The Chosen One? TOMARRY [TRADUCCIÓN]

Chapter 30: Spells.

Dumbledore había estado preocupado por la cantidad de tiempo que su arma pasaba con la nacida de muggles de pelo feo y al fin había encontrado una manera de separarlas.

Era un hechizo antiguo, casi olvidado, pero que atrapaba al objetivo en sus peores recuerdos. Dumbledore miró las maldiciones en contra del hechizo y, afortunadamente solo habían dos. Una maldición o la muerte de los lanzadores.

Sonrió con malicia y destruyó los libros que tenía sobre el hechizo y la contra maldición. Ahora solo tenía que lanzárselo a Hermione.

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Se bajaron del tren rápidamente para evitar al resto y ser los primeros en llegar a los carruajes. Harry abrió la puerta del carruaje y esperó a que las chicas entraran.

-Señorita Granger, ¿podemos hablar?- Dumbledore apareció, pero algo se veía extraño en él.

-Lo que sea, podemos hablarlo aquí- respondió Hermione.

Los ojos de Dumbledore se endurecieron, pero aún mostraba su personalidad de abuelo habitual. Luna le frunció el ceño mientras Eva se tensaba. Todos tenían sus varitas en la mano y listas.

-Le aseguro que es una cuestión de extrema urgencia, debe tratarse en privado- sonrió Dumbledore.

-Creo que lo podemos solucionar aquí, señor- Hermione lo fulminó con la mirada.

Con el ceño fruncido, Dumbledore lanzó el hechizo y el tiempo pareció detenerse para los cinco. Eva conjuró un escudo, pero el hechizo lo traspasó así que Harry empujó a Hermione y lo recibió él en cambio.

Luna murmuró un 'incendio' y sonrió victoriosa cuando la túnica de Dumbledore estalló en llamas, desafortunadamente el hombre notó el silencioso 'reducto' de Eva.

-¡Confringo!- gritó Hermione mientras acunaba el cuerpo de Harry. Luna corrió y ayudó a subir al chico al carruaje.

El distante sonido de los estudiantes los alcanzó y Dumbledore frunció el ceño, intentando el hechizo una vez más, pero en su lugar golpeó un árbol. Desapareció y se deshizo del fuego de inmediato.

Luna y Hermione habían dejado a Harry en uno de los asientos mientras Eva ponía en marcha el carruaje.

-Renervate- Luna murmuró y frunció el ceño cuando no pasó nada.

-¿Qué hechizo fue ese?- preguntó Eva, apartando el cabello de la cara de Harry con ansiedad. 

-No lo sé, tenemos que llevarlo con el profesor Coulson- Hermione limpió una vez más sus lágrimas.

Todas se aseguraron de que Harry estaba vivo, pero ninguna pudo despertarlo. Una vez que el carruaje se detuvo Eva levantó a su hermano y todas notaron lo fácil que fue.

Hermione y Luna corrieron hacia el gran comedor para encontrar a Coulson, afortunadamente Dumbledore no quería allí a ningún estudiante, así que simplemente gritaron desde el otro lado del comedor.

-¡Profesor Coulson!¡Dumbledore nos atacó y golpeó a Harry con una maldición!- gritó Hermione.

El profesor en un instante estuvo a su lado y quitó a Harry de los brazos de Eva. Los otros profesores se acercaron con una furia apenas contenida.

-¿A qué se refieren con que Dumbledore los atacó?- preguntó Snape.

-Estábamos a punto de subirnos a un carruaje cuando Dumbledore trató de atacar a Hermione y Harry recibió la maldición en vez de ella- respondió Luna. Los profesores se asombraron al ver lo seria que estaba Luna.

-Llévenlo a sus aposentos, tengo un profesor al que despedir- McGonagall sonrió con malicia.

Coulson asintió y comenzó a caminar, las chicas lo siguieron mientras todo el personal de Hogwarts se dirigía a la oficina de Dumbledore.

En sus aposentos, Tom quitó su glamour y dejó a Harry en su sofá. Eva se inclinó sobre la espalda mientras Luna se sentaba junto a su cabeza en el suelo con Tom lanzando múltiples hechizos.

Hermione se sentó sobre la mesa que estaba frente al sofá con lágrimas corriendo por sus mejillas.

-Estará bien, ¿no es cierto?- Eva se inclinó para tomar la mano de su hermano.

-No lo sé, los hechizos de diagnóstico dicen que está bien, pero eso es físicamente- Tom frunció el ceño.

-Quieres decir que el hechizo podría estar dañando su mente y no lo sabríamos- Luna afirmó.

Eva cerró los ojos, cuando Tom asintió con la cabeza, para contener las lágrimas.

-Voy a destrozar a Dumbledore cuando lo encuentre-

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Mientras tanto, los profesores estaban abarrotados en su oficina y Dumbledore estaba haciendo todo lo posible por contenerlos. Permitió inconscientemente a Hogwarts extraer algo de su magia, como lo venía haciendo hace meses.

-¿Por qué atacaste a un estudiante, Albus?- Sprout lo fulminó con la mirada, con una que avergonzaría al sol. Su voz era baja y llena de advertencias silenciosas que nadie pasó por alto.

-¿Qué mentiras te han dicho?- sonrió Albus.

Todos estaban nerviosos por el estallido de Sprout. Por lo general, ella era la más pacífica, pero Harry había hecho su camino a su corazón junto con Luna.

-Dumbledore- Flitwick siseó su nombre en advertencia.

De repente todos fueron cegados por una luz brillante.

-¡Albus Percibal Wulfric Brian Dumbledore!-