El fin de semana se había motivado a mantenerse alejado de sus amigos. Incluso negándose a hablar con Seungmin. Los tiempos y espacios para pensar eran algo importante en su vida, con la música de Chan eran aún más reconfortantes.
Para el comienzo de la semana que seguía se encontraba con calma. Fingir que el encuentro con Jisung había sido una pesadilla ayudaba mucho. Cuando vio a Seungmin dentro de su panorama tomó otro camino, lo mismo cuando vio a Changbin y a Félix. Llegó a salvo y sin encuentros a su salón de clase, metrología era una materia difícil, pero aún así le gustaba. En esa clase también estaba Chan, lo vio en su silla, ocupado con algunos portafolios. Se pensó un momento en si debería acercarse o permitirse hacerlo después de clase. Muy probablemente Chan iba a ignorarlo como sucedía habitualmente de modo que si sucedía frente a su salón de clase o en medio del campus era la decisión de Minho. Optó por sentarse en su sitio una vez que el profesor ingresó a su salón de clase.
La metería en curso no era del todo su preferida y estaba seguro de que no era el único que lo opinaba. Sin embargo, luego de una larga introducción al tema, el profesor presentó ante él una oportunidad.
— Busquen un compañero para compartir mesa, háganlo sabiamente porque será con quién trabajaran de ahora en adelante.
Inmediatamente a Minho se le iluminaron los ojos. Todos parecían tener decidido a quien tomar para pareja y él también. Se levantó rápidamente esperando que nadie más le ganase el partido y se dirigió a un lado de Chan. Al sentarse en la mesa de él sonrió en forma de saludo, pero el chico lo miró confundido, pidiéndole con la mirada que, por favor, se fuera.
— ¿Que se supone que haces? —Le preguntó en un susurro, desviando la mirada hacia el pizarron donde el profesor anotaba instrucciones.
—Me estoy sentando contigo, creo que es obvio —respondió con una pequeña sonrisa de diversión. Chan volteó los ojos, negando.
— Yo trabajo solo.
— Pero yo no, y quiero que seas mi compañero —aún con su explicación, Chan no se veía satisfecho ni remotamente de acuerdo. Pero simplemente no se iría—. Por cierto —dijo, alcanzandole los audífonos con el reproductor—. Gracias, fue de muchísima ayuda.
Él observó sus pertenencias antes de tomarlas. Recordaba muy bien haberle dicho que las conservara, pero al parecer Minho no había entendido la idea. Inspiró guardandose el reproductor en el bolsillo antes de prestar atención a la clase.
Durante las siguientes dos horas y veintiocho minutos, estuvo a salvo en compañía de Chan, aunque este lo ignoraba la mayor parte del tiempo, al final sí que era un buen compañero para trabajar. El resto de su jornada escolar se permitió buscar los pasillos que no permitirían que se encontrase con sus amigos. Se mantuvo invicto hasta la última de sus clases, cuándo al pie de las escaleras... Hyunjin lo esperaba. No había señal de los otros, por lo cuál no vio más remedio que atender al chico. Se detuvo a un par de pasos de él. Siendo más alto, y también mayor Hyunjin se permitió tomarlo por la muñeca y llevarlo consigo. Minho no opuso resistencia ni se negó cuando llegaron al estacionamiento.
—No voy a ser secuestrado ¿O sí? —preguntó mientras subían al deportivo de Hyunjin, este solo rio, negando.
— Sé que no somos mejores amigos, pero no me gustó verte tan triste ni ver a Seungmin tan preocupado.
Minho suspiró, comenzando a juguetear con su pulsera de cuentas de colores. El camino con las ventanas abajo producía una fresca brisa otoñal que permitía un ambiente apreciable.
— Si te cuento... ¿podemos seguir actuando como simples conocidos con Seungmin en común? —preguntó curioso, obteniendo una risa divertida por parte del conductor— Lo siento, es solo que ya le acostumbré a nuestra amistad poco convencional.
