Bajo Su Piel

Capítulo 14 : ¡Fuera!

Habían sido días difíciles.

Alexander se estaba comportando como un verdadero idiota conmigo, tanto que había decidido que yo fuera su secretaria ahora para ver pasar día tras día una mujer diferente.

Estaba apunto de renunciar por la forma tan inmadura que se estaba comportando, pero no iba darle el gusto de verme perder.

Pese a todo sabía como comportarme fría y distante para que no notará que nada de lo que hacía me afectaba.

Escucho las puertas del elevador abrirse, observo una rubia salir y acercarse.

—Bienvenida, ¿Le puedo ayudar en algo?

—Tú, para nada. Alexander me espera.

Camina hacia su oficina abriendo la puerta y cerrándola de un golpe. Observo a Helen y esta me mira asombrada.

Su teléfono suena esta lo toma y rápidamente cuelga.

—¿Qué?

—Pidió que no lo interrumpieran.

—¡No soporto esto más! —Musito molesta —. Si no me devuelve a mi puesto con Sara, juro que renunciaré .

—Mantén la calma Tiara, seguro se cansará pronto y te devolverá a tu puesto.

"Eso espero"

Vuelvo escuchar el elevador abrirse, pero estoy tan molesta que no quiero levantar la cara y ver de quién se trata.

—Señorita Villanueva, bienvenida, ¿Le puedo ayudar en algo?

—No hace falta querida , gracias.

"Zoe"

Levanto la mirada encontrándomela.

—Tiara.

Se acerca a mi escritorio y rápidamente me levanto de mi puesto.

—Zoe —Dejo un beso en su mejilla —. ¿Vienes a ver al señor Ivanóv?

—Vine por ti para ir almorzar juntas , pero me dijeron que te cambiaron a esta área, ¿Por qué?

—Orden del señor Ivanóv —Suspiro —. Ha sido una verdadera tortura, estoy apunto de renunciar.

Había estando viendo a Zoe los últimos días, aunque nuestras platicas eran cortas evitaba a toda costa hablar de Alexander.

—¿Alex esta? —Asiento —. Bien, pasare a verlo.

Cuando da un paso, rápidamente reaccionó.

—No creo que puedas en estos momentos —La tomo del brazo —. Lleva rato con una mujer allí dentro.

—¿Qué mujer? —Me mira extrañada.

—No lo sé, alguna de sus "amigas" —Hago énfasis en la última palabra —. Pidió que no lo interrumpieran.

Un gemido se escucha salir de su oficina, Zoe me mira  y bajo la mirada .

Helen garraspea y retoma su trabajo en su escritorio.

La veo caminar a pasos decididos a su oficina, abre su puerta entrando y cerrándola de un portazo.

Se escuchan voces y lo siguiente es un grito de Zoe.

—¡Fuera!, te doy cinco segundos para que salgas o te sacaré yo.

Observo a Helen y esta se levanta rápidamente acercándose a mi escritorio.

—¿Su cuñada vino a ponerlo en cintura?

—Zoe es la cabeza de esa casa, tiene más autoridad en ellos que el mismo Dante Ivanóv.