Muchas quejas hay sobre los celos, si son malos o no dependerá de cada quien. Lo que si es cierto es que, a veces, es gracias a ellos que te das cuenta de que estás enamorado de alguien o te atreves a admitirlo.
Para Timba fue así, Rius tuvo que int...
¿Por qué le molestaba tanto el noviazgo de Rius y Víctor? Era obvio y una completa tontería. No, más bien, el tonto era él mismo.
Eso es lo que Timba pensaba. Rius, una y otra vez le demostró cuan enamorado estaba de él, e igualmente, Timba, una y otra vez hizo evidente lo que él daba por hecho: que Rius no le gustaba, ni siquiera un poco.
Pero ahora sería una idiotez insistir en que aquello fuera verdad, estaba celoso por él, no hay más. Se consideraba el tonto más grande de la historia por haberse dado cuenta de cuánto quería a la persona que lo quería a él justo cuando esa persona dejó de quererlo.
Con eso en mente, vio como Víctor entraba al mismo cuarto de hotel que Rius justo después de él y ya no se molestó en notar como Acenix iba también.
Empezó a imaginar como serían las cosas ahora si tan solo se hubiera dejado llevar por lo que sentía alguna de las muchas veces que Rius estuvo lo bastante cerca como para robarle un beso. Sin duda el albino no lo hubiera rechazado y, después, no hubiese tenido otra opción más que aceptar que le gustaba... Si hubiese sido así, tal vez ahora serían novios, y sería con él con quién compartiese habitación.
Por desgracia, no podía regresar en el tiempo. ¿Lo había perdido para siempre? Probablemente sí, una vez que superas un amor tan grande por alguien no vuelves a sentirlo otra vez.
—Timba, ¿por qué te quedas ahí parado? —cuestionó Mike, mirándolo con extrañeza —entra ya, pesa'o.
—Sí... Voy —aquella desabrida respuesta sustituyó al chiste que los presentes esperaban, se miraron unos a otros mientras el peli azul entraba en el cuarto que compartiría con Trollino, Mikecrack y Mayo.
—¿Y a este que le pasa —le susurró Mike a Trollino, mientras los tres miraban a Timba.
—Y yo qué sé —respondió alzando los hombros. No podían hacer nada y Timba no era de las personas que decían lo que sentían.
—Timba —, suspiró Mayo, y es que podía verse reflejado en él. Sus situaciones eran más que parecidas, y en aquel momento, seguramente estarían pensando lo mismo: "Que hubiera pasado si..."
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Esa noche, Timba soñó con Rius. Con una de las muchas veces en las que el pollo le insinuó su amor
En aquella ocasión habían salido juntos a caminar, aunque no recordaba por qué. Pasó una chica increíblemente guapa, y Rius no se guardó esa impresión para sí mismo.
—Es bonita, ¿verdad? —dijo una vez que la joven estuvo lo bastante lejos como para no escucharlo.
—Mhm —él solo gruño, pensaba exactamente lo mismo, pero que Rius lo dijera le molestaba "por alguna razón".
—Su cabello parecía realmente sedoso... —esa y otras cualidades fueron enlistadas por el de menor estatura, pero mientras lo hacía en vez de parecer que pensaba en ella, su vista estaba fija sobre Timba.
