Oficialmente hoy empezaba la temporada de 2021, estaba muy emocionada, siempre me gustó la fórmula 1, mis pilotos favorito era Kimi Räikkönen, Michael Schumacher y Sebastián. Claro que los que seguí más de cerca fueron a Vettel y Räikkönen, Schumacher era bueno y todo pero era más admiración, claro que el mantenía su vida privada y como tenía padres estrictos nunca me enteraba de que era de su vida.
–Lando, solo tómate una selfie y pon algo así como "back on track", no es tan difícil.– dije frustrada.
–Es que me veo mal Larry.– dijo el británico con una mueca.
–Lando maldito Norris, o te tomas esa foto por las buenas o te la tomas por las malas, pero de que te la tomas, te la tomas.– dije viéndolo.
–...no te has tomado tu café, verdad?– preguntó el castaño parpadeando varias veces.
–Nooo y ya no aguanto.– dije quejándome.
–Mira, me tomo la foto y la publico mientras tú vas por tu café, va? Porque no quiero que me grites.– dijo Lando como niño chiquito.
–Bien, pero más te vale que ya esté en Instagram para cuando regrese.– dije señalandolo mientras me iba.
Estaba caminando tranquilamente hasta la cafetería cuando sentí que alguien empezaba a caminar a mi lado, voltee a verlo lentamente para encontrarme a nadie más que el dueño de mis pensamientos últimamente, por qué? Ni idea pero como me molestaba.
–Buenos días.– dijo sonriendo.
–Buenos días Mick.– dije regresando mi mirada al camino.
–Uyy, alguien está de malas, no te has tomado tu café?– preguntó Mick sonriendo, normalmente eso me hubiera enojado mal, pero se notaba que no lo había por burlarse.
–Nop, así que cuidado.– dije frotando mis ojos.
–Bueno, te acompaño, todavía tengo como una hora así que no tengo prisa.– dijo sonriendo, maldito golden retriever.
Afortunadamente había entendido que hoy no quería hablar así que el camino decidió caminar a mi lado en silencio, me agradó su compañía de hecho, pero se veía que pensaba en algo.
–¿En qué piensas? Hasta aquí se escuchan los engranes de tu cerebro funcionando.– dije viéndolo de reojo.
–Nada, solo estoy nervioso.– dijo el ojiazul sonriendo.
–¿Por? No es la primera vez.– dije sonriendo.
–¿Si es tu primera vez corriendo?– pregunté sorprendida al ver que no contestaba.
–¿No lo sabías?– preguntó el rubio confundido.
–No, lo siento, solo me pongo a escuchar lo que involucra a Lando.– dije con una mueca.
–Me sentiría ofendido pero tiene sentido.– admitió Mick.
–Así que eres un rookie...de verdad que suena impactante, no me lo esperaba.– dije asintiendo.
–¿Por?– preguntó el ojiazul con el seño fruncido.
–Parece que eres muy familiar con la fórmula 1, entiendo que la fórmula 2 también es similar pero no tanto y...te he visto hablar con Sebastian Vettel como si se conocieran de toda la vida.– dije confundida.
–¿Tampoco sabes eso?– preguntó aún más sorprendido.
–¿Saber qué?– de verdad que llegaba a ser rarito.
–No nada...digamos que si conozco a Seb, se lleva con mi papá.– dijo el rubio.
–Oh, en ese caso tiene sentido. Que suerte tienes, tu papá se lleva con Sebastian Vettel, un sueño, los amigos de mi papá solo son personas normales.– dije con una mueca.
–Si supieras...– dijo Mick viendo el piso.
–Aunque...la fama no lo es todo, porque hay personas que muy famosas y todo pero sus modales...– dije pensando.
–¿A ti te importa eso? Por ejemplo Max, creció junto al deporte, a ti te importa?– preguntó el ojiazul cautelosamente, que se traía entre manos?
–A ver, no me importa en si, pero su padre era y es un hijo de puta, así que probablemente si me invitará a un evento familiar...no iría.– dije encogiendo mis hombros.
–¿Por qué es un hijo de puta?– preguntó riéndo.
–Si, a lo que me refiero es, tu ves a Sebastian, Kimi y Lewis, son campeones del mundo y aún así son amables. Luego tienes a Jos, que solo hizo dos podios y ve a su hijo todo traumadito.– dije señalando discretamente a Max que tenía la mirada perdida.
–Buen punto.– dijo asintiendo.
Entramos a la cafetería y pedí mi café, nos quedamos ahí a lado platicando en lo que estaba listo.
–¿Qué se siente ser piloto?– pregunté de repente, siempre quise ser piloto pero mi familia no tenía la posición económica para eso.
–Es un sueño hecho realidad, siempre me gustó ver las carreras de mi padre y ahora ser yo el que corre es magnífico.– dijo Mick sin pensar.
–¿Tu padre? ¿Quién es?– pregunté con curiosidad.
–Mantengamoslo en secreto, de todas formas te vas a enterar en cuanto empiece la carrera.– dijo el rubio sonriendo.
–Me caes mal...te juro que no va a ser como con Jos, te lo prometo, tu no te ves traumado así que tú padre debe ser grandioso.– dije rápidamente.
–Dios cálmate, la verdad no creo que te caiga mal mi padre.–
–Te tengo envidia, haber crecido cerca de las carreras, conocer a tantas personas tan importantes, debió ser grandioso.– dije sonriendo.
–Si, pero también tenía su lado negativo, las cámaras, mi papá viajaba todo el tiempo, miedo a que le pasará algo...– dijo Mick con una mueca, maldita insensible no pensaste en eso.
–Cierto, debió de ser horrible vivir eso día a día...por eso nunca saldría con un piloto, si con hacerme amiga de uno me preocupo...– dije sin pensar.
–¿Nunca saldrías con un piloto? ¿Aunque sea alto, guapo, gracioso y tenga unos ojos hermosos ?– preguntó el rubio acercándose y parpadeando varias veces.
–¿Te refieres a Charles verdad?– pregunté sonriendo, sentí como me empujaba suavemente mientras negaba con la cabeza.
–Si, Hil, a Charles, porque está aquí y de seguro se muere por ir a una cita contigo.– dijo sarcásticamente.
El café llegó y antes de que siquiera pudiera sacar el dinero, Mick ya la había pagado.
–¿Por qué?– pregunté viéndolo con los ojos entrecerrados, ya íbamos caminando de regreso y el había agarrado el café.
–Nada más, porque quise invitarte un café.– dijo antes de darle un sorbo al vaso.
–¿Cómo puedes tomar eso? Es pura azúcar.– dijo entregándome el vaso.
–Y por eso es que estoy tan feliz.– dije sonriendo.
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In Your Eyes || Mick Schumacher
Hayran KurguMi nombre es Hilary pero todos me llaman Larry, tengo veintidós años y soy la community manager de Lando Norris, la verdad no era la persona más fácil para lidiar pero por lo menos era agradable. Tenía muchas cosas en mente, demasiadas la mayoría de...