— Me gusta nuestra amistad —afirmó—. Si decides contarme nada cambiará entre nosotros.
Aliviado con esa garantía Minho se acomodó en su lugar, dispuesto a abrir su corazón con alguien más que no fuera Seungmin.
— Seungmin siempre, desde nivel primario, ha sido parte del consejo de bienvenida. A Jisung lo conocí cuando teníamos catorce años. Seung fue su tutor guía, él venía de América —comenzó, jugueteando con el cinturón de seguridad. Hyunjin aparcó en el estacionamiento de un refinado café, acomodándose para escucharlo—, pensé que sería como los otros chicos, arrogante y caprichoso, pero él no era así. En poco tiempo se convirtió en nuestro amigo. Mostraba descaradamente sentimientos por mí... pero me tomó casi un año corresponder. Cuándo finalmente lo hice supe quién era su padre y lo peligroso que podía llegar a ser para nosotros si se enteraba de nuestra relación. Así que lo mantuvimos oculto. Jisung fue... importante para mí —aguardó un momento, pasando un poco de saliva por su garganta para relajarse—. Un día... en su cumpleaños número dieciséis, nosotros nos involucramos físicamente. Fue mi primera vez y, al día siguiente, Jisung simplemente había desaparecido.
— ¿Así de repente? —Le miró confundido como si hubiese leído el final abrupto de una novrla, pero Minho asintió, evitando su mirada— ¿Lo buscaste?
— Los primeros días no, puesto que yo me encontraba pensativo con lo que hicimos, creí que él también. Pero para cuando pasó una semana de ausencia Seung y yo decidimos buscarlo. No había señales de él ni de su papá en Seúl. Simplemente había desparecido. Saber sobre su padre es fácil, pero de Jisung y su otro papá... es realmente un reto. Intento creer que él no estaba buscando solamente eso de mí, pero sea como sea, ni siquiera dijo adiós... simplemente se marchó.
— ¿Aún lo quieres?
— No siento lo mismo por él. Pero sinceramente me cuesta olvidar lo que me hizo y pensar en perdonarlo. Ya había dado por sentado que no volvería a verlo nunca más, pero que apareciera de repente... fue un golpe duro a mi estabilidad. Prefiero no verlo de nuevo.
— No podrás evitar eso —le aclaró—. En algún momento te lo encontrarás en la calle o algo por el estilo. Tal como ya sucedió. Creo que lo apropiado sería ponerle un punto final a esta historia y cada uno por su lado.
— Yo le di punto final hace años.
— Él no lo hizo, al parecer. Ese chico parecía que en serio quería hablar contigo.
— Ese es su problema, en todo caso.
— También el tuyo... —murmuró con prudencia— Minho, tienes que hablar con él. Ya no tienen dieciséis, ahora tienen diecinueve y creo que son personas maduras que sabrán hablar y arreglar las cosas. Aún si ya no van a estar juntos deben dejar en claro la relación, terminarla definitivamente y de un modo limpio.
— Él no lo hizo de un modo limpio.
— Entonces no seas como él. Piensalo... no fue justa la manera en que te dejó, pero tampoco sería justo que las cosas queden así. Si lo hablan podrán darse la oportunidad de hacer sus vidas en diferentes caminos.
Minho se lo pensó un momento, mirando a Hyunjin a los ojos. Sonrió con cariño.
— Lo pensaré.
— Bien, confío en eso. Ahora vamos por un café ¿qué dices?
El pelinegro suspiró, quitándose el cinturón de seguridad. Asintió.
PARTE 3
= Oleo a medio día =
《Los para siempre, Jisung, son un engaño.
《 Es demasiada negatividad, viniendo de un sol como tú.
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Oleos al viento (Minchan/Bangho/Bangknow)
Fiksi Penggemar《Junta dos elementos opuestos en un solo término y habrás creado un tercer concepto... lleno de total logica》 《 No tiene sentido》murmuró Minho observando al alto como si fuera la cosa más absurda que había escuchado. 《 Las cosas eternas pocas veces...