-Si, pero que sea rápido--¡Ay, gracias!-
Tan solo duramos unos segundos en llegar, era realmente cerca, se estacionó dos casas antes.
-Denme 3 minutos, prometo tratar de buscar lo que necesito rapido-
Steve se estacionó y rápido baje sin aviso alguno por una de las ventanas, fui corriendo por la casa del vecino y entre por el jardín, saque la llave de repuesto de una de las macetas del patio, por los nervios mis manos temblaban y gracias a dios logre a abrir la puerta, pase directo y subí las escaleras, entre a mi habitación al fondo del pasillo, saque mi mochila de acampar y metí todas las cosas necesarias que pude. Entre ellas, mi diario, algunos billetes, una linterna, mi navaja de defensa personal, mi estuche de lapiceros, algunas vendas que tenía en el closet de mi madre, un desodorante y por ultimo, unos dulces.
Literalmente tire con fuerza la mayoría de cosas que habían en mi escritorio dentro de la mochila, no alcancé a cerrarla.
Baje rápido por las escaleras, pero escuche el ruido de las llaves, raramente mi madre había llegado temprano, volví a subir las escaleras y me dirigi a mi habitación a esconderme detrás de la puerta, espere a escuchar que fuera a su habitación para así salir por la puerta trasera en la cocina, escuche el ruido de la puerta al cerrarse, justo cuando pase por a lado escuche varios sollozos de parte de mi madre y quede paralizada, sentí ganas de entrar, pero no podía, sabría el castigo que me esperaba, de todas formas pensaba regresar a casa cuanto antes todo terminara.
Baje silenciosamente las escaleras con mis ojos abundantes de lagrimas. Salí por la puerta de la cocina y guarde más llaves en mi mochila para después cerrarla, empecé a limpiar mis lagrimas segundos antes de entrar al remolque, salte con todas mis fuerzas y volví a entrar.
-¿Tienes todo?- Preguntó Steve mirando mi mochila.
-Si.- Dije cortante.
Pase directo hacia atrás, me siente junto a Eddie, tire mi mochila a un lado y nuevamente no le dirigí ni una mirada.
El nudo en mi garganta se formo de nuevo, el esta vez se dio cuenta de esto, puso mi cabeza en su pecho y empezo a acariciar mi brazos, mientras yo aguantaba las ganas de llorar.
Max me miro y me hizo señas a igual que Robin, yo solo mire a otra parte, me daba vergüenza que me vieran llorar.
-Cariño, ¿Estas bien?- Levanto mi mentón con su mano, así dejando mi cara descubierta y observando mis lagrimas corriendo por mis mejillas.
-No...-
-Dime, ¿Que sucedió?¿Porque lloras?-
-Nada, solo quiero regresar a casa-
-Puedes regresar ahora mismo, no estas obligada a estar aquí, si quieres le digo Steve que se regrese-
-No, esta bien, quiero estar aquí contigo-
Se que no debería de poner a otras personas antes que a mi familia, pero esta vez quería aprovechar mis últimos momentos antes de terminar castigada.-¿Estas segura?-
-Si, completamente- Me acomode y me recosté en su regazo.
Empezó a acariciar mi cabeza, y pasando sus anillos por mis brazos para que me calmara, hasta casi quedarme dormida.
-Llegamos, todos bajamos, pero Eddie, Max y Lucas se quedan, junto a Dustin-
-¿Yo puedo quedarme?- Pregunté
-Claro, mantente atenta al walkie-talkie-
-Okay-
Todos bajaron y nos quedamos solos.
-¿Quieren que les muestre lo que traje?- Agarre mi mochila y les mostré a Dustin y Eddie.
-Oh, a ver-
Empecé a sacar todo de golpe.
-Estos son para ti- Le di los dulces a Dustin
-Muchas Gracias, acá están de los que le gustan a Suzie-
-Me alegro, acá también traje una linterna, una navaja y una lapicera- Dije mostrando uno por uno.
-¿Una navaja?- Respondió Eddie sorprendido.
-Si, ya sabes, para defensa personal o si te secuestran, también traje...- Busque desesperadamente entre mis cosas- ¿Y mi diario?- Pregunté mirando por todas partes.
-¿Es este?- Pregunto Eddie con el en manos y medio abierto.
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Nuestro Último Respiro
FanfictionEl diario de una chica en Hawkins y pasando sus últimos días junto a sus mejores amigos batallando por salvar un pequeño pueblo que todos detestan, para después despertar inesperadamente.