The Chosen One? TOMARRY [TRADUCCIÓN]

Chapter 41 and 42.

Tom seguía despertando en medio de la noche. Quizás era la idea de que encontraría a Harry con la mirada perdida de nuevo o quizás tenía miedo de que Harry desapareciera.

De cualquier manera, el insomnio que lo había atormentado desde la infancia estaba resurgiendo lentamente.

Harry no había dibujado nada aún, cada vez que cerraba los ojos se sentía como si estuviera de vuelta en el armario. Harry sabía lógicamente que debía hablar y buscar ayuda, pero era más fácil pensarlo que hacerlo. Cada vez que trataba de hablar, se sentía asfixiado, pero tenía ese abrumador deseo de contarle a alguien.

El dibujo ayudó, fue como contárselo a alguien pero sin hablar. Harry sabía que su hermana y Hermione querían ver, pero la idea lo asustó. Tom lo sabía, así que era más fácil hacérselo saber, pero aún así lo asustaba. Siempre lo asustaría.

Harry no sabía cómo estaban los demás a su alrededor, no parecía poder controlarse. Pequeñas cosas parecían llevarlo a tiempos en los que no podía controlar a los Dursley. Era como si los años que había pasado lidiando con los recuerdos y olvidando el abuso se hubieran ido con tan solo un hechizo.

Harry sintió que se estaba muriendo lentamente.

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Harry había empezado a dibujar más, Eva se confundió al ver los dibujos de sartenes y otros utensilios de cocina, especialmente los cuchillos.

En un momento, Hermione sentó a su novia para hablar sobre los cinturones que Harry había estado dibujando y la página coloreada en varios tonos de púrpura, azul y amarillo.

Desafortunadamente, ninguna de las dos se dio cuenta de lo que significaba, pero los adultos intercambiaron miradas asustados y Lily se estaba debatiendo si ir o no con su hermana. Todavía recordaba dónde vivía Petunia y su hermana odiaba los cambios, por lo que era muy poco probable que Petunia se mudara.

Tom tomó la decisión cuando exigió la dirección de los Dursley.

Severus no podía ir, tenía que dirigir Hogwarts. Eva y Hermione se quedaron para que Harry no estuviera solo, así que solo Tom y Lily fueron.

Little Whinging no había cambiado en los años desde que Lily había ido a buscar a su hijo. Los jardines seguían siendo exactamente los mismos, ninguno de ellos diferente de ninguna manera. Las casas se reflejaban en los jardines, la misma arquitectura copiada casa tras casa.

El número 4 tampoco había cambiado, sólo una nueva capa de pintura en el banco del jardín. Lily y Tom hicieron una mueca, la uniformidad lastimó sus ojos. Ambos estaban acostumbrados a la naturaleza extravagante de las mansiones de los sangre pura y los pasillos extrañamente decorados de Hogwarts.

Petunia abrió la puerta e inmediatamente hizo una mueca, con el ceño fruncido fijo en su cara de jirafa. Aunque lo quitó en el momento que vio a Tom, las primeras impresiones siempre son importantes para la familia Dursley.

-Lily, ¿Qué estás haciendo aquí?- Petunia ni siquiera se esforzó en fingir una sonrisa.

-¿Qué le hiciste a mi hijo, "hermana"?- Lily gruñó la palabra sarcásticamente la última palabra.

Petunia se movió para cerrar la puerta al instante, pero Tom la paró y se produjo una pequeña batalla, pues ella intentaba cerrarla y el otro intentaba abrirla.

La voz de Vernon sonó desde adentro, -Tunie, ¿Quién es?-

-Nadie, Vernon- Petunia luchó, pero Lily utilizó una maldición para volar la puerta. Tom miró a la bruja porque la maldición era legal, pero estaba al borde de no serlo.

Petunia maldijo en voz baja cuando su marido ballena entró en el pasillo. Vernon se puso morado de inmediato, uno de los tonos que Harry había usado, y estaba a punto de gritar cuando vio a Tom.

Tom estaba fulminando con la mirada a los Dursley y sus ojos estaban rojos de odio. Lily no estaba mucho mejor, sus ojos verdes brillaban con un poder giratorio.

-Siéntense- Tom señaló una habitación y los Dursley obedecieron rápidamente. Lily caminó sobre los fragmentos de la puerta y dejó que Tom la arreglara.

Se pararon en la entrada mientras unos pasos atronadores sonaron detrás de ellos.

-Mamá, papá, ¡quiero helado!- gritó Dudley.

-Siéntate, joder- Lily apuntó con su varita y el chico palideció.

Dudley corrió a los brazos de su madre, -no le hables así a mi Duddy-

-¿Acaso les di permiso de hablar?- Lily preguntó demandante.

Vernon se paró frente a su esposa e hijo, -¿Qué quieres?- Quería decir más, pero la bruja y el mago lo asustaban. Vernon no sabía por qué, pero los débiles recuerdos le impidieron hacer algo precipitado.

-Quiero saber qué le hiciste a Harry-

Vernon palideció.