Fort
Tras dejar a su tía en su casa, puso rumbo a su apartamento, aún dándole vueltas a lo ocurrido esta mañana. No era la primera vez que Peat y él compartían un momento que luego le dejaba pensando durante horas, pero quizá por el tiempo transcurrido sin verse, esta vez le había pillado con la guardia baja y algunas ideas insensatas cruzaban su mente sin control. «¿Es real lo que ha ocurrido? ¿Tengo alguna posibilidad?», se preguntaba mientras recordaba una y otra vez su reacción en el instante que sus miradas se habían cruzado. Otras veces no habría durado ni dos segundos hasta que hubiera quitado la cara y seguido como si nada, pero esta vez había algo distinto.
No podía (ni tampoco quería) esperar hasta el jueves para ver qué era lo siguiente que ocurría. Eso había estado haciendo hasta ahora: esperar. Dejarlo todo correr mientras él se ahogaba en un mar de incertidumbre. Peat le gustaba, eso lo tenía claro. El flechazo que sintió el día del casting no le había dejado indiferente y así llevaba desde entonces, disfrutando cada segundo al lado de Peat que el destino le proveía. Rezando por nuevas oportunidades de coincidir, de hablarle, tocarle, besarle. Estaba harto de esa situación. A Fort no le gustaba ser sujeto pasivo de las circunstancias.
No. Se acabó.
Él tenía el control de su destino y ya no iba a seguir permitiendo que el azar decidiera y él solo pudiera rezar porque apueste a su favor.
Se puso a pensar en qué podía hacer ahora que había aclarado un poco sus ideas.
Necesitaba un plan.
Hoy era el día ideal para verle de nuevo, pues al día siguiente no tenían ninguna reunión y, según le dijo Gale, tampoco tenían concertado otro tipo de compromiso. No perdía nada por probar.
Iba a decírselo.
Una de las cosas que agobiaban a Fort era el hecho de tener que hacer fanservice con otro actor que no fuera Peat. Él había sido el primero y, aunque esto fuera algo completamente profesional, aún no se veía preparado para empezar a hacerlo con otra persona. Tampoco sabía lo que opinaba Peat al respecto, aunque seguramente le diera lo mismo. Por más que se lo repetía, que él no estaría planteándose las cosas como él, que estaban en puntos muy distintos, algo dentro de Fort se negaba a creérselo. A él le afectaría horrores ver a Peat flirteando con otro actor, por mucho que supiera que en realidad no significa nada, que es todo actuación. Fue entonces cuando por su cabeza pasó un pensamiento terrorífico: «Pero... ¿y si no lo es?» Si finalmente Peat se olvidaba de todo el tema de Gale y se colaba por un compañero de reparto Fort se quedaría destrozado. No podía seguir esperando hasta que su oportunidad pasara. Esta nueva serie era una señal para que tomara acción y se atreviera al fin a perseguir al chico del que se había enamorado.
Fort no era en absoluto de esas personas a las que se le quita el apetito con facilidad, pero ese día comió sin hambre, cavilando sobre cómo le diría a Peat que quería verle esa noche. Ya le había propuesto la cena el jueves y se preguntaba si invitarle hoy también pudiera ser demasiado atrevido. Estaba a punto de escribirle cuando recibió una llamada. Era su tía.
—Hola, querido. Espero que no te hayas olvidado de lo de esta noche.
«¿Esta noche? ¿¿Cómo que esta noche??»
Fort se puso a pensar a toda velocidad para saber a qué se refería. Sin embargo, su silencio le delató.
—Se te había olvidado, ¿no es cierto? Hoy es la cena con el staff de Moments of Love y no, no puedes faltar. Ni lo intentes. Pie también estará allí. Ese chico es un encanto, siendo sincera, me parece fatal que tengas que mantenerte fiel al señor Chaijinda.
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Love in the Gale
FanfictionEnamorarse es como hallarse perdido en medio de una noche de ventisca. El vendaval de emociones que llevas por dentro nubla tu juicio, y toda la bruma que se apodera del ambiente hace imposible vislumbrar con claridad lo que tienes ante tus ojos. «...