𝐀𝐋𝐀𝐒 𝐑𝐎𝐓𝐀𝐒 - keigo takami

𝟎𝟒

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Habían pasado dos días desde que Hawks me rescató de aquel lugar; pero, no me daban salida del hospital por lo que me inyectaron en ese momento.

Según los medicos era un veneno de serpiente sumamente toxico que debió matarme en cuestión de minutos, pero, por alguna razón no me hizo mucho daño.
Dijeron que cuando quisieron extraer el veneno ya no había nada en mi sangre, de hecho, estaba totalmente bien de salud.

En cuanto a lo demás... Me volvieron a confirmar de que fuí violada, no quedé con cicatrices fisicas pero no se me quitaba ese nudo en la garganta que me lastimaba hasta más no poder. Era la segunda vez que me pasaba algo asi, y es bastante frustrante tener que guardarme esto para mi sola, me sentía sola, lo estaba y lo odiaba.

--¡_______! --Escuché una voz masculina que cualquiera reconocería.--Perdón por no venir a verte ayer, estuve ocupado con unos asuntos.

--Buenas noches, espero no estar interrumpiendo tus horarios.--Le dije sonriendo un poco.

El se acercó a mi y una de sus plumas trajo una bolsa pequeña, dejándola en mis manos.

--Creí habértelo dicho, estoy disponible todas las horas del dia para ti.--Me guiñó el ojo.--Excepto los miércoles, ese dia trabajo las 24 horas...

Parecía estar siendo el mismo a pesar de que sabía lo que me hicieron, en ese mismo momento que lo tuve cerca se lo dije, supongo que no le tomó importancia.

--Ya hoy podrás regresar a casa, ¿puedo llevarte?--Cambió el tema de inmediato, yo asentí.--Tambien hay algo de lo que debo hablarte cuando lleguemos, pero necesito que me digas algo ahora...

Me confundí con lo que me pedía, se veía serio ahora, no sabía a que quería llegar ahora.--¿Que pasa?

--Podrías contarme sobre tu quirk?--Preguntó mirándome con esos ojos que asustaban a cualquiera, como si me estuviese analizando.

Para nadie es un secreto que Hawks trabaja en seguridad publica, ¿acaso me estaba investigando?
No estaba segura si era buena idea contarle, no quería hacerlo, no quería estar en riesgo otra vez por culpa de mi poder.

--No pienso contarte nada más allá de lo que has visto...--Respondí con firmeza.

--E-eh?-- Se quedó callado durante unos segundos.--Bueno yo... Lo siento si fué incómoda la pregunta.-- Rascó su nuca.

Minutos después llegó un doctor avisándome que ya me podía ir a casa, y que debía tomarme una semana de reposo antes de volver a usar mi quirk.
Me cambié con mi ropa y después de esperar a que Hawks terminara de saludar a todos sus fans afuera nos fuimos volando a mi apartamento.

Me dió algo de miedo ya que las alturas no eran mi cosa preferida pero me sentía segura en sus brazos, alcancé a sentir el aroma de su perfume en su cuello y ropa, era embriagante.
Mientras volaba podía ver la vista del cielo nocturno en la ciudad, es bastante hermoso, la brisa chocaba contra mi rostro moviendo mis cabellos con suavidad, en momentos como estos me suelo poner sentimental sin razón alguna, supongo que por el recuerdo que tengo de este paisaje.

Tratar de dormir en un callejón cuando el sol caía fué la peor experiencia que pude tener, los ruidos de los carros, el olor a alcohol y a cigarrillo, borrachos, pandillas, todo lo tuve que soportar.

--¿_______?--Su voz me hizo salir de mi trance.--Pensé que te habías quedado dormida.--Soltó una pequeña risa.

No se si eran los sentimientos que llevo reprimiendo desde niña, pero estar con Hawks de esta manera me hacía querer reír y hablar sin parar como nunca. Claro que no lo podía hacer, soy una adulta y tengo que comportarme como tal, supongo...