In Your Eyes || Mick Schumacher

Capítulo 1

Estaba corriendo al motorhome de Mclaren, llegaba tarde y Lando tenía una entrevista en ocho minutos.

–Mierda, mierda, mierda.– dije corriendo a máxima, por lo menos hoy no había fans como para chocar con ellos.

Iba corriendo lo más rápido que mi cuerpo me lo permitía con cuidado de no tirar mi café y mis cosas.

–¡Mierda!– grité al chocar con alguien y caerme para tras.

–Lo siento mucho, iba corriendo y no veía para donde iba.– dijo el chico poniéndose rojo y ayudándome a levantarme.

Sus ojos. Que envidia, sus ojos eran azul cielo, juro que me podría perder en ellos y estaría feliz de hacerlo.

–Si no te preocupes.– dije algo seca, desviando la mirada y viendo la mancha de café, adiós camisa blanca.

–Toma.– dijo pasandome mis cosas.

–Gracias.– dije agarrandolas y yéndome, tal vez fui grosera pero tenía el tiempo contado y eso no me ayudó.

Llegué al motorhome de Mclaren y todos se me quedaron viendo.

–¿Qué te pasó?– preguntó Lando intentando no reír.

–Chocaron conmigo y me tiraron el café encima.– dije agarrando la sudadera de Mclaren que me pasaba.

Fui al baño y me quité la camisa blanca, Sarah (nuestra jefa) me dijo que ella se encargaría de la entrevista para que yo me pudiera cambiar. Me quité la camisa blanca me quedé viendo mi reflejo, luego negué con la cabeza mientras desviaba la mirada, no me gustaba mi cuerpo, se podría decir que soy complexión media pero siempre me había sentido gorda desde la secundaria.

Agarré un papel mojado y lo empecé a pasar sobre mis pechos, se estaba empezando a poner pegajoso y odiaba la sensación. Terminé de limpiarme y me puse la sudadera de Lando, salí del baño y aventé mi camisa a la basura, definitivamente ya no servía, caminé hasta la entrevista y entré.

Escaneé la habitación en busca de Sarah, Lando ya estaba siendo entrevistado junto a Max Verstappen, Lance Stroll y...el chico del choque, genial. Al parecer el no había tenido tiempo de limpiar el poco café que quedó en su playera y en cuanto Lando me vió hizo un gesto con los ojos. Le hize una seña para decirle que le explicaría luego.

–Mick, qué le pasó a tu camisa?– preguntó una periodista riéndo, los demás presentes lo acompañaron.

–Digamos que choque con alguien por accidente.– dijo el de ojos azules viéndome fijamente mientras sonreía.

MIERDA, PUTA MADRE, MALDITA SEA!!! Me puse roja en automático y agaché la cabeza y el...se rió, la maldita rata se ríe.

–Definitivamente es una persona afortunada, el poder chocar con alguien tan guapo.– ....maldita idiota, quien se cree?

Ví de reojo como el dueño de los ojos azules se ponía rojo y reía incómodo... pobrecito, pero para que se anda burlando de mí? Karma is a bad bitch my friend.

La entrevista siguió como si nada y yo solo analizaba meticulosamente cada pregunta que le hacían a Lando y la respuesta de este. Al final de la entrevista le llamaron a Lando y yo me quedé hablando con un reportero. Iba saliendo de la sala de conferencias escuchando música en mis audífonos, hoy eran prácticas así que no me tenía que preocupar mucho.

–Hey, lamento lo de hace rato, creo que no me pude presentar bien. Soy Mick.– dijo el dueño de los ojos azules parándose a mi lado y ofreciéndome su mano.

–No te preocupes...Hilary.– dije agitando su mano.

–Hilary... bonito nombre.– Dios mío, por qué se escuchaba tan bien saliendo de sus labios?

–Bueno Hil, lamento haber tirado tu café la vez pasada, me permitirías recompensartelo?– preguntó Mick caminando a mi lado. Recompensar de que manera? Ok no.

–Nada más porque si no voy a estar de malas el resto del día.– dije sonriendo.

–Y eso nadie lo quiere...– dijo el rubio sacándome una risa.

–Puedes preguntárselo a Lando.– dije sonriendo de boca cerrada.

–¿Es tu novio?– preguntó viéndome por el costado de su ojo.

–¿Qué? No, qué te hizo pensar eso?– dije haciendo una mueca.

–No lo se, tal vez por la sudadera.– dijo el rubio soltando una risa.

–Si bueno, alguien me tiró el café encima y como mi blusa era blanca...no quería andar de exhibicionista.– dije resaltando el alguien.

–No creo que a muchos les molestará...pero volviendo al tema, entonces que relación tienen?– preguntó Mick con el seño fruncido.

–Amigos con derechos.– dije para asustarlo y logré mi cometido.

–¿Qué?– preguntó el ojiazul sorprendido.

–Por dios no, solo soy su community manager, pero somos amigos, nos llevamos bien.– dije riéndo a carcajadas al ver que se ponía rojo.

–Ay te pusiste rojo.– dije riéndo, la verdad se veía tierno. ¿Que demonios dices? Lo conoces de hace una hora y media a lo mucho y te tiro el café.

–Cállate.– dijo Mick volteando a otro lado.

–Cállame.– dije parándome de puntitas para verlo a los ojos, su rostro se puso más rojo si eso era posible.

–Se me ocurren varias maneras de callarte de hecho.– dijo el ojiazul volteando a verme, mierda, ahora yo estaba roja.

–Ay te pusiste rojita.– dijo el rubio arrugando la nariz mientras me imitaba.

–Eres un idiota.– dije entrecerrando los ojos mientras empezaba a caminar otra vez.

–Aja pero te gusto.– dijo el rubio sonriendo mientras caminábamos.

–¡Ja! Quisieras, apenas te conozco hace poco, eso es imposible y no, no me gustas.– dije sonriendo mientras negaba con la cabeza, aunque sentía que lo conocía de toda la vida.

–Claro que si, te mueres por mi.– dijo Mick volteando a verme mientras guiñaba un ojo.

–Obvio, no quisieras pisarme la cara para que pueda morir feliz?– pregunté sarcásticamente.

–Pisarte la cara...creo que hay otras cosas que preferiría hacer antes que eso.– dijo el rubio como si estuviera pensando.

–Querer y poder son cosas distintas, recuérdalo Mick.– dije sonriendo con egocéntrismo.

–Yo quiero y puedo, solo que no en este momento.– dijo abriendo la puerta de la cafetería.

–¿Qué te asegura que puedes?– pregunté riendo.

–Ya verás que un día me vas a rogar porque te bese.– dijo viéndome de reojo.