(Octubre del 2015)Y aquí estaba, haciendo la maleta de Connor para irnos a Turín.
Realmente fue una decisión que tuve que pensar durante una semana. No pude dormir en toda la semana, en lo único que pensaba era en la decisión que tenía que tomar.
Pero se que elegí la decisión correcta.
Sentí el timbre de la casa. Vi por las cámaras y era Paulo.
Salí de la habitación de Connor para poder ir a abrir la puerta.
—Cas —Habló Paulo al verme—, se que no te he hablado, pero te quería dar tu tiempo...
—Si —Lo interrumpí. El me miró confundido—. Con Connor nos iremos contigo.
Su sonrisa se agrandó para luego darme un fuerte abrazo y luego un beso.
—Nos tenemos que ir dentro de dos horas. ¿Tienes las maletas listas? —Me pregunta mientras caminamos a la sala.
—Si. Aunque me falta bajar la maleta de Connor. ¿La puedes bajar tu? Yo me iré a despedir de mi familia.
—Claro.
Y aquí estábamos de nuevo. Mi familia se estaba despidiendo de Connor y de Paulo.
Terminamos de despedirnos para luego subirnos al auto que nos llevaría al aeropuerto y dirigirnos al aeropuerto.
—¿Iré a la escuela en Italia? —Pregunta Connor.
—Claro, hijo —Respondí.
—¿Italia es bonito? —Volvió a preguntar Connor.
Y así fue el camino hacia el aeropuerto. Con muchas preguntas por parte de Connor, las cuales con Paulo se las respondíamos todas.
Cuando llegamos al aeropuerto habían muchos periodistas.
—Muchas cámaras —Murmura Connor mientras me apretaba la mano.
—A Connor no le gustan las cámaras, amor —Le dije a Paulo.
Paulo se sacó la chaqueta que tenía y me la entregó.
Paulo se bajó del auto, detrás me baje yo con Connor en mis brazos. Paulo le puso la chaqueta a Connor en la cabeza, para que así no reciba el flash de las cámaras.
Muchas preguntas se escucharon: "¿Están juntos?" "¿Ese chico es su hijo?" "¿Se irán a Turín juntos?"
También mucha gente pidiéndonos fotos.
Entré al aeropuerto mientras que Paulo firmó unas cuantas poleras, se sacó unas cuántas fotos y luego entró al aeropuerto.
Esperamos casi media hora para poder subirnos al avión.
—¿Que pasa si el avión se cae? —Pregunta Connor.
—Pues, morimos —Contesta Paulo—. Aunque —Hace una cara de estar pensado—, no en realidad, nos morimos.
Mire a Paulo enojada. ¿En serio le dice eso a un niño que le tiene miedo a los aviones?
—Mamá —Me llamo Connor mientras se ponía a llorar.
—No pasará nada, amor —Le dije mientras lo tomaba en brazos.
—¿Nos vamos a morir?
—No, bebe.
—Aunque podríamos —Hablo Paulo haciendo que lo vuelva a mirar mal.— ¿Que?
—Connor le tiene miedo a los aviones. —Conteste.
La cara de Paulo cambió a una de sorpresa, luego de unos segundos sonrió de manera inocente.
—Idiota.
—No lo sabía —Se defendió.
Luego de unos minutos, pude calmar a Connor con la ayuda de Paulo.
—...Tiene dos jardines en la parte de atrás y una piscina —Nos termina de informar el chico que nos vendió la casa, o más bien... el chico que le vendió la casa a Paulo.
—Muchas gracias —Le habla Paulo antes de que el chico se despida y se vaya de la casa.
—¡Me gusta! —Entra Connor corriendo del patio hacia nosotros.
Paulo lo toma en brazos— Está es tu casa, hijo.
Connor sonrió.
Nos quedamos toda la tarde ordenando las cosas, ya que también habían llegado los muebles y esas cosas así.
Este era el principio de algo.
Último capítulo del primer acto.Como dice Casandra; este era el principio de algo.
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