La muerte se olvidó de mí

Estás sola.

Perfilada bajo azules negros de inmunidad

Dibujada tras rasgos rojos de impaciencia

Dominada sobre la transparencia marchita

De un sentimiento amargo.

Piel mestiza, de sereno encanto

Luna blanca de misterio sacro

Impides la entrada al alma

Al soberano

Al justo

Al impío

Sangras lujuriosa clamando belleza

Aún sabiendo que el susurro eterno ha callado

Recoges llantos desconsolados

Y maquillas el augurio con líneas falsas

Domadora

Luchadora

Bruja

Eres todas las criaturas

Disimular obvias

Porque después de todo

Estás sola.