Capítulo 5

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Había pasado una semana desde el suceso con Lando, la verdad ahora nos la pasabamos pegados, lo cual no se si es bueno o malo pero yo lo disfrutaba, sobre todo porque Lando me trataba como si fuera...lo mejor.

-Lando, acaba con las fotos para poder irnos de una vez.- dije viendo cómo ignoraba las inscripciones del fotógrafo.

-Es que no me favorecen los ángulos.- dijo el británico.

Logramos terminar cinco minutos después y empezamos a caminar por el paddok, la carrera ya había terminado y solo quedaban mecánicos, pilotos y directores. Lando pasó su brazo por mis hombros mientras caminábamos, lo había logrado convencer de ir por un café ya que tendríamos que quedarnos una hora más.

-Mierda, Mick nos está viendo.- dije al sentir la mirada del alemán en nosotros, tenía el seño fruncido, está molesto.

-Pues démosle algo que ver.- dijo Lando volteando mi cabeza y besando mis labios, pero no quería hacer esto, no me sentía cómoda.

-Mmm...nop, no va conmigo hacerle eso a las personas.- dije recargando mi cabeza en su hombro.

-No te deberías de preocupar por el, te dejo plantada.- dijo el británico mientras seguíamos caminando.

Cuando llegamos a la cafetería me acerque al mostrador para pedir mi café, me lo dieron en menos de cinco minutos y regresamos al motorhome de Mclaren, me quedé sola editando unas fotos en lo que Lando terminaba de hablar unas cosas con los mecánicos.

-Oye, quedé de ir con los demás a un club, quieres venir?- preguntó Lando cuando íbamos de salida.

Me quedé pensando unos momentos, me llevaba con algunos pilotos y me haría bien salir.

-Seguro, solo que me tendré que cambiar.- dije sonriendo.

-Larry te puedes poner un costal de papas y te seguirás viendo como una puta diosa.- dijo Lando viéndome de reojo.

Rodé los ojos con una sonrisa, Lando hacía todo lo que quería que mi novio hiciera, pero algo no terminaba de encajar, debería de gustarme pero por alguna razón no lo hacía. Llegamos al hotel y cada uno se fue a su habitación para arreglarnos, me bañé rápidamente y me puse un vestido azul marino ceñido al cuerpo que terminaba por mis muslos, me delinee los ojos y me puse un labial rojo vino, con mi cabello no batallé mucho, solo lo peiné y le puse fijador para que no se esponjara. Oí que tocaban mi puerta y agarré mi bolso rápidamente para encontrarme con Lando.

–¿Lista?– dijo sonriendo, traía una camisa blanca arremangada y unos jeans negros.

–Sip.– dije sonriendo de la misma manera.

Bajamos al estacionamiento y nos dirigimos a su carro.

–Te ves hermosa está noche.– dijo Lando abriéndome la puerta para que me metiera al carro.

Y por un momento me sentí perfectamente bien, llegamos al club y le dejo las llaves al que se encargaba de cuidar el carro, en cuanto entramos mis oídos se taparon por la música y Lando me agarró de la muñeca llevándome al VIP, dónde estaban los demás pilotos. Lando se separó de mí para ir a saludar a los demás pilotos, me quedé sentada buscando con la mirada a alguien que conociera, hasta que me tope con sus ojos azules, enseguida despegue la mirada, entré en pánico al ver que tenía la intención de acercarse. Afortunadamente llegó mi salvación.

–¡Larry!– gritó George abrazándome y llevándome con los demás.

–George, cómo estás?– pregunté sonriendo.

–Bien, pero Lando me mandó por ti.– dijo el británico, se veía que ya estaba un poco tomado.

–No me sorprende.– dije riendo.

In Your Eyes || Mick Schumacher Donde viven las historias. Descúbrelo ahora