Los jóvenes Soldados se encuentran frente al último Jefe del Calabozo Brumar, luchando contra las bolas de lodo que lanza el Pezuña de Lodo, a Lizari se le ha roto el arco, ahora está más vulnerable, pero aun así, sigue dando pelea. Sus demás compañeros esquivan los ataques de aquel último oponente.
—¿Qué podemos hacer? ¿Cuál podrá ser su punto débil? —cuestiona el vampiro, esquivando las bolas de lodo.
—No creo que la electricidad sea buena para esto —agrega Renfaz, que está más cerca de él, realizando el mismo plan de evitar ser golpeado.
—Vamos, juguemos... ¡Juguemos a las quemadas! —dice Pezuña de Lodo.
—Quemadas... —susurra Lizari— ¿Y si se prueba con el agua? —pregunta a los chicos.
—Pero el Rey dijo que le gustaba el agua —responde Jena.
—Puede ser... que haya sido una pista —analiza Denathal—. Jena, prueba con un ataque de agua, el más fuerte que puedas crear.
—Bien —responde la joven elfa, mientras carga su arco con tres flechas—. Torrente de agua filosa —exclama lanzando los proyectiles, formando torrentes finos de agua que al impactar, corta.
—¡Aaah! Lastiman a Pezuña, lastiman... ¡No quieren jugar! —exclama, incrementando la velocidad de sus ataques, siendo ahora, más difícil su esquive.
—¡Cuidado! —exclama Faena, mientras protege a Jena siendo aporreada por una de los ataques, cayendo inconsciente.
—¡Faena! —enuncia Jena, corriendo hacia ella.
—Jena, ataca otra vez —dice nuevamente el vampiro.
—Yo me quedo con ella, anda —agrega Vía, quien posa sus manos sobre Faena, Renfaz se acerca y crea un campo que repele por unos minutos, los ataques del enemigo.
—Torrente de agua filosa, ¡muérete de una vez, alimaña! —exclama Jena con furia, mientras impacta su ataque en el monstruo de lodo.
—¡Nooo! Juguemos... Lodo se... va —dice agonizando y desvaneciéndose en el lugar, arrojando unas hojas curvas filosas.
Los chicos al terminar el calabozo, reaparecen en la entrada del mismo, mirando hacia las afueras. Los demás soldados de otros grupos, celebran el primer calabozo con triunfo. Faena se había despertado por la imposición de mano de la joven elfa Vía. La joven enana está siendo ayudada por Renfaz, pues perdió todas sus energías debido a la bola de lodo que impactó contra ella.
Lizari trae en sus manos el arco totalmente destruido al atacar a la hormiga gigante. A pesar de eso, se siente feliz por haber logrado nuevas cosas.
—Muy bien, chicos. Lograron completar el calabozo en una hora con veinte minutos —dice el instructor de los guerreros, mientras aplaude con alegría—. Ahora, los siguientes grupos —menciona.
—¿Qué tal les fue? —pregunta el príncipe a sus amigos.
—Todo genial, cosas nuevas. No les podemos decir nada, pero tengan cuidado. Podrán con esto —responde Renfaz.
—Está bien amigo enano. Nos vemos en un rato —agrega Edmund mientras se encamina al interior del calabozo, seguido del grupo de Tián.
—Hey Lizari, ¿cómo estuvo el calabozo? —pregunta uno de los magos aprendices, quien se llama Nola.
—Fue muy bien, interesante y un poco complejo. —Le responde Lizari.
—Lástima que no podemos guiarlos un poco, porque la cuestión de ello es que uno mismo debe deducir y sobre todo saber trabajar en equipo. —Jena responde, mientras se sienta en el suelo. Algunos la imitan, otros quedan de pie.
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Lizäri
FantasíaLa esencia arcana es lo que hace mover al Planeta Archan, en el cual residen miles de criaturas diferentes, algunos buenos y otros no tanto. Lizäri y sus amigos Jena y Renfaz se aventuran a un mundo lleno de misterios, poder mítico y obstáculos que...