Capítulo 11

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Pero Papá... ¡Por favor! Te lo ruego -suplicó el rubio, cayendo de rodillas ante el hombre- Te lo suplico. No voy a poder vivir así...

《 Deja de humillarte de esa manera por un chico sin dinero. Te advertí que actuaras con prudencia. Pudiste haberte evitado todo esto, Jisung. Pero fuiste estúpido y no pensaste. ¿Te imaginas cuanta deshonra pudiste haber traído a esta familia? Ahora tus errores te enseñaran a saber dónde ir.

《 Papá... ¿que es lo que quieres que haga? Puedo hacer cualquier cosa, pero no me hagas dejarlo.

《Lo único que puedes hacer es subir a ese maldito avión vivo... o yo me encargaré de que subas muerto》








El movimiento del vehículo hizo al joven rubio salir de sus pensamientos. Se acomodó un poco en su asiento y observó por la ventana como el cielo se iba llenando de nubes grises poco a poco, estaba por llover. La lluvia le recordaba mucho aquellos momentos que para él seguían siendo especiales.

El camino continuó en silencio. Pronto habían salido de las calles centrales de la ciudad y habían avanzado varios distritos hasta llegar al suyo. Su demasiado silencioso distrito, al cuál habían llegado a vivir no hacía mucho. Eran los únicos que vivían ahí, tenían todo el lugar para su mansión y las extravagancias de su familia.

— Joven Han ha llegado a su hogar —indicó su chofer antes de abrirle la puerta.

Hogar. Era un termino que venía quedandole grande a la mansión.
Bajó del auto y avanzó hasta la entrada principal en donde dos mayordomos le abrieron la puerta.

— Bienvenido.

— Gracias —volvió a decir mientras ingresaba a su domicilio.

Enseguida miró escaleras arriba. Ahí lo observaba un joven hombre, aquel que lo había llevado en su vientre y quien le enseñó la poca humanidad disponible en su entorno. Se sonrieron. Fue a su encuentro, recibiendo una encantadora mirada de amor.

— Hola, hijo.

— Buenas tardes, papá.

— Tu padre ha llamado hoy —le informó, consiguiendo que el joven le aguantara la mirada—. Preguntó cómo te has portado. Le dije que muy bien.

— Gracias —dijo con sinceridad, tomando su mano de manera cariñosa. Él lo observaba con tristeza, suspirando.

— Por cierto. No olvides que tienes una cita con Charlie hoy.

— No lo olvidaré.

Al llegar a su habitación dejó la mochila en la estantería y enseguida se dirigió hasta su habitación de closet. Aplicó el seguro una vez que estuvo dentro, buscando en su collar una llave pequeña. Retiró el último cajón del fondo dejando ver una pequeña puerta asegurada. Sonrió al extraer de su pequeño escondite una caja metálica. En el interior había una foto de él con un chico de cabello castaño a su lado, besaba su mejilla.

Sonrió al recordar que tenían quince años en ese entonces. Era el cumpleaños de Minho y él le obsequió una camara fotográfica que estrenaron con esa toma. Había sido el primer cumpleaños que celebraba con él. Siguió viendo las otras fotografías que tenía guardadas. Sonreía de vez en cuando, cerrando los ojos por momentos para sentir que estaba ahí una vez más. Recordar era un privilegio que tenía en los momentos tristes. Minho había significado demasiado en su mundo y si la vida no hubiera sido tan injusta en esos momentos seguirían juntos.






Horas más tarde bajaba de la limusina con cuidado, mientras acomodaba sus ropas, dispuesto a enfrentar lo inevitable. Charlie lo esperaba en el comedor de su mansión, sus padres también estaban presentes. La cena consistía en charlas a futuro, las expectativas altas que habían fundado en Han Jisung respecto a su prometedora vida, la forma en que cuidaría del chico de ojos verdes y lo mucho que beneficiaría a todos su matrimonio. Algo prácticamente rutinario.

Mientras los adultos con experiencia hablaban sobre esto y aquello, Jisung no podía dejar de recordar qué tres años atrás, cuándo su padre lo obligó a subir al avión ya tenía planeado lo que sería de su vida; en Inglaterra había conseguido una alianza cruel que involucraba pasar el resto de sus días atado al matrimonio. Al principio había sido mera palabrería, pero cuando la familia Chen pidió al señor Han que Jisung volviera a España para mantener una relación estable con Charlie las cosas se volvieron reales.

Su relación con él al inicio había sido tensa, pero una vez que ambos estuvieron de acuerdo en que el matrimonio era totalmente obligado, pudieron entablar una amistad. Jisung dejó de pensar cuando el mayordomo lo invitó a seguirlo, Charlie con él. Avanzaron por los patios arbolados de los jardines de la mansión. Jisung iba a un paso tranquilo, pero el menor parecía querer alejarse cuanto antes de la compañía de sus guardias. Al llegar a una fuente iluminada tomó asiento, cuidando de no arruinar su vestido.
Jisung, quien había aprendido a conocerlo un poco, lo observó con atención, deteniéndose cerca.

— ¿Te pasa algo? —preguntó, decidiendo sentarse a su lado. El jovencito negó.

— No. Todo está bien.

Se quedaron en silencio un momento, mirando el agua, cada uno sumergido en sus ideas. Charlie tomó la mano de él cuando hubo pasado un buen rato sin decir nada. Np sabría explicar en que momento se enamoro de Jisung, si fue cuando descubrió la maravillosa persona que era o cuando lo volvió a ver y estaba más guapo que aquella vez en Inglaterra.









《 No podría explicarte cómo sucedió. Pero te vi y... simplemente quise que estuvieras en mi vida para siempre.

《Para siempre es demasiado tiempo, Jisung. No podemos asegurar ese tipo de cosas, mucho menos mientras continuamos manteniendo esto en un secreto 》 Él lo observó con detenimiento, presionando suavemente su mano. Sonrió extrayendo del bolsillo de su pantalón una pequeña argolla dorada. Minho abrió los ojos impresionado;《Estás loco.

《Claro que no, solo quiero volverlo eterno, Minho. Sé mi esposo.

《Tenemos quince años, no puedes pedirme eso. Aún tengo mucho por hacer y tú también.

《No digo que nos casemos ahora, pero cuando tengamos la mayoría de edad nos casaremos y huiremos.

《¿A dónde pretendes huir? Tu padre nos encontraría a donde sea que vayamos.

《Algo se me ocurrirá, Min, tú solo di que sí.

Oleos al viento (Minchan/Bangho/Bangknow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora