir a descansar lo antes posible.

Todos salieron del lugar y yo me quedé observando la foto rodeada de flores de mi hermana. Era hermosa, tal vez su persona no lo era mucho, pero era una mujer bella y atractiva, era inteligente pero su grave error fue construir su vida a base de mentiras, mentiras que al final terminaron desmoronándose.

Los siguientes días a aquello me llenaron de frustración, mis padres ni siquiera preguntaron qué había pasado con mi hermana, se creyeron el maldito informe de la policía donde decía que fue asaltada y asesinada en el acto. Eso fue lo que le instruí a nuestro contacto en la central para que fuera en el reporte, no quería a la policía metida tambien en mi maldito culo, pero me ofendia demasiado que les importara tan poco su hija.

Mi mente estaba nublada de tanto problema, los rusos no habían dado ninguna otra señal y tampoco se había registrado que salieran del país. Las cobras y los de incheon continuaban demasiado quietos y ahora era más que claro para mi que Marcos estaba con ellos. Pero no podía solo ir a decirle a Kadlin eso, necesitaba pruebas, pruebas tangibles que aún no poseía.

— Señor Baekhyun.

Kyungsoo ingreso a mi oficina, era viernes por la noche y como siempre estaba a cargo ya que Marcos seguía ausente. Estaba revisando el inventario de armas del último reporte, lo hice a un lado y preste mi atención en el joven.

— ¿Qué? — Dije, no de mala manera, porque estaba cansado, más bien fue una pregunta cansada y con ganas de tener respuestas positivas.

— Tenemos lo que nos pidió, pero... — El muchacho dudó y le dio una mirada a la puerta, por lo que con el comando bajo mi mesa puse el seguro para que nadie pudiese ingresar y así escuchar lo que quería decirme. Con un asentimiento le indique que continuara. — Trazamos un radio, y para no hacer la tarea tan difícil hackeamos el sistema de seguridad de la ciudad, así ampliamos el radar de búsqueda.