~♡𝔏𝔬𝔰 𝔬𝔧𝔬𝔰 𝔡𝔢𝔩 𝔞𝔩𝔪𝔞♡~ 𝖄𝖔𝖔𝖓𝖒𝖎𝖓 ℌ𝔦𝔰𝔱𝔬𝔯𝔦𝔞 𝔠𝔬𝔯𝔱𝔞

~Capítulo 10

     —Finalmente estas aquí Yoon.

Aquella voz suave de terciopelo, hermosa. Lo más hermoso que Yoongi había escuchado en su vida le llegó al corazón como una gota cálida que le calentaba el alma.

     —Jimin, mi amor.

Su mano seguía acariciando cada rincón de aquel bello y Angelical rostro tan suave como la seda, el rubio cerro sus ojos al sentir aquel tibio tacto en sus mejillas. De pronto un sollozo silencioso se escapó de los labios de Yoongi, toda esa aflicción que había acumulado podía diluirse poco a poco al fin  pues la incertidumbre y el miedo de no volverlo a tener a su lado ya no tenía espacio en su pecho. 

Aquel miedo que había sentido cuando creyó por todo lo que había descubierto de su madre que quizá hasta podría haber muerto. No podía aún si quiera entender por qué su madre haría eso y si de verdad era capaz de hacerle daño a Jimin.  ¿Tanta maldad había en ella?

Tuvo mucho miedo, demasiado miedo de quedarse solo nuevamente,  El miedo a perderlo  se volvió  una mezcla de temor racional e irracional y  enraízaba  el temor a ser privado del afecto que le  ataba  a Jimin e implicaba  una necesidad de esfuerzo por protegerle de cualquier amenaza que pusiera  en peligro su vida o su relación, tanto era el temor que estaba consciente de que en un punto  podía  tornarse insoportable, opresivo y ansioso y podía  en definitiva generarle  sintomatología propia y claramente fóbica. ¡Si! Eso era, pudo haber desarrollado Fobia de perder a Jimin y eso si jamás lo habría superado. 

Con sus ojos aún llenos de lágrimas sintió como una mano del rubio tocó suavemente su hombro y dejó pequeñas caricias. 

     —¿Yoon, estas llorando? ¿Por qué lloras? En verdad pensé que jamás volvería a saber nada de ti, siento mi corazón en paz de nuevo. —Jimin soltó un suave suspiro y con el también iban todos sus temores.

Cuando Jk le había dicho que había conocido a Yoongi y que lo estaba buscando sopesó la idea de que quizá Yoongi jamás lo abandonó que cabía la posibilidad de que todo fuera otra treta de esa mujer. Se planteó la posibilidad de que Yoongi en realidad jamás dejó de amarlo. Por eso accedió a hablar con él y verle ahí  llorando como un pequeño le aprtió el alma y le confirmó que siempre estuvo presente en Yoongi.  Ahora ¿como lidiaría con lo que tenía para confesarle?

Jimin temblaba por dentro pues temía la reacción de Yoongi. 

     —Oh Jimin, mi Jiminie amor mío te busqué por mucho tiempo...dime... dime ¿Qué pasó? ¿Cómo es que viniste a parar aquí? Cuéntame todo ¡Ibas a irte conmigo a Suecia! Serías lo primero que mis ojos vieran Jimin. Por favor dime...

Yoongi deseaba saber todo,toda la verdad aunque una parte de él no quería escuchar lo que había hecho su madre se rehusaba aún. Se alejó un poco, quería apreciar de nuevo aquel bello rostro que ahora tenía sus ojos celestes húmedos a punto de llorar también.