Había decidido pasear un rato en un intento de despejar mi mente, llámenme ridícula pero me enojaba el que no hubiera ido por mí, la llamada me dió igual, se que no necesariamente es alguien con quién salga, pero me molestó el hecho de que haya arruinado el momento, pudo haber sido el mismísimo Michael Schumacher y hubiera sido lo mismo...bueno eso es una exageración.
Estaba acostada en la cama viendo una película, me acababa de bañar y seguía en toalla, me había pedido unas papas a la francesa y una malteada de chocolate, sabía que después me arrepentiría pero en ese momento no le dí importancia, la pantalla de mi teléfono se iluminó y parte de mi se emocionó al pensar que podía ser Mick, pero no era el, era Lando.
Lando
Hey
Lamento lo que pasó
Estaba celoso y no supe cómo reaccionar
También lamento no haberte dicho que Mick te fue a buscar y haber peleado con el enmedio del bar.
Lo siento por todoJuro que iba a contestar pero simplemente no estaba de muy buen humor, lo haría en otro momento, aparte, mi mente no me dejaría en paz, diciendo 'cada vez que algo malo pase con Mick correrás a Lando?' y yo no iba a hacer eso.
Me quedé absorta en mi mente hasta que escuché unos golpes en la puerta, me daba mucha flojera pararme para abrir así que decidí ignorarlos y esperar a que se fueran...pero eso no es algo que estuvieran dispuestos a hacer, al parecer.
–Hil...se que la cague al no venir por ti ni enviarte mensaje...– dijo Mick del otro lado de la puerta, mentira no era.
–Algo inesperado paso y...mi mente estaba en otro lado, lo siento.– se oía que estaba arrepentido.
Me paré de la cama y estaba a nada de abrir la puerta, pero algo me detuvo, no se que fue. Me senté con la espalda pegada a la pared y deje caer mi cabeza a la puerta.
–Se que me estás escuchando, se ve la luz de la habitación a través de la puerta...– dijo antes de soltar un suspiro, parte de mí me decía que no era el momento para ponerme a hablar.
–He tenido un día horrible, si te soy honesto, después de que te fueras de la habitación todo fue en picada...las noticias de la llamada que tuve no fueron las mejores y luego en calificación no me pudo ir peor, lo cual provoco que me dieran el regaño de mi vida...y por primera vez le respondí a Guenther lo cual se sintió bien, pero la satisfacción no duró mucho...– dijo Mick.
Mi corazón se ablando al escuchar eso, soy muy fácil y lo sé, yo lo había perdonado desde hace unos minutos,pero oírlo tan... débil? Por así decirlo, me hizo darme cuenta de que el también tenía días malos... todos los tenemos.
Me paré y abrí la puerta, al parecer estaba sentado en el piso recargado en la puerta también, en cuanto la abrí se cayó directo al suelo. Intenté contenerme pero en cuanto ví que el se rió yo también lo hice.
–¿Estás bien?– pregunté ayudándolo a pararse.
–Físicamente si.– dijo parándose.
Cerré la puerta y me senté de nuevo en la cama, el se quedó parado en medio de la habitación como si esperará algo.
–Mick, todo bien?– dije llamando su atención al verlo con la mirada perdida.
El volteó a verme y sonrió a boca cerrada mientras asentía, hice una seña para que se sentará a mi lado, el se sentó y dejó caer sus hombros, estaba cansado y se veía a kilómetros de distancia, no sabía que hacer, no quería ser entrometida si no quería contarme, al final hize lo que se sentía más natural, lo abracé. Sentí como envolvía sus brazos a mi alrededor con fuerza mientras ocultaba su cara en mi cuello, sentí como este se humedecía y mi corazón se estrujó, algo tuvo que haber pasado pero no sabía que, escuché como dejaba salir un sollozo y lo abracé con más fuerza, pase mi mano a su cabello y lo empecé a acariciar en un intento de calmarlo, no se cuanto tiempo estuvimos así, pero ya se había calmado, sentí como se separaba de mi lentamente.
–Lo siento, no creo que quisieras estar escuchándome.– dijo limpiando el resto de sus lágrimas, por qué no lo querría escuchar?
–¿Por qué no querría?– pregunté con el seño fruncido.
–No lo se.– dijo soltando una risa sin gracia.
–Mick, qué pasó?– pregunté preocupada agarrando su mano, jamás me había preocupado tanto por alguien y solo quería guardarlo en una cajita para que no tuviera que llorar otra vez.
–Nada, yo...– respondió viendo el piso.
–Mick, no tienes que contarme si no quieres, lo entiendo.– dije sonriendo con la boca cerrada.
–No es que no te quiera contar, solo...no se cómo decirlo...vez el accidente de mi padre no? Pues, estaba mejorando mucho pero en la mañana me llamó mi hermana y me dijo que había empeorado...y para terminar de cagarla en cuanto salí del monoplaza Guenther me empezó a regañar, cómo si su carro no fuera una mierda...y me culpa a mi por los resultados de Haas cuando Nikita también tiene algo que ver, pero como su padre es patrocinador no le puede decir nada y se termina desquitando conmigo.– dijo Mick frunciendo el seño y hablando rápido.
No sabía que decirle, no se que haría yo si eso le pasará a mi papá, no se cómo se sentía y la empatía nunca había sido lo mío, en cuanto a Guenther pude jurar que si lo viera en ese momento no viviría para decirle a nadie, cómo se atrevía a hacer eso? Yo sabía que Haas no era un buen equipo desde antes de Mick, siempre había sido malo y sus monoplazas no eran la excepción.
–No es tu culpa, ninguna de las dos cosas. Bueno... obviamente lo de tu padre no podía ser tu culpa, pero estoy segura que mejorará, siempre es así, cosas buenas le pasan a las personas buenas, no? Y Guenther... Guenther es un idiota que puede ir a chingar a su madre, no es tu culpa los resultados de Haas, es obvio que eres responsable de TUS resultados, pero solo de esos, de lo que se ve esun interesado que solo trata bien a las personas cuando le dará algo a cambio. Todo estará bien, ya verás, siempre viene el sol después del invierno.– dije acariciando su espalda.
–Gracias, por escucharme y por el consejo.– dijo Mick sonriendo.
–Yo siempre te escucharé, tal vez no siempre sabré que decir, pero escucharte es algo que hago sin problemas.– dije sonriendo.
Recosté mi cabeza en su hombro y el recargo la suya en mi cabeza, había sido un día muy raro para ambos.
–Me debes un desayuno.– dije después de unos minutos en silencio.
–Te debo un desayuno... lamento haberte dejado aquí.– dijo el rubio riendo.
–No te preocupes, estoy segura de que no lo hiciste intencional.–
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In Your Eyes || Mick Schumacher
FanficMi nombre es Hilary pero todos me llaman Larry, tengo veintidós años y soy la community manager de Lando Norris, la verdad no era la persona más fácil para lidiar pero por lo menos era agradable. Tenía muchas cosas en mente, demasiadas la mayoría de...