-¿Qué quieres decir, no se lo has preguntado nunca? ¿Cuánto tiempo hace que va a tu cine?
Mi amigo Zayn se revolvió impaciente en su silla. Estábamos en la terraza del Café de La Mairie, pequeño local junto a la iglesia de Saint Sulpice, y aunque era marzo y el tiempo de las semanas anteriores había sido bastante lluvioso, el sol nos calentaba la cara.
Siempre que quedamos a mediodía Zayn quiere ir al Café de La Mairie porque según él allí preparan la mejor vinagreta para la salade paysanne, su favorita. La sirven en una botellitas de cristal que rellenan expresamente y dejan sobre la mesa.
-Bueno...- Observé cómo vaciaba el contenido de toda la botellita sobre su ensalada.- Yo diría que todo empezó en diciembre.
Mi amigo me lanzó una mirada de sorpresa.
-¿Todo? ¿Qué quieres decir ahora? ¿Es que hay algo entre ustedes o no?
Yo sacudí la cabeza y suspiré. Para Zayn la pregunta decisiva y que primero plantea es si "hay algo" entre las dos personas. El resto no le interesa en absoluto. Es un científico y no es nada romántico. No conoce el término medio ni el placer de las miradas furtivas. Cuando le gusta una mujer siempre hay algo entre ellos, generalmente ya en la primera noche. No tengo ni idea de cómo lo hace. Naturalmente, puede resultar encantador y muy divertido. Y se enfrenta a las mujeres con una sinceridad que desarma y a la que los demás, por lo general, no pueden escapar.
Me recliné hacia atrás, bebí un trago de vino y, con el sol en la cara, guiñé los ojos porque se me había olvidado los anteojos de sol.
-No, no hay nada entre nosotros, al menos no en el sentido que tú piensas- dije ciñéndome a la verdad- Pero desde diciembre viene todos los miércoles a la sesión de noche y tengo la sensación de que... ¡ay, no sé!
Zayn pinchó con el tenedor un grueso trozo de queso bañado en la dorada vinagreta y contó los meses con la otra mano.
- Diciembre, enero, febrero, marzo...- Me lanzó una mirada de reproche.- ¿Quieres decir que desde hace cuatro meses va a tu cine un chico que te gusta y que todavía no le has dicho nada?
-Bueno, viene solo un día a la semana, los miércoles, cuando se proyectan esas películas antiguas, ya sabes Les amours au Paradis... ¡Y claro que he hablado con él! Esas cosas que se dicen... "¿Le ha gustado la película?" "¡Qué tiempo hace hoy!" "¿Quiere dejar aquí su paraguas?"... Todas esas cosas.
-¿Va con alguna chica o chico?
Sacudí la cabeza.
-No, no. Siempre viene solo. Pero eso no significa nada.- Di unos golpecitos con el dedo en el borde de mi copa.-Al principio pensé que estaba casado, porque lleva un anillo de oro. Pero luego observé con cuidado y comprobé que no es una alianza, al menos no una alianza normal. Tiene pequeñas rosas rojizas...
-Y es muy lindo, ¿no? - me interrumpió mi amigo- ¿Dientes bonitos, buen tipo y todo eso?
Volví a asentir y pensé en la primera vez que el chico del abrigo rojo apareció delante de la taquilla. Yo lo llamaba siempre "el chico", aunque era un hombre joven, tendría veinticinco, veintiocho años. El pelo de color castaño, siempre tenía el cabello despeinado, y tenía unos hermosos ojos del color del cielo. Y brillantes.
A mí me parecía un poco perdido- en sus pensamientos o en este mundo-, y siempre hacía el gesto tímido de rascarse la nuca mientras esperaba a que yo le entregara su entrada. Pero cuando sonreía todo parecía llenarse de luz y su expresión adquiría cierta picardía. Y sí, tenía una boca bonita y unos dientes preciosos.
- Es del tipo de Tim Pocock, ¿sabes?
-¿Tim Pocock? Ni idea. ¿Quién es?
- Bueno, es uno de los actores de X-Men Origins: Wolverine.

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Abrigo rojo. - Larry Stylinson
Fanfiction"Todo lo que hagas hazlo con amor" - Cinema Paradiso. Cuenta la historia de Harry, el dueño de un viejo cine en Francia, y de Louis, un chico que usa un abrigo rojo, todos los miércoles va al cine y adora los puentes de Francia.