7. Lo traicioneros que pueden ser los sentimientos

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—¿Es enserio Timba? —la voz de Mike daba miedo, porque era dulce, anormalmente dulce; y su sonrisa poca naturalidad tenía.

—...Sí —contestó el peli azul tras dudarlo un momento, luego dirigió su mirada a Trollino, quien evitaba dirigir la suya al castaño, algo iba a salir mal.

—¡¿Cómo que te gusta Rius?!

Aquel fue un grito escalofriante, alto y de impaciencia, en el que había cierta frustración. Se había puesto de pie frente a su asiento y hacia exagerados ademanes con sus manos.

—¡Eres un imbécil! Lo dices justo ahora, que el pollo esta saliendo con Víctor por un despecho que tú le causaste —agregó después.

—Mike, calma... —Trolli pretendía intervenir, pero fue interrumpido por su lindo novio.

—¡Cállate! —normalmente, Mike escucharía a Trolli, se sentaría junto a él con el seño fruncido y no volvería a hablar hasta calmarse, pero estaba demaciado exaltado para hacer eso.

Trollino sabía que en ese momento era mejor dejar que el castaño dijera lo que tenía que decir, pues nada de lo que hicieran conseguiría calmarlo.

—¡El pollo estubo enamorado de ti por años, sin exagerar, y muy ahora haces el gran descubrimiento de que te gusta!

—Ya sé. Pero es que yo...

—¡Esque nada! Timba, eres mi amigo, pero estás loco ¡Realmente loco!

Al parecer, logró controlarse e hizo lo propio, tomo asiento nuevamente junto a Trollino y se cruzó de brazos, viendo a Timba con el seño fruncido y un puchero bastante tierno, aunque aquella no fuere la intención.

—No sé que hacer —dijo el peli azul con tristeza.

—Si su novio no fuera uno de nuestros amigos, te diría que aún puedes recuperarlo, pero sale con Víctor —dijo Trolli —¿De verdad estarías dispuesto a perder su amistad? ¿A qué Rius renuncie a ella también en caso de que logres reconquistarlo?

—Quiero a Rius, pero no quiero que acabar mal con Víctor ni que Rius lo haga... Ni si quiera tengo el derecho de pedirle algo así.

—Por su puesto que no, Timba. —dijo Mike.

—No te enamoras de alguien de un día a otro, es evidente que ellos no se aman pero si que se quieren, y de esa relación que nació siendo una forma de consolarse el uno al otro puede surgir un enamoramiento —explicó Trolli, pensativo.

Tanto Mikecrack cómo Timba voltearon a verlo, ambos con curiosidad, y cierta confusión y esperanza, respectivamente.

—Siendo así —agregó, —podrías...

—No, no puede —sentenció Mike tras interrumpirlo de nueva cuenta.

—Pero no escuchaste lo que iba a decir.

—¿Y que diarias Trolli? Le dirías que lo hiciera, que le dijera a Rius lo que siente y lo convenciera de dejar a Víctor, pero que debía estar presente en ese momento y explicarle cómo habían ocurrido las cosas, que no era su intención arruinar su relación solo porque acaba de darse cuenta de que perdió al pollo.

—B-bueno, si lo dices así no suena como una buena idea...

—Entonces no hay nada que hacer, ¿no? Lo perdí.

—Lo siento Timba, no creo que se pueda hacer nada —soltó Trolli con resignación.

—Timba, solo puedes esperar que ellos se den cuenta de que son solo una salida a su dolor antes de que se enamoren; entonces, si terminan, tendrías una nueva oportunidad —dijo Mike, esta vez con un gesto comprensivo, quería ayudar a su amigo, —se... lo traicioneros que pueden ser los sentimientos —agregó.

El Riumba Is RialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora