Ser mortífago no era un honor, como tantos insistían en decir. Para Venus Black, era una carga que se sentía como una cadena alrededor de su cuello, apretando cada vez más con cada misión, cada mirada helada de aquellos a los que servía.
No era como lo había imaginado en su niñez, ni siquiera como lo describían los puristas más fervientes.
Había días en los que podía soportarlo, en los que se recordaba a sí misma que todo esto era temporal, que algún día podría librarse. Pero también había días que había órdenes de matar, de torturar, de destruir, que caían sobre ella y su hermano como piedras que los hundían en un mar sin fondo. Días en los que incluso mirar a Regulus era un recordatorio de cuánto estaban perdiendo.
Regulus lo llevaba peor. Aunque intentaba mantener su máscara de calma, Venus veía el dolor que ocultaba en sus ojos. Ambos habían tenido que enfrentarse a absolutamente todo: alzar sus varitas contra vidas humanas. Pero no siempre lo hacían. Más veces de las que querían admitir, habían dudado, sus manos temblaban y sus varitas bajaban. Y ahí estaban Evan y, sorprendentemente, Rabastan, interviniendo en el último momento, tomando esas vidas en su lugar.
Venus les estaba agradecida, aunque nunca lo admitiera abiertamente. Evan, parecía entenderla mejor que nadie. Y Rabastan, aunque no compartían mucho más que las misiones y su amor por Emma y la pequeña Rylee, era eficiente y directo, una especie de amortiguador entre ellos y las órdenes del Señor Tenebroso.
Aquella mañana, Venus despertó con el mismo cansancio de siempre, como si la noche no hubiera sido suficiente. Bajó al comedor de Grimmauld Place, donde sabía que encontraría a Regulus. El desayuno en casa de los Black era un evento frío y lleno de tensión, como cada día, donde se tenía que cuidar lo que se diría.
Regulus ya estaba allí, sentado en una de las sillas de respaldo alto, con el "Profeta Diario" en las manos. El sol apenas entraba por las ventanas, pero la luz parecía apagarse al tocar los muros oscuros de la casa. Venus se dejó caer en una silla frente a él y le sirvió un poco de té.
—¿Qué noticias hay hoy? —preguntó, aunque no esperaba nada bueno. Las noticias nunca eran buenas.
Regulus no respondió de inmediato. Sus ojos recorrían la primera página, y su mandíbula se tensó. Venus reconoció ese gesto: algo estaba mal.
—Regulus. ¿Qué pasa? —insistió, frunciendo el ceño.
Él levantó la mirada, sus ojos grises encontrándose con los de ella. Sin decir una palabra, giró el periódico y lo deslizó hacia ella. Venus bajó la vista, y su corazón se hundió al leer el titular. "La boda del siglo: Venus Black será la nueva joya de la aristocracia mágica".
La sangre pareció congelarse en sus venas. Leyó el artículo completo, sus manos temblando mientras pasaba la vista por las palabras cuidadosamente escritas que describían su futuro matrimonio con un "digno mago de sangre pura". No había ningún nombre mencionado. Ni siquiera un indicio.
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𝐂𝐑𝐀𝐙𝐘 𝐋𝐎𝐕𝐄; Evan Rosier
Fanfiction✦; Amor sin límites, sin restricciones y descontrolado. Un amor donde su única prioridad es donde no hay miedo y condiciones.