Ep3pt1

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Un fuerte ruido me despertó de un sueño profundo. No soy una persona muy agradable por las mañanas es más si no duermo lo suficiente voy a estar de mala ostia todo lo que queda de día o puede que de semana. Me levanté de un brinco para ver que era mi móvil el que producía ese ruido, me lo llevé a la oreja sin ver quien era.

-¿Qué?- contesté por el aparato con la voz adormilada.

-Tan agradable como siempre.- vaya con que era Cook, me despegué el móvil de la oreja para ver la hora.

-Son las siete y media Cook.- dije en un suspiro - Me has despertado a las siete y media un Sábado.- Puntualicé, ayer me fui a dormir sobre las tres de la mañana no es muy tarde, pero de todas maneras yo necesito doce horas de sueño y mi mente no empieza a funcionar hasta las una de la tarde.

-Bueno bonita tampoco hace falta llorar eh- respondió, ya me lo podía imaginar sonriendo a través del móvil con su sonrisa de imbecil.- Abre la puerta de tu casa.-

-¿Por qué iría a hacer eso?- estaba a puntito de colgar y volverme a dormir.

-Porque te lo pido yo que soy tu amigo, a demás tengo que hablar contigo asi que abre.- note su voz más seria y no pude evitar que me entrará curiosidad al instante.

-Ya voy, aún que solo por que ya me he desvelado.-

-Mentira los dos sabemos que en cuanto te tumbes en tu cama te vas a quedar dormida.- se rio ante esto último y yo no pude evitar reírme también.

-Ya voy no hace falta que esperes más.- me levanté de mi cama enseguida dispuesta a ponerme las zapatillas.

-A por eso no te preocupes, ya estoy dentro.-

-¿Cómo?- medio chille antes de terminar la llamada y bajar corriendo por las escaleras.

Nada más pisar el último escalón vi a Cook con la nevera abierta rebuscando en ella. Antes de que pudiera acercarme a él, cerró la puerta de golpe con un trozo de pan el la boca y un tetabric de leche en la mano. Al verme abrió los ojos empezando a sonreír obligándole a sacar el pan de su boca.

-Vaya que coincidencia.- empezó a acercarse a mi con lo brazos abiertos. -Pareces un vagabundo por las mañanas.- puntualizó antes de darme un abrazo.

Yo lo aparte rápidamente mirándolo con la boca abierta.

-Serás gilipollas.- Lo señale con el dedo - Al menos yo no parezco un vagabundo todos los días, todo el rato. Que haber si nos duchamos, que hueles a cerdo.- lleve mi dedo indice a mi nariz señalando que olía mal, la verdad es que tan mal no olía siempre tenía un leve olor a perfume varonil.

Me revolvió el pelo de la cabeza y se dirigió a mi sofá conmigo pisandole los talones.

-Cook, ¿Me puedes decir por qué has venido?- Le pregunté una vez se había acomodado en mi salón, como si fuese el suyo vaya.

Su rostro se puso serio enseguida como si estuviera recordando algo.

-La he cagado.- yo me encogí de hombros -Eso no me parece muy raro- contesté.

-No, Ada, enserio esta vez la he cagado, pero bien- me quede callada esperando a que siguiese hablando.

-No era yo- se quedó mirando al techo pensativo -Haber si era yo- chascó su lengua y suspiro. -No sé- dijo en un susurro.

Jugaba nervioso con la cremallera de su chaqueta, tenía la mirada perdida como si estuviera recordando lo que fuese que lo tenía tan preocupado, me senté a su lado y puse mi mano sobre la suya su mirada conectó con la mía al instante. Trage saliva y me fijé en su rostro, tenía los ojos enrojecidos, sangre en la nariz y moratones por casi todas partes no era nada grave pero aún asíme preocupaba.

-Cook no sé lo que te ha pasado, pero sabes que siempre puedes venir aquí ¿verdad?- se que lo sabe pero quería dejárselo claro, mis padres le conocían desde pequeño al igual que a Freddie y a JJ, si por algún casual estuviera en algún problema se podría quedar con nosotros pro una temporada, de todas maneras mis padres no pasaban mucho tiempo por casa.

Asintió lentamente mientras me miraba directamente a los ojos dejo de mover su mano nerviosamente,es más, empezó a acariciar la palma de mi mano con su pulgar de manera inconsciente. Cuando dirigí mi mirada hacia nuestras manos él se apartó bruscamente haciendo que pegase un repullo.

-Creo que debería de ir llendome- se levantó sacudiendo su ropa mirando hacia todos lados menos a mi.

-Oye..yo- empezé a decir.

-Si bueno es mejor dejarte dormir- sonrió incomodamente. -ya sabes...te pones de mala leche- siguió hablando.

-Cook déjame hablar- traté de hablar.

-A demás no son pasados medio día así que todavía estarás sobada.- empezó a marcharse.

-Cook para ya y déjame hablar.- dije alzando un poco la voz, se paro en seco y se giró para poder mirarme.

-Te puedes quedar si quieres- terminé de decir- no creo que hayas dormido desde ayer, la residencia esta lejos, y se nota que no estás bien.- crucé mis brazos.

-Ya bueno pero tus padres...- comenzó a decir

-Mis padres no están Cook, te puedo traer ropa si quieres, para que estés cómodo.- me miró sin saber que decir yo le sonreí, parecía un niño chico.

-Anda ve al baño que yo te traigo la ropa.- me levanté para dirigirme hacia el armario de mis padres.

Antes de que pudiese subir por las escaleras escuché como carraspeaba.

-Ada, gracias.- me sonrió tiernamente.

-No hay de que, para eso están los amigos- a mi respuesta soltó un suspiro.

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Le llevé una camiseta y unos pantalones de deporte de cuando mi padre era jóven antes de poder dejárselo en el suelo enfrente del baño el salió con la toalla enredada en su cadera meneando la cabeza como un chucho para secarse.

-Cuidado que me mojas- le dije apartandome para intentar que esas gotas de agua no me cayesen encima.

Sonrió ladianamente -Si siempre te mojo, bonita.- le miré con asco ante su descaro.

-Señoras y señores, James Cook a vuelto.- dije antes de girame hacia mi habitación, mientras lo escuchaba reírse.

Todavía no eran algo más de las ocho y cuando vi mi cama aún desecha pidiéndome a gritos que me tumbarse en ella, no puede hacer otra cosa que obedecer. Seamos sinceros quien es capaz de negarse a unas horas más de sueño.

Me estaba quedando dormida cuando sentí como la cama a mi lado se undia por el peso de una persona tarde un poco en reconocer el aroma de Cook el cual se tumbó a mi lado, noté como se escurría entre las sábanas y como su brazo se posaba en mi cintura haciendo que se me cortase la respiración de forma casi instantánea. No era la primera vez que dormíamos juntos, pero si la primera vez que dormíamos emplan cucharita, noté como todos los músculos de su cuerpo se destensaban a mi al rededor y de como su pecho se pegaba a mi espalda, noté su cálido aliento en el hueco de mi cuello y que la piel de la nuca se me ponía de gallina.

No sé que coño estaba pasando pero lo peor de todo es que no me desagradaba ni un poquito.

-Buenas noches bonita.- me deseo en apenas un susurro.

-Buenas noches vagabundo.-

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NA:
Después de lo que creo que han sido meses he vuelto, lo siento corazones pero el instituto es una mierda.

Lo siento también por el capitulo corto pero ya vienen más y mejores.🫶🏼

US • JAMES COOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora