¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Regulus habia estado en un mal estado, claro que no dejaba que nadie se diera cuenta, mucho menos su hermana mayor, en su opinión y pensamiento, Venus ya tenía demasiado con lo que cargar como para que el fuera y le contara sus problemas.
Sus padres, desde que había sucedido en incidente de Venus, habían perdido toda esperanza con ella. Y Regulus solo podía pensar que eran unos malditos, porque en lugar de preocuparse por su hermana mayor, se preocupan sobre su apellido y la imagen que quedó de ella. Claro que el apellido Black no podía estar más deshonrado desde que Bellatrix se unió al señor oscuro, desde que Andrómeda se casó con un muggle, desde que Sirius había quedado en Gryffindor, y desde mucho antes, cuando Alphard Black fue en contra de su familia llegando a casarse con una mestiza, un incidente que nadie fue capaz de comentar.
Pues desde meses antes. Venus, Regulus y Emma, quien se había ofrecido a acompañarlos porque la esposa de Alphard había enfermado. Fue allí cuando sucedió. Desde entonces, Alphard no puede odiar más a Bellatrix y Rodolphus Lestrange que cualquier otra persona.
Y ahora, Walburga y Orion, quien esté último había jurado proteger a Venus desde que nació, ahora hacia como si no existiera. Como si fuera una traidora más en el árbol genealógico.
Ahora Regulus tenía toda la presión sobre sus hombros. Walburga sobretodo había estado presionandolo cada día en que tal vez era mejor reconsiderar el hecho de que se buscará una nueva prometida. Como el fuera a hacer eso. En su vida jamás cambiaría a Emma Rosier, por nadie.
Incluso ahora, entendía porque la insistencia de Walburga en qué Lydia debía pasar unos días en Grimmauld Place, al menos hasta que regresará a Hogwarts. Regulus había descubierto que su madre planeaba romper todo trato con los Rosier para que cancelaran el matrimonio con Emma. Al igual que planeaba manipular al padre de Lydia, para que ya no estuviera comprometida con Nott.
El no quería dejar a Emma, sin embargo, sus padres, sobretodo Walburga estaban logrando su propósito. Habían logrado que el matrimonio de Lydia y Nott se pospusiera, y hacerles tiempo de que en algún momento encuentren a la chica indicada.
—¡Oh, Reggie! Por fin te encontré, estuve buscándote por todas partes. —la voz de Lydia acercándose hacia el hizo que tomara un trago profundo de Whisky y rodará los ojos con fastidio.
No tenía tiempo para lidiar con chicas obsesionadas. Sabía que Lydia tenía sentimientos por el, pero Regulus ya no los tenía por Lydia. Ahora solo era una persona que solía conocer y con la cual solo intercambia palabras por petición de su madre y padre.
Regulus se lo había dejado claro, no sentía nada por ella. Desde el día en el balcón, en el que la vio por primera vez después de tanto tiempo, en aquel balcón en el que ella lo había intentado besar, el ojigris se lo había dicho sin filtros. No sentía nada hacia ella.
—Pues aquí he estado siempre, pelos de zanahoria...—Lydia frunció en seño con desagrado ante el apodo que Regulus había dicho.
—¿Por qué me dices así?—pregunto Lydia acercándose de brazos cruzados hacia el.
