Capituló 35 : Por Celos

798 70 5
                                    

Me sentía impaciente mirando el reloj de mi muñeca una y otra vez. Eran las diez de la noche y todavía Alexander no llegaba a nuestro encuentro.

¿Se habrá arrepentido?

Miraba mi móvil debatiéndome si escribirle o no; el timbre suena y mi corazón se acelera aún más de lo que ya estaba.

Suspiro tratando de calmar mis nervios, camino a la puerta y al abrir lo encuentro con una mirada algo cansada pero con una liviana sonrisa.

—Hola, lamento llegar tarde —Deja un beso en mi mejilla y entra —. Dante necesitaba ayuda con unos documentos y nos tomó más de la cuenta.

—¿Algo urgente?

—No, todo bajo control ya.

Su rostro luce bastante decaído y diría que agotado por las ojeras que trae y ojos algo rojos.

—¿Deseas cenar algo? Prepare lasaña de carne en salsa blanca.

—Claro.

Me sonríe de manera suave, me acompaña a la cocina, sirvo dos platos los coloco sobre la isla y acompañamos con un vaso de gaseosa y otra de vino para él.

Cenamos en sumo silencio, pero uno relajante aún cuando los nervios me carcomen por dentro sin darme tregua.

—Lo siento Tiara —Musita y levantó la mirada encontrándome con la de él —. Lamento que te hayas sentido herida y confusa con todo lo que ha sucedido.

—No tienes culpa de nada Alex, al final te tomo de sorpresa al igual que a todos —Suspiró —. Sentí demasiado miedo y me sentía asfixiada tratando de pensar que si lo correcto era seguir a tu lado o dejar que hicieras una familia con tu niño y su madre.

—No puedo hacer una familia con Kendra amándote a ti Tiara. Eso sería un infierno para para mi , para ella e incluso para nuestro hijo —Toma mi mano —. Jamás ame a Kendra y tampoco lo podré hacer ahora que te amo a ti.

—Yo también te amo, más de lo que puedes imaginar —Me sonríe —. No quiero que estemos ni un minuto más alejados, te necesito en mi vida Alex.

Se levanta acercándose, toma mis labios con posesión haciendo que mi cuerpo se erice por completo ante su tacto.

***

Despertar a su lado nuevamente me hace sentirme plenamente. Su mano reposa sobre mi pequeño vientre mientras que su rostro descansa frene a mi.

Acaricio su mejilla lentamente mientras sus ojos se abren de poco a poco; me sonríe de manera dulce y toma mi mano besándola.

—Extrañaba despertar así, a tu lado siendo tú lo primero en ver al despertar.

—Yo igual —Beso sus labios —. ¿Planes tienes para hoy?

—¿Nos quedamos en cama viendo películas todo el día?

—No soportare estar en cama todo el día encerrada.

—Entonces iremos a una tarde de asados a casa —Muerde ligeramente la comisura de mis labios —. Así que vamos por una ducha o se nos hará tarde.

Me ayuda a levantarme de la cama, vamos por una ducha que se extiende un poco más ante nuestras caricias.

Ya listos conduce hasta la mansión Ivanóv, me ayuda a bajar tomando mi mano y caminamos entrando a la casa donde nos recibe Lina con una gran sonrisa.

—Bienvenidos chicos, me alegra verlos nuevamente juntos.

—Gracias nana —Responde Alexander —. ¿Donde están los pequeños de la casa que no los escucho?

Bajo Su Piel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora