Poché

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Daniela

Hoy era miércoles, mi día libre en el restaurante, así que tenía todo el día libre para relajarme, me levante de muy buen humor, recordando esos hermosos ojos aceituna que vi ayer, tal vez hoy le cuente a Sam todo lo que paso, me di una ducha y baje a desayunar.

Mis padres no se encontraban así que me dispuse a preparar mi desayuno, una vez que termine de comer me fui a mi cuarto a ver una serie, no sabía que hacer, para colmo Sam estaba estudiando y no podía platicar con ella. Estuve viendo series hasta el medio día cuando me entra un mensaje a mi celular, me dispongo a revisarlo y es de un desconocido en cuanto lo leo una sonrisa se instala en mi rostro, con cada mensaje mi corazón se acelera y las manos me sudan, se preguntaran por qué, pues la chica de hermosos ojos me a escrito y hemos quedado en salir a almorzar en una hora.

Estoy tan nerviosa y ansiosa por esta salida, así que corro a mi closet y busco entre toda mi ropa, no se que ponerme, por alguna extraña razón quiero verme bien para ella, optó por una blusa blanca con unos jeans ajustados, y mis adidas favoritos, sin más voy a ducharme, cuando salgo me hago un maquillaje sencillo pero bonito, reviso mi celular y veo que solo faltan 10 minutos para que llegue María José, estoy tan nerviosa que siento que en cualquier momento me voy a desmayar.

Eran exactamente la 1 de la tarde cuando el timbre de mi casa sono, inmediatamente baje las escaleras y me fui a abrir, abro y me quedo estática, allí afuera está María José es tan guapa, que no puedo dejar de verla.

-Hola Daniela- habla con una hermosa sonrisa en su rostro.
-Hola María José, dime Calle así me llaman todos - dijo con una sonrisa en el rostro.
-Entonces dime Poché, así me llaman mis amigos, tomo esto es para ti- me entrega unas hermosas rosas, apenas me doy cuenta que las traía con ella.
-Muchas gracias Poché, pasa, las pongo en un florero y nos vamos.
-Si esta bien, no te preocupes.

Me dirijo a la cocina y doy un chillido de felicidad, no lo puedo creer Poché me trajo flores, es tan linda.

-Nos vamos- digo en cuanto salgo de la cocina.
-Claro, tengo un gran plan para nosotras dos.
Salimos de la casa y fuimos a su auto, es un hermoso deportivo blanco, ella abre la puerta del copiloto para mi y me subo, inmediatamente se sube al lado del conductor.
-Y bien a donde vamos- le digo.
-Es una sorpresa, pero antes quiero decirte algo, te ves muy guapa, gracias por aceptar mi invitación.
-Me sonroje en cuando me dijo eso, no se como lo hice pero hable- Muchas gracias Poché y no es nada la verdad me caíste super bien, quiero conocerte más, por cierto también estas muy guapa.

El trayecto fue muy tranquilo, empezamos a platicar de cosas triviales y cuando nos dimos cuenta ya habíamos llegado, aparco el carro en un hermoso y elegante restaurante, nos bajamos e inmediatamente un mesero nos llevó a una mesa, pedimos nuestras bebidas y nos entregaron el menú, nos dejo para que pensemos que queríamos para comer.

-Ya sabes que pedir- me preguntó Poché
-Si la verdad amo las pastas, así que pediré una.
-No se diga más, pasta será
Llego el mesero y Poché pidió nuestras pastas.
-Qué te parece si hacemos algo para conocernos más?
-Claro ¿y que propones?
-Hagamos esto tenemos 20 preguntas para hacerle a la otra, vamos una y una, te parece?
-Esta bien empiezas tu,
-¿Cual es tu mayor sueño?
- Cómo ya sabes amo cantar, así que ser cantante es mi mayor sueño, ¿cuál es el tuyo?
-Se que lo vas a lograr, tienes una hermosa voz y un gran talento. La verdad no tengo uno como tal, me la paso trabajando en la empresa de mi padre y me e olvidado un poco de mi, aunque me gustaría tomar clases de pintura, amo pintar y desearía poder montar una galería, pero se que eso no va a suceder mi padre jamás dejará que deje la empresa para hacer lo que me gusta- su semblante cambio a una triste, por impulso tome su mano sobre la mesa y le hice caricias con mi pulgar, ella sonrió ante mí tacto y yo me sonroje, así que decidí hablar.
-No tienes que rendirte, puedes hacerlo en tus tiempos libres, además ya eras mayor de edad puedes tomar tus propias decisiones.
-No es tan fácil como suena, pero olvidemos esto, siguiente pregunta.
Una vez terminó de hablar y llegó el mesero nos dispusimos a comer y seguir haciéndonos preguntas.

Descubrir que ama la lasaña, que le gusta la fotografía, que su color favorito es el azul, ama leer, que tiene una hermana que se llama valentina, que es bisexual lo cual me hizo sonreír ya que tenía una oportunidad con ella y muchas otras cosas más. Después de comer nos fuimos por un helado y seguimos platicando hasta que le entró una llamada, creo que debió ser muy importante por que dijo que nos teníamos que ir, me sentí un poco triste de saber que nuestra cita había terminado, me la estaba pasando tan bien que perdí la noción del tiempo, sin más nos dirijamos al auto y me llevó a mi casa, una vez aparco afuera de esta decidí hablar.
-Muchas gracias Poché, me la pase increíble, me gustaría que nos siguiéramos viendo.
-Yo también me la pase de maravilla, y claro que nos seguiremos viendo, eso no lo dudes- me lo dijo con una hermosa sonrisa, ella salió del auto y me abrió la puerta, cuando salí quedamos frente a frente muy juntas, solo nos miramos a los ojos y sonreímos.
-Bueno me tengo que ir, te llamo luego, gracias por la salida- en cuanto dijo eso me dio un beso en la mejilla que me dejó sorprendida.
Se subió a su auto y yo me quedé parada con una sonrisa en el rostro y con una mano en mi mejilla donde minutos atrás me había dado un beso.

Entre a la casa con una sonrisa en la cara, salir con Poché me hizo tan bien, me sentí tan tranquila y muy feliz como nunca había estado. Unas risas llamaron mi atención, entonces dirijo a la sala y ahí me encuentro a mi mejor amiga junto a mis padres.

-Hola dani- me saluda sam con una sonrisa en el rostro.
-Hola sam, ¿qué haces aquí?
-parece que no te da gusto verme
- no es eso, simplemente no me lo esperaba, pero vamos a mi cuarto, tengo algo que contarte
-Esta bien, ahorita nos vemos- se dirije a mis padres.
-Si hija vallan a platicar, cuando este la cena lista yo las llamo, por qué te quedas a cenar, no es así sam?- dice mi madre con una sonrisa
-Claro que si mafe, sabes que amo tu comida.
-Gracias mami, pero ahora nos vamos.

Nos encaminamos a mi cuarto con mi mejor amiga, estaba tan feliz que quería contarle todo acerca de poché.

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