Jisung suspiró metiendo las manos en los bolsillos. Repitiendo en su mente una y otra vez la lista de materiales que necesitaba. Había decidido ir personalmente a conseguirlos. Dar una vuelta a solas era beneficioso de vez en cuando. Su papá solía decir que los lugares concurridos eran buenos para tener presente la insignificancia de las tristezas. Era tal vez algo cierto, pero poco útil en su vida.
Se pasó de largo del establecimiento que buscaba. Decidido a echar un vistazo en un lugar de entretenimiento. Alguna vez en el pasado habían convencido a Minho de acompañarlos a lugares como ese. Aunque el castaño siempre insistía en sitios modestos las pocas ocasiones que lograban arrastrarlo hasta los centros comerciales más rebuscados eran inolvidables. Tomó unas gafas oscuras de una de las estanterías. Las observó un momento, sonriendo con tristeza al venir a su mente algún recuerdo nítido sobre Minho y Seungmin jugando con ese tipo de cosas. Echó un vistazo a sus alrededores, poniéndose las gafas para mirarse en el espejo. Inspiró imaginado como debía haber sonreído Minho si estuviera ahí.
Levantó la vista, observando a través del espejo en los pasillos fuera del establecimiento. Se llevó una grata sorpresa al ver a Félix mirando una exhibición de pinturas. Sonrió quitándose las gafas. Las dejó en su sitio, dispuesto a salir de ahí y acercarse a saludarle. Caminó entre la gente formándose una buena expectativa: si es que Félix también estaba solo podrían hacerse compañía. Al estar de espaldas, el castaño no lo pudo ver llegar, así que él tocó su hombro con suavidad para atraer su atención.
— Hola, Félix —sonrió con alegría, sin importarle dejar en evidencia cuán feliz le hacía verla.
El aludido, sin embargo, no parecía muy contento. Se removió incómodo, mirando a sus alrededores.
— Jisung —le saludó con incomodidad, esperando algún reclamo que, al parecer no llegaría—, creí que estabas molesto.
— ¿Molesto? —Preguntó con diversión— ¿Por qué debería de estarlo?
Félix asintió levemente, dándose cuenta que el chico aún no se enteraba de nada, tratando de descifrar si ese sería un buen momento para aclarar las cosas o si debería esperar. La respuesta, como era habitual, llegaba por externos y no por él. Supo que era momento de esperar cuándo Seungmin exclamó su nombre, algunos establecimientos al sur de donde él se encontraba. Al rubio de todos en el grupo nunca le avergonzaba buscarlos a gritos, no hubiera significado problema. Pero Seungmin no estaba solo.
— Lo siento, mis amigos me buscan —se disculpó Félix, intentando no sentirse tan avergonzado con él. Sin embargo, de nuevo, las cosas no iban como pensaba.
— Seungmin —murmuró Jisung casi sin aliento al verlo caminar hacia ellos. Félix frunció el ceño, comprendiendo que probablemente Jisung ya no estaba hablando con él.
El aludido llegó, pasando a observar al otro rubio. Frunció el ceño un momento, reconociendole. Definitivamente Félix comprobó que el asunto ya no era nada sobre él.
— ¿Jisung?
— Minho... —murmuró el susodicho, esa vez mirando a las espaldas de los dos. Minho junto a dos personas más se habían acercado también. El castaño se detuvo a una distancia prudente, dudando un momento— Minho, ¿puedo... ? —intentó acercarse, pero él negó, retrocediendo un par de pasos.
— ¿Que haces aquí, Jisung? —Preguntó Seungmin, interviniendo en el momento que había vuelto tensa toda la situación.
— Dejame hablar contigo, Minho —pidió él, aunque el más bajo negó con la cabeza antes de girar en sus talones y decidir marcharse. Jisung hizo pie a seguirlo, pero Changbin lo hizo primero y Seungmin lo tomó a él por el brazo—. Dejame ir con él —suplicó al rubio, pero este le miró fijamente a los ojos, negando con seriedad.
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Oleos al viento (Minchan/Bangho/Bangknow)
Fanfiction《Junta dos elementos opuestos en un solo término y habrás creado un tercer concepto... lleno de total logica》 《 No tiene sentido》murmuró Minho observando al alto como si fuera la cosa más absurda que había escuchado. 《 Las cosas eternas pocas veces...