Catalyst

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Desde aquella pelea en el lago negro Hogwarts estaba patas arriba. Las bromas de los merodeadores se salían cada vez más de control. Si bien el grupo de chicos no era especialmente considerado con el alumnado, sus bromas nunca habían tenido un propósito más allá de sacar unas cuantas risas. Hasta ahora.

James Potter parecía un maldito huracán, las bromas que planeaba habían mandado a una docena de alumnos a la enfermería. Y de paso había logrado joder más su casi nula relación con Lily Evans.

Si bien el chico había decidido "olvidar" a la pelirroja hace unas semanas, sus impulsos le ganaron. Cuando vio a Severus rondando por el Lago negro no pudo resistirse, su sola existencia lo perturbaba.

Sin darle tiempo a escapar ya lo tenía flotando de cabeza, haciendo que su ropa interior quedara expuesta a la vista de todos los alumnos y haciendo que una multitud se reuniera a ver el espectáculo.

Los gritos de Lily Evans eran los que resaltaban en la multitud — ¡Déjalo en paz, Potter! — gritaba la chica desesperada — ¡Él no te ha hecho nada! — gritaba mientras intentaba abrirse paso entre la multitud.

James Potter la ignoraba mientras con su varita hacía que el chico diese vueltas en el aire.

Lily llegó hacia donde James estaba, frente a frente — Ya bájalo, Potter — amenazó mientras lo apuntaba con la varita.

James se revolvió el cabello mientras veía como la chica que había rondado tantos años en su cabeza defendía a la serpiente — Quizás lo dejaría bajar — dijo él fingiendo amabilidad — Si tan solo hubieses aceptado una cita conmigo — dijo mientras notaba como la pelirroja enfurecía y le empezaba a gritar todo tipo de improperios.

Un bufido se escuchó de un lado de la multitud, dónde James notó que estaba la rubia con la que había discutido hace unas semanas. La verdad era que Daerhys Athens eran un maldito catalizador. Ella les ponía un freno a los merodeadores, se aseguraba que sus bromas no pasaran de lo cómico a lo cruel. Y sin ella, los merodeadores pasaban de ser bromistas a ser un grupo de matones con aires de grandeza.

James lo sabía, ella era la única que le ponía un alto. Y lo confirmó en el momento en que Daerhys había dejado que se moliera a golpes con Evan Rosier. Le había dolido que su rubia no lo detuviera.

Ella lo dejó claro: "Yo no voy a detenerte, ya no más", le había dicho. Y claro, siendo James Potter creyó que no era cierto. Pero la indiferencia de Daerhys se lo estaba confirmando. Había llevado todas sus bromas más allá del límite, habían personas que salieron heridas. Y ni así conseguía una palabra de ella. Una opinión, un consejo, incluso aceptaría un regaño, lo que fuera. La indiferencia lo estaba matando lentamente, parecía que él ya no le importaba.

La rubia al notar la mirada del chico fija en ella solo rodó los ojos y se fue del lugar. No lo había conseguido. El plan de James había fracasado nuevamente.

Sin pensarlo dos veces James bajó a Snape al suelo — Deberías agradecer que Evans estuviera aquí, sino…— dijo el chico siendo interrumpido por las palabras de Snape.

Enfurecido de cólera gritó — ¡Yo no necesito la ayuda de una asquerosa sangre sucia! — al ver la cara de su mejor amiga se dió cuenta de sus palabras — Lily yo….— dijo intentando remediar su error.

Lily Evans mantuvo la compostura, su mejor amigo le acababa de romper el corazón, tantos años de amistad a la basura — Para ser de distintas casas, ustedes dos son despreciables por igual — dijo mirándolos con desdén.

James se sorprendió por aquellas palabras — ¡Yo jamás te llamaría así! — reclamó él.

La chica lo miró con furia — Y aunque no lo hicieras, sigues siendo un idiota egocéntrico que no acepta un no por respuesta, te crees lo mejor del mundo cuando solo eres un niño estúpido — farfulló ella mientras se acercaba cada vez más al chico — No me sorprende ver qué Athens ya no te hace ni caso — mencionó con malicia — Seguro ya se dió cuenta de quién eres realmente.

James se puso rojo de furia — ¡A ella ni la menciones Evans! — gritó apuntándole con su varita — No dudaré en hechizarte — dijo amenazante.

Remus y Sirius al ver que James estaba perdiendo los cabales solo pedían a Merlín que Daerhys apareciera para evitar que el chico hiciera alguna locura.

Y sus plegarias funcionaron, aunque no con exactitud. La profesora Mcgonagall había llegado, no había forma de librarse del castigo que les esperaba.

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La cena luego del incidente fue extraña, en todos los sentidos. Los merodeadores estaban en silencio. James Potter estaba muy callado luego de haber salido de la oficina del director. Y su silencio no era exactamente por el castigo que le habían dado, sino por las palabras de Evans. Sus palabras le habían chocado "Seguro ya se dió cuenta de quién eres realmente".

¿Podría ser que Daerhys se había dado cuenta que él en realidad no valía la pena?

Intentado aligerar el ambiente Sirius preguntó a la chica, algo dudoso — ¿Y Erhys, viste algo interesante hoy? — dijo refiriéndose claramente a la broma a Severus.

Ella levantó su mirada chocando con los grises ojos de Sirius — No en realidad — dijo con una pequeña sonrisa, sabiendo perfectamente a qué se refería con su pregunta.

James Potter frunció el ceño, él la había visto allí, ella había estado en primera fila viendo lo que le hacían a Severus.

Mirándola con algo de frustración comentó — Te vi allí — dijo el chico de gafas — Viste la broma que hicimos — aclaró él.

La chica lo miró casi con algo de amargura, y disimulándolo respondió — Si, si ví — dijo haciendo una seña de indiferencia con los hombros.

James Potter armándose de valor la enfrentó — ¿Y no vas a decir nada? Destruimos la amistad de Lily y Quejicius — mencionó él — Lo humillamos — dijo intentando que la chica reaccione y al ver que ella no decía nada James alzó la voz — ¡Joder que hasta casi hechizo a Evans! — gritó ya desesperado.

Daerhys se sorprendió por lo último pero mantuvo su expresión de indiferencia, se dijo que luego averiguaría sobre eso — No tengo nada que decir al respecto — dijo finalmente.

James Potter soltó los cubiertos con fuerza golpeando la mesa y saliendo totalmente enfurecido del comedor.

Daerhys le estaba dando una lección.

La indiferencia le dolería más que el odio

→¿Qué impresiones les da el capítulo? No se olviden de comentar, me anima a seguir. :)

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