Dicotomía

Duty, doubts & desire

Las cosas habían tomado un rumbo inesperado y Daerhys no sabía qué hacer al respecto. Siendo totalmente egoísta, la propuesta de Sirius solucionaba todo.

Todo. Literalmente todo; siendo una Black podía pasar a la más alta estima de las autoridades de San Petersburgo. Protección para su familia asegurada, protección mágica y no mágica, porque sabía al cien por ciento que para Sirius, con su nueva herencia, poner seguridad muggle para sus parientes no sería un problema.

Incluso si le pedía a Sirius que construyese un castillo para ella y toda su familia, sabía que él no se lo negaría. Él no le negaba ningún capricho ¿Era aprovecharse? Mal momento para que la moralidad de Daerhys saliera a relucir, su lado más Gryffindor hacía acto de presencia.

Sirius pensaba que casi había logrado convencer a la muchacha.

Si tan solo ella fuera una Slytherin hubiese sido más sencillo. Pero para su mala suerte no lo era.

- Realmente no puedo condenarte a que hagas algo así por mi - esa era la respuesta final de Daerhys, no tenía el egoísmo suficiente como para sellar el destino de Sirius y atarlo a su lado - Tienes tantas cosas por delante, un futuro brillante - dijo ella negando - No voy a ser responsable de que pierdas todo eso por mi - Daerhys esperaba que él entendiera.

Sirius estaba casi histérico, no entendía su disposición a desposar a cualquiera que no fuese él. ¿Qué había de malo en él? ¿No podía aceptar casarse con alguien que sí la quisiera? ¿Quería casarse con alguien que la odiara?

- Lo dices como si casarse contigo fuese un castigo - dijo él molesto con ella - ¿Prefieres a cualquiera antes que a mí? - preguntó directamente él.

A Daerhys le sorprendió este repentino ataque de celos.

- Esto no es acerca de lo que prefiero o no - Aclaró ella con disgusto - ¿No te das cuenta de lo que haces? - preguntó ella.

- Sé perfectamente lo que hago, Daerhys - se defendió él - Pero al parecer tú no - atacó - Pareciera que ni tú misma eres capaz de ver lo que mereces - había brutalidad en sus palabras.

- ¡Sé lo que merezco! - explotó ella - ¡Merezco ser feliz! - ahora ella estaba colérica - ¡Al igual que tú! - por muy desesperada que estuviera no antepondría sus prioridades para joder a Sirius, ella no era así - ¡Y no serás feliz quedando atrapado conmigo! - gritó con furia.

- ¿Por qué crees que tienes el derecho de decidir por mí? - interrogó él - ¿Qué te hace creer que no me podrías hacer feliz? - la mente de la chica le parecía cada vez más complicada.

- Eres un alma libre, Sirius - eso era todo lo que necesitaba decir - Y no estoy dispuesta a que dejes de serlo por mi - esa era la verdad después de todo.

- Al igual que tú. Tú eres un alma libre también - declaró él - ¿Por qué tú puedes dejar de serlo y yo no? - Esta sería una discusión larga.

- No es acerca de poder o no poder - contestó - Es sobre tener o no tener que hacerlo - Daerhys debía hacerle entender sobre el sentido de obligación - Cualquiera puede dejar de ser un alma libre si así lo desea, el problema es cuando te ves forzado a dejar de serlo por algo o alguien más - la mirada de Daerhys cada vez se veía más destrozada.

- Yo no tengo que dejar mis viejas costumbres por obligación Daerhys - dijo él sosteniéndola de la barbilla para que lo vea directo a los ojos - Yo quiero dejarlas... - Por tí, eso faltaba decir. Pero no era una buena opción. Poco a poco se daba cuenta que la muchacha frente a él no era buena lidiando con los sentimientos ajenos, ni con los de ella misma.

Daerhys se alejó, negando - ¡Ese es el problema! - gritó ella - ¡Tú no tienes la obligación de hacer esto! - exclamó finalmente.

Sirius realmente no comprendía qué pasaba por la mente de ella - ¿Quieres casarte con alguien que esté obligado a estar contigo? ¿Es eso? - preguntó él confundido.