Daddy| My Little Submissive

9

"Guitarra"

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Aidan Gallagher:

No sabía qué había pasado aquel día con T/n, a lo mejor y fue porque aquel señor se enojó con ella, es muy sensible.

Fui a su habitación con algunos dulces y un plato grande con palomitas pues veríamos una película.

Me senté a su lado mientras ella me veía sonriente.

Dejé los dulces y las palomitas en el medio mientras ambos comíamos y veíamos batman.

En mi defensa, ella me dejó escoger la película.

Tenía un lindo vestido blanco, el cual era bastante corto.

Últimamente había estado usando ropa bastante corta...

Relamí mis labios al ver sus lindos muslos y puse una de mis manos en este.

Ella me miró nerviosa y empecé a subir mi mano.

Estaba mojada...

Pronto ella quitó mi mano rápidamente.

──¡Aidan! ¡Eso no se toca! ──Dijo exaltada mientras me veía nerviosa.

Llevé mis manos a mi cara avergonzado, me dejé llevar.

──Lo siento pastelito, no volverá a pasar...

Ella me miró por unos segundos y acarició mi cara.

──No hay problema, sólo no lo vuelvas a hacer.

──Estás mojada...

──¿Eh? ──Dijo sonrojada.

──Estás excitada, ¿por qué nunca me lo contaste?

Se quedó en silencio por unos minutos mientras me miraba.

──¿Excitada...?

Sonreí levemente ante su inocencia y dejé un beso en su frente para acercarme a su oido.

──Yo podría ayudarte... ──Murmuré con voz grave.

Ella tragó saliva y me miró a los ojos.

──¿C-cómo?

La recosté en la cama suavemente.

──Tú sólo disfruta...

Apagué la televisión mientras ella me veía sonrojada.

Baje a sus piernas y metí mi mano en su lindo vestido.

Ella suspiró pesadamente y yo bajé sus bragas para empezar a meter mi cabeza entre sus piernas.

Y justo cuando estaba por abrir sus hermosas piernas...

Me levanté.

T/n estaba ahí, mirándome.

──T-te estaba levantando, ya es tarde...

Miré como mi erección se remarcaba en aquella sábana, me cubrí con una almohada.

──¿Qué ocurre?

──Estaba aburrida... ──Se sentó a mi lado haciendo que me tensara.

Me alejé un poco mirándola, tenía puesto un pequeño short y blusa blancos, al ver sus muslos me endurecí aún más.

──Estabas soñando conmigo... ──Dijo con una sonrisa dulce──. Mencionabas mi nombre.

Si tan sólo supiera lo que había soñado; me habría dado mil golpes.