Capítulo 8

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Se nos había olvidado que seguíamos en el elevador pero no nos importaba en ese momento.

–Bueno eso explica muchas cosas.– la voz de Charles nos sacó de nuestra burbuja.

Volteamos a ver y nos encontramos con el y Pierre Gasly viéndonos sorprendidos.

–No pensé que lo fuera a conseguir.– le dijo Pierre a Charles.

–Que grandioso encuentro pero nosotros nos tenemos que ir.– dijo Mick jalandome de la mano.

–Bye.– dije sonriendo.

Entramos al cuarto de hotel de Mick y soltamos una carcajada, definitivamente nada salió como esperábamos.

–Definitivamente nos tenía que pasar a nosotros.– dije ocultando mi cara entre mis manos.

–Si...– oí que dijo Mick.

Me quité las manos de mi cara y voltee a verlo tenía la mirada perdida y sus mejillas estaban sonrojadas, me acerque a él y lo abracé recargando mi cabeza en su hombro.

–Mañana es la carrera.– dije viéndolo de reojo.

–Dios que ansiedad.– dijo el rubio soltando una risa.

–Te irá bien, y si no, me da igual.– dije sonriendo.

Nos habíamos quedado platicando el resto del día y al final vimos una película, no se en que momento me quedé dormida pero al día siguiente desperté sintiendo algo encima de mí, parpadee varias veces intentando que mis ojos se acostumbraran a la luz y cuando por fin pude ver bien, me dí cuenta que era el brazo de Mick en mi cintura, no pude evitar que una pequeña sonrisa saliera de cara, voltee a ver lentamente al rubio para verlo dormir tranquilamente, se veía más tranquilo que nunca respiraba lentamente y sus pestañas reposaban en sus mejillas con delicadeza.

Probablemente fue por mero impulso pero pase mi mano por sus facciones intentando memorizarlas de memoria, abrió sus ojos con delicadeza y sonrió apretándome contra el.

–Buenos días.– dijo con voz ronca, dios yo no soy tu mejor guerrera.

–Buenos días.– contesté sonriendo.

–¿Cuánto tiempo llevas despierta?– preguntó Mick.

–No mucho.– dije con recargando mi cabeza en el hueco entre su hombro y su cuello.

Mick se me quedó viendo unos segundos antes de besarme, por instinto puse mis manos a los costados de su cara para profundizar el beso, no se en que momento me puso encima de el, sentí sus manos frías colarse debajo de mi sudadera provocando que diera un respingo, no llevaba nada más que mi brasier debajo de esa sudadera y Mick se dió cuenta al pasar sus manos por mi abdomen, sonriendo entre el beso. En esos segundos dónde nos separamos el me quito la sudadera dejándome en brasier, empezó a dejar besos a lo largo de mi cuello y empezó a descender por mis clavículas.

–Mick.– dije suspirando al sentir sus manos frías recorrer todo mi torso.

–¿Qué pasó, amor?– preguntó el entre besos.

–No creo que...debamos...tienes una Quali en unas horas.– dije con la voz entrecortada, si quieres, no te hagas la santa.

–¿Qué mejor manera para ir motivado?– dijo sonriendo.

De manera rápida cambio nuestras posiciones poniéndose encima de mi sin dejar caer su peso por completo, sentí como sus besos descendían por mi torso hasta que se encontró con el borde de mis shorts de mezclilla y volvió a subir dejando un rastro de besos.

–¿Entonces?– preguntó viéndome con una sonrisa y la respiración agitada.

–¿A qué hora es?– por más que yo quería no iba a dejar que lo regañaran por mi culpa.

–A las 12.– respondió Mick, volteamos a ver el reloj, eran las 8:30.

–A la mierda.– dije jalandolo hacia mi para besarlo de nuevo.

Después de todo nos volvimos a quedar dormidos, me había quedado dormida encima de Mick y el me tenía abrazada lo único que nos cubría eran las sábanas de la cama. Por mi me podía quedar así de por vida, estaba durmiendo plácidamente en el pecho de Mick pero el sonido de una llamada nos despertó.

–No es el mío.– dije sin abrir los ojos, mi teléfono había quedado silenciado desde que vimos la película anoche.

–Mmm...deja que suene.– dijo Mick con la voz adormilada y aferrándose más a mi.

Pero al parecer quién sea que lo estaba llamando no pensaba en darse por vencido, ahí me di cuenta de que Mick tenía el sueño pesado y podía dormir con tal ruido, yo por otro lado necesitaba del silencio.

–Si quieres desvía la llamada y silencia mi teléfono.– dijo Mick.

–Creo que estará mejor.– dije, cómo pude me estiré hasta su teléfono y me fijé en que no fuera Guenther.

–¿Quién es?– preguntó mi rubio.

–Mm...Gina.– dije después de haberme fijado.

–¿Gina?– preguntó sentándose de golpe, yo que estaba encima de el salí volando y como estaba en la orilla de la cama termine en el piso, afortunadamente caí encima de las sábanas que jalé conmigo.

–Auch.– dije sentándome y cubriendo mi cuerpo con la sábana.

–Perdón.– se disculpó Mick con una mueca.

Contestó la llamada y no podía entender nada de lo que decía, está hablando en alemán, aquí es el momento donde me quedo sentada viendo el piso. La llamada estaba durando más de lo que suponía así que decidí empezar a recolectar mis cosas al ver la hora eran las 10:30 si no me equivoco Mick ya debería de estar por lo menos camino al paddok, me empecé a vestir sintiendo la mirada de Mick pegada a mí, ya tenía todo y todavía tenía que ir a mi cuarto a bañarme y cambiarme de ropa rápido.

–Te veo luego.– gesticule con la boca antes de darle un beso corto a Mick, el solo asintió y me dijo "voy por tí".

Salí de se cuarto y me dirigí al mío, no tenía ni idea de que había pasado pero no estaba muy contenta, no quería que esto terminará como si hubiera sido un polvo cualquiera...como terminó el de Lando.

Sacudí mi cabeza para alejar esas estúpidas comparaciones y enfocarme mejor en el lindo día que había tenido con Mick, me bañé en menos de quince minutos y me arreglé rápido, un poco de delineador y máscara de pestañas y ya no me sentía tan insegura, me puse unos leggins negros y una sudadera que me quedaba grande.

Estaba esperando a ver cuándo pasaba Mick por mí, supuestamente ya debía de estar en el paddok, me quedé sentada en mi cama viendo mi teléfono, perdí la noción del tiempo pero cuando cheque el reloj me dí cuenta de que ya habían empezado las calificaciones, deje salir un suspiro y negué con la cabeza, que idiota eres. Mi mente ya no tenía ganas de deprimirse por un chico así que decidí ir por comida, sabía que iba a terminar así, es un piloto, pero algo dentro de mí me decía que el no era así, si, no lo vuelvas a escuchar.

Por lo menos nadie me quita las sonrisas que tuve.

In Your Eyes || Mick Schumacher Donde viven las historias. Descúbrelo ahora