Esto es un... para siempre.

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  - ¿ Y Sal?- preguntó Lisa, sirviendole cafe a su hijo en su taza favorita.

Henry hizo un ademán de hablar, pero tenia la boca llena. Se tomo un segundo para masticar, tragar y luego responder.

  - En el departamento de Travis, esperandolo.

  - ¿ Y no va a venir a desayunar?

  - Déjalo. No creo que se sienta muy bien.

  - Igual, alguien tendria que ir a hablar con el.

Ambos adultos miraron a Larry, quien disfrutaba su tostada con mermelada de naranja. Al sentir la presión, suspiró, levantó sus manos en señal de rendición y se levantó de la mesa, llevando consigo su tostada a medio comer y una extra.

Con tranquilidad, el castaño cruzó el pasillo y se acerco al departamento en cuestión. La puerta estaba entre abierta, asi que solo la empujo y entro en el living.

  - ¿Enano?- llamó, rompiendo el silencio tortuoso que rodeaba el lugar.

  - Aqui- le respondieron.

Se adentró en la sala y observo a Sal sentado en la mesa del comedor, cin una taza de te humeante, sin su prótesis y con una cara de no haber pegado un ojo en días.

Intentando no ejercer la sensación de invadir el espacio ajeno, se acerco con suavidad. Dejo el plato con tostadas frente al peliazul y aparto una silla, procurando hacer el mínimo ruido posible.

  - ¿Porque tan bajo perfil?- preguntó el menor, una vez Larry se acomodó.

  - Ah, supuse que estarías algo emocional. Y no queria alterarte.

  - Si, estoy emocional. Gracias hermano.

Larry tomó su tostada y Sal hizo lo mismo con la restante. Comieron en total silencio, el cual era meramente adornado por el sonido de los pájaros, cantandole al amanecer.

  - Feliz navidad y feliz año nuevo enano.

  - Gracias Larry- Sal tragó de forma ruidosa y dejo salir una pequeña tos- Disculpame por haber desaparecido asi, sin decir nada y por toda una semana. Debí al menos dejar una nota o comunicarme con ustedes.

  - No no, lo entiendo. Tener una recaida cerca de las fiestas fue un movimiento muy estupido de mi parte- el castaño río, en pos de aligerar el ambiente, pero Sal lo observó con la mirada neutra- Actue mal. Y los preocupe a todos. A ti, a mamá, al señor Fisher. Fue mi culpa que hayamos pasado unas fiestas tan desastrosas y solo... Solo puedo pedir perdón por ello.

La expresión del peliazul se suavizo. No culpaba totalmente a Larry del desastre que había sido toda la semana anterior, pero que este se hiciera cargo de su parte del dilema le sacaba un gran peso de sus hombros. Se levantó de su asiento y rodeo el cuello de castaño con sus delgados brazos. El abrazo fue correspondido y de repente todo se sintió bien. Se sintió correcto.

La conversación siguió por el lado de cual iba a ser el plan para las vacaciones. Habia sido su ultimo año en la escuela y ya tendrian que pensar en la universidad. Bueno, en realidad tendrian que haberlo pensando hace varios meses atrás, pero todo a su tiempo. Larry le mostró las fotos que Ashley y Todd le habían mandando de sus fiestas y el ambiente era ameno. Mientras reían por la foto de Todd donde claramente sus padres estaban fumados, el sonido de la puerta abriendose de vuelta interrumpio la situación.

Inmediatamente, Sal se levantó de su silla y corrió a los brazos de Travis, quién parecia haber tenido una horrible noche. Este traía un pequeño bolso de viaje que dejo caer en el mismo instante que el peliazul se abalanzo hacia el. Pudo sentir las uñas del menor intentando hundirse en su piel, como queriendo impedirle una posible fugar, sumado a esa sensación de desesperación con la que le mas bajo le abrazaba.

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⏰ Última actualización: Feb 22, 2023 ⏰

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